Capítulo 23

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Narra Sana

No me di cuenta cuando me quedé dormida, solo sabía que había sido después de haber llorado durante horas, cosa que no pasaba desde que mis padres fallecieron. Tengo que admitir que los brazos de Momo fueron de gran ayuda, se quedó despierta durante horas hasta que se me pasara el maldito ataque de llanto.

Toda la noche mientras estuve despierta me sentí una mierda, la peor persona que pisa la tierra, tenía ganas de salir corriendo y meterme a la cabaña de Tzuyu por la ventana, lanzarme sobre ella, besar cada centímetro de su rostro y rogarle que me perdonara y si, por ella era capaz de rogar, de suplicar de implorar que me perdonara porque por alguna extrañara razón que desconozco esa chica de 19 años en pocas semanas había colocado mi mundo de cabeza. Le había dado la adrenalina que no tenía, me había devuelto las ganas de vivir, de sentir, de inspeccionar otros rasgos de mí que desconocía. En poco menos de un mes ella había logrado tenerme a sus pies, era dueña de mis pensamientos y hasta de mis sueños, de mis deseos mas profundos y desconocidos, todo alrededor de mí decía Chou Tzuyu y me estaba matando.

-¿Estas despierta? –Momo susurró.

-Si, creo que no puedo seguir durmiendo –dije colocándome de espalda y mirando hacía el techo.

-Tampoco es como si hubieras dormido mucho.

-No puedo dormir Momo –la quedé mirando y las lágrimas volvieron a surgir– Oh no, de nuevo no –llevé mis manos a mis ojos y comencé a llorar.

-Amiga, tienes que dejar de llorar.

-No puedo –dije colocándome de pie y comencé a caminar por cada rincón de la cabaña– es algo que no soporto, no soporto saber que le hice daño, verla llorar ayer... verla llorar ayer me hizo añicos Momo. Las ganas de abrazarla, de besar su frente y decirle que siempre, siempre podrá contar conmigo eran indescriptibles y ahora... ahora estoy acá sola, sin ella...

-Hablas como... como si lo que tuvieran fuera mas que solo sexo y buena compañía –solo la quedé mirando.

-Era a lo que le temía, ella ha botado una por una todas mis barreras y ahora... ahora las cagué Momo, las cagué –me lancé a la cama y acomodé mi cabeza en sus piernas mientras que ella me acariciaba el cabello. Mientras lo hacía el sueño se volvió a apoderar nuevamente de mi, mientras mis ojos se cerraban comencé a recordar como nos conocimos, cómo lograba colocarla nerviosa, su sonrisa, la primera vez que la escuché reírse, el constante coqueteo, nuestro primer beso– creo que la quie.... –antes de terminar la frase tocaron la puerta.

-¿Quién es? –preguntó Momo.

-Shuhua –Mierda ¿Le habrá pasado algo a Tzuyu?, me levanté lo mas rápido que pude y abrí la puerta.

-¿Qué paso? ¿Se fue verdad? Lo sabía, lo jodí Momo, lo jodí –me senté en la cama con las manos en el rostro a llorar.

-No, no se fue –dijo Shuhua– solo es que ayer llegó muy mal después de hablar contigo, no podía dormir y decidió ir a trotar, la esperé toda la noche y no llego.

-OH DIOS MÍO –sentí como mi corazón estaba a punto de salirse.

-Volvió hoy en la mañana completamente empapada, con fiebre, tos y temblaba demasiado, creo que se resfrío y creo que algo a la garganta porque no puede hablar. Necesitamos un médico.

-Acá hay uno, deja y me encargo –dije sacándome las lágrimas– a todo esto quiero que todos vayan a la excursión –miré a Shuhua– incluso tu Shuhua.

-¿Pero quién se quedará con ella?

-Yo –Shuhua y Momo me quedaron mirando.

-No sé si es buena idea –dijo mi amiga– después de lo que paso, ya sabes.

Sessions Of Love (Satzu)Where stories live. Discover now