Sorpresa.

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***

De camino a casa, Katsuki tuvo que lidiar con los periodistas, tratando de darles esquinazo mas no se lograba deshacer de todos ya que siempre había varios que no terminaban de caer en sus engaños o simplemente no sabían rendirse.

"Menuda molestia."-Pensó mientras caminaba.

Afortunadamente, cuando estaba próximo a su hogar, consiguió por fin librarse de todos ellos y entró en su casa rápidamente.

-¡Ya he llegado!-Dijo una vez dentro.

Entonces escuchó unos pasos que se dirigían hacia él.

-Hola, hijo. ¿Qué tal tu día?-Le preguntó su madre.

Bakugou se sorprendió al verla allí pues era temprano como para que ella estuviera en casa.

-Una mierda. Por cierto, ¿qué haces aquí? Normalmente no vuelves hasta la noche.

-Bueno, eso tiene una explicación. Tu padre y yo tendremos que viajar mañana por la mañana por negocios y por ello nuestro jefe nos ha dado el resto del día libre hoy.

-En ese caso...¿Me quedaré solo, cierto?

-No, ni lo sueñes. Deja tu mochila en tu cuarto, hablaremos en el salón ahora.

Katsuki subió a su habitación y bajó enseguida para charlar con sus padres.

***

Estando ya en el salón, Mitsuki y Masaru comenzaron a hablarle a su hijo.

-¿Y cuántos días os vais?

-Estaremos fuera durante cuatro días, tu abuela materna estará aquí para cuidarte. Llegará esta tarde, sólo te pido que la ayudes en todo lo que te pida y no la importunes, pequeña mierdecilla.

-Lo que tu digas, vieja bruja. ¿Ya has terminado?

-No, solamente quiero advertirte de algo: Si me entero de que te escapas durante nuestra ausencia, tu castigo será prorrogado por un mes. Tenlo presente.

-Y no seas muy duro con ella ni le grites mucho, ya sabes que tiene el corazón delicado.-Le dijo Masaru.

-Tsk, ya lo sé, no haré eso. Procuraré no gritar mientras esa vieja no me moleste. 

-Es bueno oír eso, ahora ve a lavarte las manos y pon la mesa que la comida estará lista en breve.

Katsuki no tenía ganas de quejarse en aquel momento, igual no le extrañaba que sus padres no le fuesen a dejar solo. Lo único malo era que durante unos días tendría que soportar a su abuela, una mujer maniática, intolerante, bastante sorda y gruñona. Él sabía que le supondría un gran problema ya que no se llevaba precisamente bien con ella.

***

Aquella misma tarde, sobre las siete de la tarde, su padre trajo a su abuela y ahí empezaron los problemas.

-¿Y decís que tengo que cuidar de este crío? ¿Acaso no sabe cuidarse solo?-Se quejó la anciana.

-Sí sabe, lo que sucede es que no nos fiamos de él.-Explicó Mitsuki.

Su abuela lo miró con desaprobación para, a continuación, hacer un comentario acerca de su único nieto.

-Qué vergüenza. Yo a tu edad podía pasar meses sola me las apañaba, mis padres se fiaban de mí. Y en cambio tú, un muchacho fuerte y joven, tiene que estar bajo el cuidado de una anciana.

Bakugou la miró con molestia, odiaba cuando su abuela le decía cosas de ese estilo.

-¿Y a mí que mierda me importa eso? Además, seguro que si se fiaban de ti era porque sabían que nadie se acercaría a tu casa sabiendo que estarías tú.

Su abuela se enfureció.

-¡Insolente!

-¡Bruja!

Masaru, viendo el panorama decidió poner orden.

-Katsuki, no grites. Alterarás a tu abuela.-Le regañó su padre.

-Ha empezado ella, no es mi culpa que sea tan insoportable.

-Katsuki, vete a tu cuarto y no bajes hasta que sea la hora de la cena. No quiero que le provoques más tensión a tu abuela.

Bakugou ni se molestó en protestar, pues el hecho de no compartir más tiempo con su abuela era premio más que suficiente. Así que subió las escaleras para estar en paz en su habitación.

***

Horas más tarde, el adolescente tuvo que quedarse en el salón con sus padres y su abuela para explicarle los cuidados que debía darle a ésta.

-Bueno, ¿y qué demonios se supone que debo hacer?

-Debes darme la medicación del corazón después de desayunar y después de cenar. También tomo pastillas para dormir, las ingiero para la siesta y cuando me voy a dormir. Ah y debes pincharme la insulina dos veces al día.

"Joder."

-¿También tendré que limpiarte el culo?

-¡Pero bueno! ¡Qué desfachatez!-Exclamó indignada.-Mitsuki, has criado muy mal a tu hijo. ¡No tiene ningún tipo de respeto hacia sus mayores! ¿Acaso no te eduqué bien?

-Sí lo hiciste pero es que este mocoso no tiene remedio. No te haces idea de lo que es tener que soportarle día a día.

Katsuki, harto de escuchar las críticas de su madre y su abuela, se levantó del sofá y se fue.

-Ya tuve suficiente de esta mierda, si no tenéis nada más que decirme, me voy a mi habitación.

Los adultos no dijeron nada más y Bakugou no pudo sentirse más aliviado por ello, ya no soportaba a su abuela un minuto más y eso que apenas había llegado.

"Esto va a ser muy jodido pero hallaré la forma de ver a Kirishima, ni de coña desaprovecharé esta ocasión. Mis viejos no se esterarán, me cercioraré de ello."-Pensó esbozando una astuta sonrisa.

A pesar de que sabía que al arriesgarse podía perder, lo haría con tal de poder ver a Kirishima. No aguantaba más no poder estar con él, Katsuki se reuniría con él. Encontraría la manera.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

Tal vez haya sido algo aburrido este capítulo XD

De todos modos, ¡espero que os haya gustado!



You can't resist Daddy after all.[Kiribaku]Where stories live. Discover now