Monólogo 14: Cuestión de sueños...

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El pesar, el pesar de la amargura inundando mi pecho. El batir, el batir de mis alas al volar hacia el sol donde me esperas, donde te comportas cual dios eterno.

Tengo que dejar de ser esa persona maniquea que solo piensa en ti, mis suspiros no son más que palabras que se quedan a medio paso de tus oídos y que nunca lograrás escuchar. Esas mismas palabras que me abrasan la garganta y no puedo regurgitar.

Te encuentro en mis mejores sueños, te veo en mis peores pesadillas. Cuando vuelo veloz hacía el cielo eres tu mis alas. Cuando me sumerjo en la inmensidad del océanos eres el aire que necesito para respirar.

No logro encontrarte en mi mundo, no eres otra cosa que un ente abstracto que necesita vivir de la caridad humana, un parásito retroactivo que se alimenta de mi esperanza, esa que nunca llega a convertirse en realidad. La que me hace desfallecer lentamente.

Pierdo el sentido al llegar al sol, el conocimiento al tocar fondo, he perdido esa razón que me agarraba a la vida, te he perdido a ti.  

Monólogos de un amor imposibleOnde histórias criam vida. Descubra agora