Prohibido ⌜✖⌟ YoonJin

⌜✩⌟

Las tentaciones como tú, merecen pecados como yo.

Anónimo

Desde el momento en que mis ojos vieron a ese chico, supe que quería matarlo. Saber que el idiota tenía la fortuna de besar a SeokJin sin restricciones, tocar su suave piel y disfrutar de su compañía, me dejaba mal, pero el simple echo de saber que el imbécil engañaba al chico que había robado toda mi cordura, eso sí me volvía un peligro para ese estúpido muchacho llamado Joshua.

La primera vez que lo ví, fue aquel día que fui a buscar a SeokJin al instituto. Recuerdo con claridad el momento en que ví a ese chico abrazar a SeokJin para después besar aquellos labios que tanto me fascinaban. Aquella imágen me había descolocado, así que, movido por los celos me acerque a ellos, alejando inmediatamente a mi pequeño del odioso muchacho.

La segunda ocasión en que lo ví, fue simplemente coincidencia. Había ido a la plaza comercial a comprar algunas cosas, y como ya es mi costumbre, vague por el lugar viendo las vitrinas de las tiendas. Recuerdo el momento exacto en que mis ojos lo reconocieron, el imbécil se encontraba abrazando a una linda chica, para después, besarla como si no hubiera un mañana.

Me sentí molesto, sabiendo que ese escuincle tenía la oportunidad de estar junto a mi SeokJin y en cambio, prefería engañarlo y pasar el rato con otra persona que para nada se asemejaba a lo perfecto que era Kim SeokJin.

Así que sin más, me di a la tarea de investigarlo. Conociendo a fondo su rutina y sobre todo, averiguando quién era la chica con la cual engañaba a Jin, llevándome la gran sorpresa de que la muchacha asistía al mismo instituto que SeokJin.

Solo tuve que seguirlo aquel día, verificar que estaría esperando a la muchacha en el instituto y aparcar mi auto lo más cercano posible al suyo, sin que me reconociera y después, todo fue sencillo. Encontrar a Jin, indicarle donde se encontraba el auto y ¡Whoala!

Un par de lágrimas, palabras y golpes, y SeokJin se encontraba en mis brazos.

En cierto modo, me sentía terrible al ver como SeokJin se deshacía en lágrimas por el muchacho imbécil, pero sabía que pronto estaría bien, yo me encargaría de ello y sobre todo, mi hermoso ángel no merecía estar con alguien que no lo merecía, que no le daba el tiempo ni el aprecio que yo podía brindarle y que SeokJin se merecía.

Después de aquello, las cosas solo habían ido para mejor, al menos, hasta que la madre de SeokJin volvió de su viaje. Arruinando por completo mis tiempos con SeokJin y sobre todo, manteniendo su mirada de desprecio hacia mi pequeño muchachito por no permitirnos estar a solas.

Odiaba a esa mujer, y pensaba que sería imposible odiarla más hasta que llegue a casa.

Desde la entrada, se podían escuchar las voces de SeokJin y el idiota de Joshua. Caminé hasta la sala, con la única intención de sacar al idiota de mi casa, cuando escuché la voz de SeokJin.

—Quítate de encima, Joshua, no estoy jugando.

—¿En verdad eso es lo que quieres? No tienes que fingir, Jin, se que deseas esto tanto como yo... —los puños se apretaron a mis costados al ver la imagen que estaba frente a mi.

Jin se encontraba recostado sobre el sofá, mientras que Joshua se encontraba a horcajadas sobre él a punto de besar su cuello

Una risa sarcástica y llena de molestia se me escapó de los labios, no sabiendo exactamente como controlar el impulso que tenía de acercarme al escuincle y partirle la cara.

—Suéltalo —dije con voz amenazante, mirando con furia a Joshua.

—¿Tú qué mierda haces acá?