16.- Mamá

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Día siguiente.

Debajo de aquel árbol donde su padre desde que era un pequeño niño lo sentaba para contarle diversos cuentos y dormirse arrullados por el vientecillo vespertino, Camus memorizaba una canción de cuna griega la cual oyó esa vez cuando en ese cumpleaños de Milo en Atenas donde hubo piscina, muchos dulces y amistad que doña Ágatha se la cantó a Milo quién en media noche despertó llorando.

Milo se durmió más tranquilo. Pero la canción que a palabras de Kardia era melancólica, para sus oídos era la más hermosa melodía cuyo significado ahora que ya sabía griego, se ajustaba a la historia de su madre y él...

Cuánto deseó que ella lo balanceara en la cuna. Cuanto deseó que en las noches ella le mostrara las estrellas que brillaban como miles de pequeñas joyas.

La había elegido para ser su mamá en esa vida, aunque no recordaba nada de ella, su olfato se impregnó de su aroma al minuto de nacer y lloró porque esperaba que ella lo cargue y le diera su primer alimento.

—¿ estás llorando Camus?—dijo Milo tomando su rostro entre sus manos.

—la canción es muy bella—dijo cerrando el cuaderno en tanto apartaba su rostro lloroso—pero la forma en que es cantada...

—tiene varios significados—murmuró Milo—se llama Nanourisma.

—si, quiere decir nana.

—¿ sabes?—el griego se arrecostó contra el tronco mientras sus mascotas se dedicaban a dormir en el césped recientemente mojado, Camus enfocó su mirada zafiro en su rostro—cuando vi a tu mamá me di cuenta que es tan joven como Dégel... nadie sabe como piensan los padres, pero ellos también cometen errores. Pero deben solucionarlos sin perjudicarnos, nosotros los hijos tenemos un corazón de muchas carnes...

—músculo, Milo—acotó Camus.

—ah si, eso—se sonrojó por su error, esa clase se durmió aburrido de oír que el cuerpo humano tenía tantos huesos como músculos, lo que le interesaba era que podía correr, tocar y comer. Anatomía pfff

—mamá no es mala...—dijo abriendo el cuaderno para señalar una línea—lo sé, lo siento... quizá, tuvo miedo...

" Yo también tuve miedo, pero supe afrontarlo... no quiero señalarla como alguien mala, pero se equivocó y mi mayor miedo es que adopte una posición que cause daño a Camus"

Dégel había hablado a Kardia una noche y él como buen curioso los oyó. Y fue entonces que supo que la canción de cuna que su amada abuela le cantó una noche era la indicada para su hermano pues con sus variadas interpretaciones una de ellas era la que le ayudaría a Camus cuando llegase el momento de oír la verdad.

—no lo es—lo abrazó sintiendo su cuerpo temblar—eres una perla muy hermosa en la vida del cuñis. Opsss ya me puse filósofo...

—hay muchas cosas que quiero saber de mamá, pero debo decirle a papá... sé bien que ella quiere pelear mi custodia con él, así que no quiero sufrir por sus acusaciones ni que me pongan a elegir con quien me quiero quedar... eso es muy feo Milo.

—shhh—lo calló—ellos querrán lo mejor para ti, si no se las verán conmigo si te hacen llorar...

—no te creo porque eres el primero en asustarte si ves a mi papá o abuelo molestos...

—¡oye!—protestó—siempre que quiero consolarte me dices eso—ofendido le sacó la lengua—eres un desconsiderado.

—si, si Milo—lo cortó—ya faltan pocos días para que seas más viejo de lo que eres...

Adolescencia e ilusiones. Temporada II " Pequeños" ©Where stories live. Discover now