𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀𝐍𝐙𝐀𝐒 | 𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐀𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧.

O7

8:00 pm

-Hola- saludé a Sasha.

-¡Hola May!- respondío gustosa.

-¿Dónde están las demás?- le hablaba a la chica mientras volteaba a todas partes buscando una señal de mis compañeras.

-Mikasa fue con Eren y Armin, las otras chicas dijeron que la acompañarían.

-¿Y tu por qué no fuiste con ellas?

Mientras interroga a la chica, me sentaba junto a ella en el escalón que había afuera de nuestro dormitorio, dónde la única luz que nos hacía compañía era la de la luna.

-Porque te estaba esperando- me decía con la sonrisa más grande que la había visto hacer.

-Gracias- agradecí con una sonrisa- ¿Te gustaría ir con ellos?

-¡Vamos!

Ahora estaba en un aprieto. Sasha había mal interpretado mi anterior pregunta. Yo imaginaba que iría corriendo con los otros, más no que me llevaría con ella.

Aunque en un abrir y cerrar de ojos ya estábamos con ellos, ya que me había arrastrado hacia el lugar.

-¡Hola chicos! ¡May y yo queríamos estar con ustedes así que venimos! ¿verdad May?- gritaba la castaña despavorida por haber casi cargado conmigo, aunque a su tono de voz no le hacía falta la emoción.

-E-Eso no es exactamente lo que pasó, pero está bien- dije desviando mi mirada a otro lado.

-Hola, May.

Mierda.

Justo lo que no quería.

Desde aquella vez, las cosas aún siguen siendo incómodas, y el hecho de que Sasha me haya traído a este lugar, no sirvió de mucho.

Vaya, ¿cómo es que no lo había pensado antes?

Creo que era bastante obvio lo que ella haría, después de todo, es típico de Sasha querer que convivamos todos juntos.

-H-Hola- mi cara enrojeció de golpe.

Me odio a mi misma.

-¿Por qué no se sientan?- propuso amablemente el rubio.

-¡Buena idea, Armin! ¡Vamos May!

Cuando Sasha terminó de hablar, rápidamente tomo mi mano, obligándome a quedar sentada justo a un lado de Eren y Sasha a un lado de mi.

Mikasa, que estaba al otro lado de Eren, me observaba muy extraño, tanto que a cualquiera le daría miedo.

-Mikasa, ¿p-pasa algo?- le pregunté a la chica sin si quiera atreverme a mirarla a la cara.

-No- dijo desviando su penetrante mirada.

-Lo mismo te pregunto yo a ti May ¿pasa algo?

Si pensaban que las cosas ya estaban extrañas, pues esto lo puso peor.

Lo que pasaba es que no me había percatado de que sus ojos penetrantes ya estaban sobre mi desde hace un rato y yo apenas me di cuenta de aquello. Aunque ya no me parecía algo nuevo.

Sin embargo, lo más difícil de sobrellevar de esta clase de situación, es cuando mi sonrojo aumenta gradualmente.

-N-Nada, no pasa nada, Eren.

-Bien. Ahora que lo recuerdo, ví tu pelea en la tarde. Me sorprendió bastante. No tenía idea de que peleabas tan bien, y tratándose de Annie... ¡fue increíble!