Antes de la caída

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Hace un tiempo se contaba la historia de una isla creada por los dioses. Era llamada la isla prometida. Algunos hombres llegaron por error a aquellas tierras y ellos describían las maravillas de la isla como una utopía que el hombre jamás podrá poseer permanentemente. Yo viví en aquella utopía creada por la mentira de un hombre hace 3, 000 años atrás. 

Mi memba (madre alfa) me dio un nombre con un significado muy especial, "Akana" significaba "paz" en nuestro idioma natal. Pero en mi no habitaba únicamente paz, había un torbellino en mi interior y creo que esa fue la razón por la que recibí tal nombre. Mi memba quizás pensó que así evitaría mi destino. Algunas veces escuchaba voces y todas se escuchaban iguales; ligeramente distintas. Eran personas que parecían ser yo mismo, pero al mismo tiempo no lo eran. No lo entendía y quizás nunca llegue a entenderlo, pero desde pequeño supe que no era "paz"

Por alguna extraña razón, dentro de mi alma había un pequeño sentimiento de resentimiento, a pesar de ser tan solo un niño que aún no había acumulado suficiente experiencias en la vida como para sentir algo así. Una Madrona (sabio o adivino) una vez estaba enseñándoles a algunos niños de la villa sobre la leyenda del alma que ha vivido más de una vez. Ella explicó que algunas almas por alguna razón o castigo vivían más de una vez y que en cada vida eran capaces de conservar algunos sentimientos enraizados en sus corazones. Me sorprendí bastante cuando dijo que los sentimientos más fuertes y que se mantienen por más tiempo dentro de nuestras almas son aquellos que eran negativos, como el odio, la tristeza o el resentimiento.

Cuando conocí a mi kaze (esposo) tenía cuatro años. Recuerdo que aquel día fue extraño, en cuanto lo vi pude ver muchas cosas en él. Dolor, tristeza, decepción y culpa. Entonces una voz invadió mi cabeza, escuché la voz de mi madre decirme "cuando alguien está triste, un pequeño abrazo servirá" por eso, lo abrase, y al hacerlo sentí como todos sus pesares dejaban su cuerpo y entraban al mío. Yo podía disipar el dolor dentro de los corazones de otras personas. Aunque para entonces aún no lo sabía. Mi kaze siempre supo que era diferente pero nunca me hizo a un lado por eso. Él me acepto tal y como era.

Su nombre es Azkal, un hombre alfa con un gran corazón y interminable devoción hacia su familia. Él me protege en los grandes inviernos y camina conmigo siempre tomados de la mano. Cada vez que sonríe lo hace con tal ternura y dulzura, ¡Santo cielos! No podría haberme encontrado en este mundo un destino más hermoso. Lo amo con toda el alma y sueño formar una familia con el. Sin embargo, alguna noches tengo sueños... no, pesadillas, donde veo las villas consumirse en fuego. Veo gente correr de un lado al otro, llorando mientras sus casas se están convirtiendo en cenizas con sus familias dentro.

En uno de esos sueños me vi a mi mismo en el reflejo del agua, era yo mismo pero de alguna forma parecía ser otra persona. Luego vi a un hombre en el suelo, era parecido a mi kaze pero ciertamente no era él. Aquel hombre estaba muy herido y entre disimuladas lágrimas murmuró, "nos encontraremos de nuevo... en la puerta de la Atelalla" me aterrorizó la manera en que sus labios mencionaron esa palabra. Sentí que había escuchado varías veces lo mismo, en una villa distinta, bajo un cielo distinto, pero eran siempre las mismas palabras. ¿Acaso esa triste historia dentro de mis pesadillas se volverá a repetir? Por favor, Azzett, no permitas que eso suceda, no aquí, no ahora. Espero al menos contemplar los ojos de mi hijo por primera vez... ¿Serán azul cielo como los míos o amarillos como los de su padre?

The Crown; La caída de los siete reinos.Место, где живут истории. Откройте их для себя