𝐕𝐈𝐈𝐈

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Jueves.

Hace quince días los destinos de nuestros personajes se cruzaron, las cosas entre ellos han marchado de maravilla, en la no-cita del sábado estuvieron muy juntos.

Frank sentía desmayarse cuando llegaron al 3er mirador y descubrió que Gerard estaba mirándolo tan fijamente, como si quisiera leerlo, mantuvieron las miradas conectadas un buen rato y estuvieron peligrosamente cerca, pero como Frank es Frank, se retiró fingiendo que nada había pasado, arrenpintiendose porque sabía que no habría otra oportunidad de nuevo, al menos no pronto, él quería ir "más despacio".

Gerard por su parte, si bien se había mentalizado en dejar que las cosas fluyeran no pudo evitar perderse en Frank, en sus facciones, el color de sus ojos, sus cejas, la pequeña cicatriz que tenía en medio de estas, su sonrisa, pero luego de que Frank se alejará decidió controlarse un poco más, talvez él no estaba interesado en su persona, no se ilusionaria en vano.

*

Para la fecha, Gerard ya estaba inscrito en la que sería su nueva escuela, iniciaría el 1ro de Mayo así mismo en su trabajo con Marie, no podía sentirse más afortunado.

Mientras Frank conducía hacia su trabajo en la mañana, vio una atracción muy interesante, que sabía sin duda alguna a Gerard le encantaría visitar.

Aparcó su auto, entró a chequear el lugar, era muy bonito y seguramente durante el espectáculo se vería mucho mejor, así que compró las dos entradas para esa misma noche.

Con una sonrisa en el rostro marchó a su trabajo.

—Hola Gee —dijo pues había decidido llamar al pelinegro

—Hey Frankie ¿Cómo vas en el trabajo?

—Genial, te llamaba para pedirte que no hagas nada para la cena, pasaré por ti a las 6:30pm, ponte algo cómodo y bonito.

Awww Frankie, está bien, te espero.

Si alguien los escuchaba hablar o miraba como se trataban, podría jurar que eran más que un par de desconocidos que se acaban de conocer, parecía que tenían toda una vida de vivir juntos.

En las escasas dos semanas que tenían conviviendo juntos ya sabían todo del otro, existía una confianza muy fuerte y un cariño recíproco.

—Nos vamos en 15 minutos, solo me daré un baño.

Frank entró corriendo a casa, no quería que llegaran tarde pero necesitaba arreglarse un poco más, Gerard se veía demasiado bien y no era justo que le tocara la compañía de un tipo todo desaliñado con esa camisa negra con el logo de The Misfits a la que le había cortado las mangas con unas tijeras.

—Por cierto te ves muy bien —le dijo, era la primera vez que le hacía un comentario así, no espero respuesta y huyó hacia el baño.

Mientras en la sala un Gee muy arreglado y perfumado estaba sonrojado, era el primer halago que Frank le hacía, talvez después de todo el sentimiento si era mutuo, quizás solo quizás, esa noche sería muy especial.

Quince minutos después ya estaban en el auto, Frank vestía unos jeans, una chaqueta del mismo material y una camisa amarillo mostaza que le hacía ver muy sexy, en cambio Gerard tenía unos pantalones negros ajustados, una camisa azul y un suéter negro, ambos demasiado atractivos.

—Pasaba en la mañana por aquí y no pude evitar pensar que te gustaría venir.

Una enorme sonrisa se marcó en el rostro del chico más joven al observar el lugar, habian llegado puntuales, aún contaban con diez minutos antes del inicio.

—Ya me conoces bien, este lugar es hermoso, no puedo esperar a que entremos.

—Vamos entonces, aún tenemos que pasar por algo para comer.

—Siempre quise venir a uno de éstos, sólo los observaba cuando pasaba pero nunca pude comprar un ticket —Gerard agachó un poco su cabeza.

—Hey, eso es pasado. Ahora iremos juntos a muchos lugares bonitos.

Gee asintió, luego en la taquilla eligió, como niño pequeño, muchos dulces para la duración del espectáculo.

La atracción escogida para el día de hoy era un circo, el cual estaría en la ciudad alrededorde un mes.

Era un circo muy peculiar puesto que todos los números eran realizados por personas muy talentosas, lo mejor de todo era que no usaban animales en lo absoluto, las personas mataban por ir, la taquilla siempre estaba súper llena, Frank se agradeció a el mismo por haber comprado los boletos en la mañana, de lo contrario no hubiesen podido entrar, la fila era inmensa, pero para su suerte con boletos en mano, fueron a escoger sus asientos y disfrutar de la siguiente hora de arte puro.

—Estuvo bellísimo, me encantó, gracias Frankie por traerme.

A medida que caminaban para salir de la sala sus manos chocaron, un simple roce, que quizás para muchos no sería nada, pero para este par significaba estar un paso más cerca del cielo.

—De nada Gee, ahora vamos a buscar un lugar para comer, muero de hambre.

Frank yendo contra todo pronóstico y arriesgando todo, tomó la mano de Gerard, quien la sostuvo inmediatamente, era sólo eso, un par de manos juntas, sin malicia, únicamente con la sensación de tener esa compañía que te hace tanto bien.

Ambos sonreían y platicaban acerca de lo bueno que era el desempeño de los artistas que habían visto esa noche mientras caminaban por el pasillo que conectaba la entrada/salida.

—Pero mira Linda, no murió, sigue siendo el mismo maricón de siempre.

Esa voz, esa maldita voz.

De todas las personas que pudieron encontrar tuvo que ser ese par, que muy probablemente destruirían lo que él se estaba esforzando por construir con Gerard, obviamente éste notó que ese comentario era para su acompañante, quién se limitó a cerrar sus ojos fuertemente, creyendo que Gerard soltaría su mano.

—Ven Frankie, vamos que también muero de hambre —un pequeño beso fue depositado en su mejilla.

Este pequeño encuentro con sus progenitores sería la primer piedra en el zapato, pero con Gerard a su lado, esta vez no sería tan difícil enfrentarlos.

El besito de Gee le dio ánimos, siguieron de frente sin voltear a ver, después de todo habían comenzado a vivir un nuevo día.

A New Day's Coming for Us ➛FrerardOnde histórias criam vida. Descubra agora