Capítulo 18

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Narra Sana

Me coloqué la bata sobre mi ropa interior y bajé hasta el living, me serví una copa de vino, prendí el televisor y me puse a esperar a Tzuyu. Estaba desesperada, nos habíamos besado hace menos de una hora y ya la extrañaba nunca antes me había pasado algo así. Era increíble como cada vez que pensaba o recordaba lo que acababa de pasar cada parte de mi cuerpo la recordaba y la extrañaba.

Había tenido este tipo de contacto con otros estudiantes y les había hecho firmar un contrato de silencio completamente legalizado, pero con Tzuyu ni siquiera lo pensé, sé que ella no diría absolutamente nada ni que sus amigas ni las mías lo harían y lo que hacía más complicado este asunto era que yo me llevaba bien con sus amigas las cuales eran mis alumnas y ella se llevaba excelente con las mías. Especialmente con Momo, esa extraña conexión que tuvieran apenas Tzuyu cruzó esa puerta la primera vez era rara, pero me agradaba.

Tzuyu: ¿Sigues sola? –No pude evitar sonreír.

Sana: Dime que estas afuera de mi departamento o me iré a dormir, nunca he esperado tanto por alguien Chou.

Tzuyu: Bueno siempre hay una primera vez para todo ¿No? Y si, ábreme la puerta que ni siquiera puedo tocar el timbre. Apúrate.

¿Ni siquiera puede tocar el timbre? Dejé el celular en el sofá y me dirigí hacía la puerta, la abrí y estaba ella con su estúpida sonrisa que me derretía, con sus estúpidos ojos color marrón y su maldito beanie que me estaba matando.

–Hola –dijo levantando dos bolsas blancas– creí que tendrías hambre y no precisamente de mí –una carcajada se me salió y a ella también- ¿Me harás pasar o comeremos acá en el suelo?

-Oh, lo siento pasa –Tzuyu pasó y cuando cruzó frente a mí noté su perfume y recordé cuando me acomodé en su cuello hace una hora atrás en ese cuarto- ¿Qué trajiste? –pregunté cerrando la puerta.

-Bueno no sé si te gusta, pero es mi comida favorita y tenía antojo así que –Tzuyu sacó el contenido de la bolsa y lo dejó sobre la mesa– es sushi dime que te gusta o te juro que soy capaz de lanzarme de tu terraza –sonreí.

-Me encanta el sushi –dije sentándome frente a ella– pero tú no tomas vino verdad –ella me quedó mirando.

-Creo que una copa de vino blanco no me haría mal.

- ¿Solo una? –me acerqué a ella con mis manos en mi rostro.

-Eres adorable –entonces ella se acercó a mí, agarró mi barbilla y depositó un tímido beso sobre los míos. Era estúpido que ese estúpido beso insignificante tuviera esta estúpida reacción en mí. Parecía una estúpida chica de quince años que se había puesto de novia por primera vez.

-Iré a buscar el vino –toqué la punta de su nariz y fui hacía la mesa que estaba al lado del sofá donde había estado tomándome una copa antes– lamento que esté abierto, pero tenía que esperarte y te demoraste mucho.

-Lo sé, pensé en llamarte, pero... pero la sorpresa se arruinaría.

-Qué raro –dije mirando la mesa.

- ¿Qué cosa?

-Ya no me tratas de usted –ella sonrió.

-Se siente raro hacerlo después de... bueno... ya sabes.

-En el instituto tendrás que hacerlo –comenzamos a comer y a hablar como si nos conociéramos de toda la vida.

-Descuide señorita Sana –dijo mirándome directamente a los ojos– que en el instituto volveré a ser su sumisa - ¿Sumisa? Esa palabra me hizo delirar en imágenes que se vinieron a mi cabeza ¡Tienes que parar Sana, tienes que parar! - ¿Dónde fueron las chicas?

Sessions Of Love (Satzu)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin