You can't resist Daddy after all.[Kiribaku]

Tiempo libre.(Parte II)

***
La pareja estaba sentada en una de las mesas cuando una simpática camarera se acercó para tomar su pedido.

-Buenos días, sean bienvenidos. ¿Qué desean tomar?

-Yo quiero un frappé latte.-Dijo Kirishima.

-De acuerdo, ¿lo quiere con un toque a caramelo?

-Sí, por favor.

La chica lo anotó y después dirigió su mirada hacia Bakugou.

-¿Y a ti qué te pongo, bombón?

Katsuki ignoró el piropo de la chica y simplemente le dijo lo que quería.

-Un café americano para mí.-Contestó Bakugou.

-Ajá.-Dijo la camarera mientras lo escribía en su pequeña libreta.-¿Quieres un poco de nata por encima?

-No.

-Está bien. Enseguida estarán sus pedidos.-Dijo para después guiñarle un ojo al rubio cenizo.

El pelirrojo se molestó en demasía, odiaba que le coqueteasen a su novio y le hubiera gustado decirle sus verdades a la cara. Sin embargo, como héroe; debía mantener la compostura. Al no ser que la chica se pasase demasiado.

-Qué descarada esa tipa.-Comentó Eijirou.-Ha coqueteado contigo de una manera muy descarada.

-Tsk, lo sé. Ha sido incómodo para mí. Pero, ¿Qué iba a hacer? No puedo armar un espectáculo aquí por que me haya coqueteado.

-Lo sé pero me da rabia.-Admitió el héroe.

-Entiendo...-Entonces se acercó a Eijirou para susurrarle:

-Luego te compenso, si quieres~

-Por supuesto que quiero, ¿acaso lo dudas~?

-Ni por un segundo, Ei.

Sin embargo, rompiendo aquella atmósfera romántica y repleta de tonteo, apareció la camarera con sus pedidos.

-Aquí tienen~

Les dejó a cada uno su café, añadiendo al pequeño plato que iba con la taza de Bakugou, un pequeño papel en el que la chica escribió su nombre y número de teléfono. Seguido de un mensaje: Llámame.

-¿Qué hay en ese papel, Kats?

-En nombre y número de teléfono de la camarera.

Aquello fue la gota que colmó el vaso, Kirishima se molestó bastante.

-Parece que voy  a tener que dejarle claras unas cuantas cosas a esa tipa.-Afirmó mientras se levantaba de la silla.

Bakugou, que no quería que su novio se metiera en problemas por su culpa, quiso detenerlo agarrando su muñeca.

-No, Ei. No te metas en problemas. Por favor.

Eijirou lo miró y le dijo:

-Tranquilo, solamente voy a hablar con ella. Puedes estar tranquilo.

El rubio cenizo se sintió aliviado.

-En ese caso, está bien.

Dejó de agarrarle y permitió que su novio se acercase a la chica; la cual estaba tras la barra.

Eijirou se aproximó a ella y llamó su atención.

-Oye, disculpa. Tengo que decirte algo.

La muchacha, sintiendo mucha curiosidad, se acercó a él.

-¿Sucede algo, señor?

-Sí, me ha molestado que haya estado coqueteando con mi novio. Así que le pido que no lo vuelva a hacer.