El rey de Bastón

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Capítulo 7

Esto que les contaré no es una historia nueva. Esto pasó hace 50 años. La locura de un rey desató el cambio de 7 naciones. Sin embargo esta no es la historia del rey y su locura. Esta es la historia de Akana Abel, quien fue dueño de la ira que sacudió el mundo por segunda vez.

La isla prometida había sido buscada por rey Alful II por más de 10 años, y entonces en el día menos esperado uno de sus sirvientes le contó una historia

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La isla prometida había sido buscada por rey Alful II por más de 10 años, y entonces en el día menos esperado uno de sus sirvientes le contó una historia.

ーCuentan los aldeanos de la isla de Abon que una vez un hombre explorador de los océanos encontró una isla muy extraña en uno de sus tantos viajes. ーLos oídos del rey estaban ansiosos por escuchar el resto de la historia. Alzó su voz y exclamó:

ー¿Que esperas para contarme el resto?

El hombre, sujetando su sombrero muy nervioso, prosiguió:

ーDicen que la isla tenía hermosas ninfas con el pelo blanco, piel pálida y unos brillantes ojos celestes que podían verse incluso en la oscuridad. El explorador les explicó que regresó en cuanto pudo para llevar consigo a sus camaradas a la isla para atestiguar el maravilloso descubrimiento, pero al llegar... No había nada en ese lugar. Entonces ellos...

El rey entonces se exaltó interrumpiéndolo.

ー¡Ah! Entonces es verdad que la isla puede moverse.

El sirviente desvió la mirada ante la conclusión de su rey, ya que era más racional pensar que aquel hombre había cometido un error al volver a la ubicación de la isla. Pero el rey estaba muy convencido de que el mito de la isla caminante era cierto.

Cuando la noche cayó, el rey se encontraba dentro de sus aposentos. Sintió unos suaves toques en la puerta antes de que se abriera y su hermana apareciera en el umbral.

ー¿Por qué te obsesiona tanto esa isla de los cuentos?ーQuiso saber Abelle cerrando la puerta detrás de ella.

ーNo es un cuento, Omega ーdijo élー es real y está allá afuera en algún lado.

Abelle se acercó hasta él desabotonándose la camisola hasta la cintura con sutiles movimientos. Cuando estuvo situada a su lado en la cama, inclinó su cabeza sobre su regazo con fingida inocencia.

ーNo ha respondido a mi pregunta, mi señor.

El rey tomó la cintura de Abelle y la acomodó sobre sus piernas deslizándole una mano por debajo de la falda.

ーAquel que la encuentre tendrá el poder absoluto. ーmurmuró el rey mientras iba despojando a su hermana menor de la última prenda.

Esa noche, bajo la suave luz de las velas, lentamente sus sombras se volvieron una.

«Omegas, omegas, omegas ー pensó el rey en medio de una noche que se hacía cada vez más oscuraー sean tu familia o no, todo lo que buscan es tener a un alfa entre sus piernas.»

Bajo el creciente sol de la mañana se veía el rostro de un hombre desarmado y sin rastro de misericordia o cordura. Tomó a doscientos hombres y cien dragones de carga para emprender un incongruente viaje, separando a hombres nobles de sus familias para embarcarse en la búsqueda de sus delirios.

ーHoy es un día para rememorar, hoy marcaremos un antes y un después en nuestra historia. Emprenderemos un viaje en búsqueda del mayor tesoro de la humanidad. Yo, Alful II, declaro que este día permanecerá grabado en las futuras generaciones, y cada uno de sus nombres serán recordados para siempre.

Todos en la gran ciudad de Betan vieron como sus doscientos hombres invadieron los cielos montados en sus dragones. A la cabeza lideraba su rey, quien dejó su trono, su corona y su castillo para encontrar el tesoro absoluto de la humanidad.

Las personas se amontonaban en las montañas y los tejados más altos tan solo para ver cómo partían sin destino hacia lo desconocido; con un silencioso adiós eterno reflejado en los ojos.

La muerte se anunció en medio de su largo e indefinido viaje. Sin idea de porque habían dejado sus hogares, algunas almas habían desocupado sus cuerpos. La ira de los cielos era mayor que la locura de su amo. La victoria se volvió mito y la pérdida poema.

Al final de los cien días todo lo que alcanzaban a ver eran océanos, cielos y más horizontes infinitos. Entre las noches y los días se habían quedado sin alimento suficiente para los cientos veinte hombres restantes. El rey, quien ya antes de iniciar su viaje no tenía suficiente cordura, había perdido lo poco que había conservado durante su vida.

ー¿Tan solo voy a morir aquí en un viaje sin retorno? ーSe cuestionó en voz alta.

Uno de sus hombres que alcanzó a escucharlo, lo miro bastante desganado y pálido como un muerto y le dijo:

ーNo mi señor, aún podemos volver.

Él moribundo rey giró la cabeza bruscamente y le gritó:

ー¡¿Volver?! Siendo yo quien inicio todo esto, jamás volvería sin haber cumplido mi palabra. Antes moriría en lo desconocido a tener que vivir en la vergüenza de haber fracasado.

Su soldado suspiro y le volvió la vista a la puesta de sol que comenzaba a ocultarse lentamente.

ー Me siento aliviado de saber que es usted un hombre de palabra, majestad. Espero que también recuerde lo que nos prometió. - Su voz se fue haciendo más y más débil con cada palabraー. Cuando esta gran hazaña haya concluido, por favor no desampare a nuestras familias, y mantenga su palabra hasta el final. Para mí fue un honor haberle servido... ー El soldado, ya sin fuerzas, fue soltando las riendas que lo mantenía sobre el dragón en pleno vuelo. El rey miró por encima de su hombro como aquel soldado había desaparecido con la puesta de sol.

"Recuerde cuidar de nuestras familias"

Los soldados del rey se habían convertido en abejas sin aguijón en el cielo. En la tarde del día numero doscientos, exactamente el número de soldados que emprendieron el viaje, se notaba a la distancia una pequeña acumulación de tierra en el horizonte. El rey había despertado tantas noches viendo el espejismo de una isla que, esta vez, también pensó que era otra de sus alucinaciones. Sin embargo, los pocos soldados que aún respiraban forzosamente, también podían ver el mismo espejismo de su rey.

 Sin embargo, los pocos soldados que aún respiraban forzosamente, también podían ver el mismo espejismo de su rey

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The Crown; La caída de los siete reinos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora