Monólogo 18: Dados

202 1 0
                                    

El arrepentimiento, el arrepentimiento de no haberlo intentado en su debido momento, de callar cuando no debía haberlo hecho, de frustrase cuando ya es demasiado tarde.

Mis pensamientos se nublan, han quedado en la oscuridad de algún lugar perdido en los confines del universo. Odio esa sensación de impotencia aislada que, al combinarse con la amargura producida por la confusión forman una mezcla que me destroza por dentro cual aflicción exorbitante.

Me llega a parecer hipócrita a mi mismo, el sentir estos celos, estos celos que son inadecuados a estas alturas de la carrera. Mis lamentaciones sirven lo mismo ahora que un espada a un arquero.

No entiendo ni mis lágrimas fruto de estar retenido en un bucle eterno, ni los celos incontrolados que a partir de ahora no me dejan vivir.

Ese intento que tanto terror me producía antaño, es del que ahora me arrepiento profundamente, no haber probado suerte ha sido el peor de mis errores. Un intento, que ahora exhuma mi cuerpo enterrado bajo tierra, el mismo que quema siendo el fuego que habita en mi.

Sigo igual que siempre, en estado infortuito porque a diferencia de ti, mi suerte sí que sigue dependiendo de los dados.

Du hast das Ende der veröffentlichten Teile erreicht.

⏰ Letzte Aktualisierung: Jan 17, 2015 ⏰

Füge diese Geschichte zu deiner Bibliothek hinzu, um über neue Kapitel informiert zu werden!

Monólogos de un amor imposibleWo Geschichten leben. Entdecke jetzt