O2

8.3K 693 286
                                    

-¡Los titanes nos invaden!

Después de escuchar tal atrocidad, lo primero que hizo mi madre fue tomarme de la mano y empezar a correr hacia alguna parte. Cualquiera que nos garantizara el no estar en peligro de muerte, aunque la situación en la que nos encontrábamos indicaba lo contrario.

A pesar de que mi madre luchaba por protegerme, yo no ponía empeño de mi parte ya que no lograba salir del shock en el que estaba desde hace ya un rato.

-¡Hija, corre más rápido por favor!- su clemencia retumbó dentro de cabeza que parecía vacía, pues no lograba pensar en nada más. Seguía sin reaccionar.

Para mí era inexplicable cómo es que estaba pasando todo esto, era tanta información para asimilar y poco tiempo para hacerlo.

Tenía miedo, mucho miedo.

Tal vez todo lo que estaba pasando era una señal. Una que te decía que no había nada más que hacer.

Simplemente... tu muerte había llegado y estaba más cerca de lo que todos creíamos.

Aún sin haber podido convivir más con mi padre, con los pocos amigos que tuve y lo más importante, sin haber disfrutado lo suficiente con mi madre. La persona que más amaba en este mundo y en estas jaulas que nos rodean y nos quitan la libertad.

¿Por qué?

¿Por qué este mundo es tan cruel?

El estar rodeados por estos muros no nos garantizaba poder estar a salvo durante toda la eternidad.

Después de todo, no eran indestructibles...

Estaba tan distraída, que ignoré por completo el hecho de que un titán empezaba a acorralarnos a mí madre y a mi.

Era nuestro fin.

Ya no había escapatoria.

Justo ahora lo único que nos salvaría de la muerte era un milagro.

Pero lo que estaba pasando a nuestro al rededor era prueba suficiente de que no existían.

No pude evitar el soltarme de la mano de mi madre para caer el sucio piso, así esperando mi justa muerte.

Una lenta y dolorosa muerte...

O al menos eso fue lo que pensaba que ocurriría si no hubiese sido gracias a mi valiente madre.

-¡May! ¡Escúchame con mucha atención! ¡Necesito que te levantes del suelo!- todo parecía incierto ahora, ¿qué hubiera sucedido si mi madre y yo no hubiéramos salido de casa? ¿Qué hubiera pasado si mi padre estuviera con nosotras?- ¡¡Escucha!! ¡Lo único que puedo hacer justo ahora es distraer al titán mientras tú corres!

-¿Qué estás diciendo?...- al escuchar las últimas palabras de mi madre, sentí como si hubiera vuelto en si. Como si una adrenalina me golpeara el cuerpo y me hiciera reaccionar.

-¡May!, ¡Ya no hay tiempo!

-¿Quieres que te avandone a tu suerte?, ¿quieres que te deje sola con ese maldito monstruo?- dije levantándome bruscamente de suelo.

-Por favor hija- sostuvo mis hombros con sus manos. Se sentía un fuerte temblor en ellas- Sálvate tú. Sabes que no hay otra opción. Si nos quedamos las dos juntas, las dos moriremos- dijo mi madre, empezando a soltar unas cuantas lágrimas.

-¡No, debe de haber otra manera!

-¡No May, no hay otra opción!

-¡E-Es que no pued...

-¡Tienes que hacerlo!- fui interrumpida por mi madre de una manera estridente debido al miedo.

Sabia que no había otra opción, solo que no quería reconocerlo.

𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀𝐍𝐙𝐀𝐒 | 𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐀𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧.Where stories live. Discover now