Capítulo quince || Christopher, buen niño.

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Christopher:

Hoy era el gran día.

Tengo mi primera entrevista de trabajo. Me he levantado a las 05:00 a.m., es mejor que me sobre tiempo a que me falte.

Mis papeles ya están listos. Cuando estoy aseado bajo a desayunar, porque a veces suelo mancharme la ropa, así que vestirme será lo último que haga.

He cocinado delicioso. Gracias a mi madre por enseñarme, sin ella sería un completo desastre.

Me levanto a lavar lo que ocupé y vuelvo a la habitación cuando los dejo en su lugar.

He estado pensando en cuál sería el mejor atuendo para ir a una entrevista de trabajo. ¿Formal o semi-formal?

Lo formal es: pantalón, camisa, zapatos y corbata negra, con un saco azul.

Muy elegante.

Lo semi-formal es: pantalón negro, zapatos negros y una playera blanca.

Bastante más como yo soy.

Súper cómodo.

Aunque al final, creo que lo ideal es usar traje, podría parecer más serio y quizá el contrato me lo darían más rápido.

Estoy nervioso, hay un chico que irá a la entrevista una hora antes que yo, y yo entro a las diez. Por suerte la responsabilidad es lo mío, tengo listo todo y me queda mucho tiempo de sobra, pero para que no haya ningún inconveniente, mejor llego temprano.

No es por desearle mala suerte al otro chico, pero la verdad es que a mí me gustaría obtener ese trabajo y tengo miedo que se lo den a él.

Ojalá no llegue.

... Perdón chico de la entrevista, pero yo quiero estar ahí.

En el reloj veo que son las 08:25 y termino por anudar mi corbata, me lavo la boca y finalmente me doy un vistazo en el espejo.

Sonrío, con orgullo puedo decir que me veo perfecto.

Salgo de casa como el típico hombre de negocios, con mi maletín donde llevo mis papeles y mi celular y cartera en los bolsillos. Nada, necesito unos lentes negros para verme como matón.

Sólo falta que mi carita deje de ser de bebé...:)

Suelto un suspiro al llamar a un taxi, sé que quizá es una exageración de mi parte  porque seguro que llegaré a las nueve en punto, pero qué más da, no quiero correr riesgos.

Estoy muy nervioso.

Subo al taxi que se ha detenido y le indico a donde quiero llegar.

No puedo dejar de suspirar y morderme los labios en todo el camino. Sé que debo estar tranquilo y concentrarme en lo que viene, pero está la cosa que no me deja:

Hoy es el gran día, por dos.

Mi cronómetro ya está marcando los últimos 90 minutos para encontrar al amor de mi vida... ¡Ah!

¿Pueden creerlo? Dos cosas buenas en un mismo día.

Pero estoy muy nervioso, la hora exacta del encuentro es justamente a las 10:00, el momento exacto en el que entraré a la entrevista, y si voy a estar allí encerrado no sé cómo voy a saber dónde está el amor de mi vida.

El TIC TAC de tu amor || Chrisdiel.Where stories live. Discover now