Capítulo 8

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Narra Tzuyu

Hoy eran de esos días en donde sabía que nada me hacía sentir tímida y creo que la señorita Sana se había dado cuenta, sabía que por mi parte estaba hablando de mas pero es que no me podía controlar.

-Descuide –dije después de haberle afirmado que sabía que ella me quería besar– solo me gusta jugar.

-Con esas cosas no se juegan, ni tampoco con... con... con lo de ayer –levanté la vista y noté como la señorita Sana tenía la vista hacía el suelo y sonreí.

-También me disculpo por eso, no quería hacerla sentir incómoda es solo que... es solo que a veces me cuesta controlarme.

-¿Controlarte? –Preguntó dudosa- ¿A que te refieres con controlarse?

-A todo lo que implica esa palabra... no controlo lo que puedo decir, lo que puedo pensar, mis actos, mi vida –había obtenido su atención– y realmente ayer... ayer no controlé nada de eso.

-¿Enserio te molesto que Sehun me viera como un pedazo de carne?

-Obvio que me molestó porque aunque usted no lo crea, las chicas con las que tengo sexo no son un pedazo de carne. No me acuesto con todas las que me mueven el culo porque le podría jurar que son muchas. Me gustan las especiales.

-¿Especiales?

-Si –dije cruzando mis piernas– para muchas solo soy un experimento y a esas ni un beso, pero me gusta saber lo que puedo llegar a producir con una mirada –la miré directamente a los ojos– con una palabra, un roce, una conversación. Me gustan las chicas que realmente prestan atención a mis movimientos, porque yo también los hago con ellas.

-Vaya, eres muy buenas con las palabras.

-Solo en estas ocasiones, señorita Sana.

-¿Y que ocasión es esta? –sonreí.

-En donde usted se siente pequeña a mi lado y tiene la necesidad de salir corriendo de acá desde que se sentó pero la intrigo tanto que se le hace imposible levantar su lindo trasero e irse –noté como había quedado en shock– descuide, como usted se siente en estos momentos me siento yo los días de la semana. Somos reyes de nuestro hábitat y el colegio nunca será el mío.

-Entonces tu serás así conmigo cada vez que no estemos en el colegio.

-No solo con usted, puede ser con cualquiera –ella dejó escapar una leve carcajada irónica– lo siento, le dije que no me controlaba.

-No tienes porque controlarte conmigo.

-Tzuyu –era mi padre– Lo siento ¿Estas ocupada? –miré a Sana.

-Algo –respondí sin dejar de mirarla– ¿Qué pasa?

-Es hora de irnos –miré mi celular y ya eran las dos de la mañana ¿Cómo había pasado tan rápido la hora?– te espero en el jardín, no te demores.

-No lo haré –me levanté de la mesa y noté que nos habíamos tomado la botella de vino– lo siento, me tengo que ir me hubiera gustado quedarme.

-Supongo que nos vemos en el instituto.

-Si, también supongo lo mismo –me acerqué a ella y me despedí con un beso en su rostro– adiós señorita Sana –voltee y caminé hasta la puerta.

-¡TZUYU! –Gritó– recuerda que el instituto es mi hábitat –sonreí y solo le guiñé un ojo.

Narra Sana

Había estado todo el fin de semana pensando en Tzuyu, me acordaba de lo del bar hasta la fiesta de mi tío, nunca antes la había visto tan segura de ella misma, de sus oportunidades. Yo creía que era la típica chica tímida que le ha tenido una vida muy difícil y se refugia en cosas como el boxeo y en sexo pero no, Tzuyu era diferente.

Sessions Of Love (Satzu)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon