Otro mundo

10. Los hechiceros más poderosos de el mundo.

Los ojos de el viejo hombre se encontraban abierto de par en par, observando a la joven parada frente a él.

La rubia cabellera, los ojos azules como la marea y la tez blanca. Era idéntica a la mismísima reina Ygraine.

Eso pensó Gaius hasta que salio de su desconcierto con el llamado de el caballero, a su lado.

–Gaius.–

El hombre mayor volteo a verlo, aun con la expresión de sorpresa en su rostro.

–Mi nombre es Aurora.–Dijo la joven mientras el médico  volvia la vista a ella.–Por favor mi amiga necesita su ayuda.–Suplicó elevando un poco a la muchacha de cabello azabache que descansaba aun en sus brazos.

–Y Merlín también.– Hablo con seriedad el caballero, mirando fijamente los ojos de el hombre cuando lo miro.

Gaius se aparto de la puerta, abriéndola, provocando un pequeño chirrido de ella.

–¿Qué le paso a Merlín? – Pregunto con notable preocupación mientras los dejaba pasar.

–Salvaron mi vida, de alguna forma que puso en riesgo la suya al usar magia.– Explico la joven reina mientras entraba y se encaminaba a dejar a Merlia en la cama.

Gaius se detuvo mientras se acercaba a ver a la muchacha.

–¿Magia?–Cuestiono riendo con nervios. –Merlín no tiene magia.– Sentenció de la misma forma.

Gwaine tras terminar de cerrar la puerta hablo con firmeza.

–Si, si la tiene. – Dio unos pasos acercándose. –Ya lo sabemos.–

Gaius vaciló antes de preguntar con temor.

– ¿Arturo lo sabe?–

–Si, lo sabe pero aun no a tomado una decisión de lo que va a hacer después de hablar con Merlín. – Dijo con cierto rencor en su voz.

La reina, que ya había dejado a su sirva acomodada en la cama, despego la mirada de ella tras escuchar al caballero.

– Lo aceptará. Solo tiene que hablar con él cuando despierte.– Replicó con seguridad.

Antes de que él caballero contestaste la puerta se abrió de un empujón, dejando ver a Sir Percival cargando a Merlín.

Y tras de ellos León y Elyan, quien terminó cerrando la puerta.

–¡Merlín! – Exclamó Gaius, viendo a su joven ayudante con heridas en todo su cuerpo cuando el caballero se acercó.

– Ven, recuestalo junto a ella.– Indicó Aurora mientras movía el cuerpo de la hechicera hacia un costado.

El caballero hizo caso a lo que la reina dijo dejando a Merlín hombro con hombro con su igual.

Gracias a que ambos jóvenes eran de un cuerpo pequeño y delgado, lograron caber a la perfección.

Gaius quien iba detrás de el caballero se colocó al final de cama, dejando ver ante él a los hechiceros.

Su rostro volvió a mostrar la misma expresión de asombro y sorpresa que cuando vio a la reina.

Sus rostros eran idénticos.

Desde la punta de su nariz hasta el oscuro color que pintaba sus cabellos.

Solo los finos rasgos femeninos de la joven podía  mostrar la diferencia de ambos.

La mente el medico real quedo absorbida por el relato que Merlín le había contado hace un año, de ese otro mundo al que había llegado por accidente.