Monólogo 8: A causa de tus ojos...

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Encontré de nuevo un suspiro en mis lágrimas, tenebrosas palabras inundaban mi mente. Tus ojos se me clavaban como puntiagudas espadas que me hacían sangrar el corazón. Se desvanece mi mundo, el cielo se viene abajo.

Minutos y segundos se abalanzan sobre mi, el fuego quema produciendo una sensación gratificante, quiero abandonar, quiero perecer. Sentado escuchando voces ajenas a mi mundo, sus sonrisas me siguen siendo indiferentes.

La melodía acompañante de mi vida, aminorando. No logro escucharla, poco a poco se va desvaneciendo. Mi piel se achicharra, se pela y cae, quedo en carne viva, cualquier roce me duele, cualquier palabra me daña.

Estoy encadenado, los grilletes me hacen gritar del dolor, me estoy convirtiendo en simple materia, estoy olvidando quién soy, me encuentro al borde del precipicio.

Y así acaba, mi cuerpo pereciendo, mi alma encadenada. Olvidando lo que era vivir. Así como la mente está instigando mi propio fin. Todo, a causa de tus ojos. 

Monólogos de un amor imposibleUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum