Capítulo 14: Parece que no puedo tenerlo lejos.

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Owen.

Sanft y Kurt apenas pudieron hablar el día de ayer pero no hablaron de otra cosa que no fuera en qué clase y en qué año iban. Kurt no recordaba mucho y Sanft parecía callarse lo poco que sabía.

Ambos son unos raros.

Elevé el rostro frente la regadera para que el agua se llevara la espuma del shampoo. Había ido a la universidad temprano y volví para tomar una ducha y regresar. Era estresante sentir que vivías en la universidad y tu apartamento solo era un hotel.

El agua estaba fría. No me gustaba bañarme con agua caliente. Tendía a quedarme dormido cuando el agua se encontraba cálida y muy caliente era insoportable.

Al menos no se empañan los cristales de vapor.

Apoyé la mano en la puerta transparente, girándome para tomar el acondicionador. Cerré un momento la regadera y recogí mi cabello para aplicar el producto.

—Ya debería cortarlo. Gastas más dinero en tratamientos, Owen. —Me hablé a mí mismo.

El plan era cortarlo la semana entrante pero tal vez estaría ocupado con los proyectos así que lo tenía que posponer de nuevo.

—Oye, O-Owen. ¿A la-las 4 debemos esta-tar ahí? —Inquirió Kurt.

—Seh, solo termino de bañarme y...

¿Por qué Kurt está dentro del baño?

—Kurt, ¿qué haces aquí? —Me mantuve de espaldas, tratando de mantener la calma.

—S-Solo te esta-taba buscando por eso. —Habló neutral.

Fue cuando en mi retraso recordé que la puerta de la ducha era transparente.

Apagué la regadera y me volteé pegando de gritos para que se saliera de la habitación. Jalé la toalla sobre el cristal y me envolví en ella. Él vio mis movimientos confundido, alejándose lentamente hasta cerrar la puerta sin quitar el ojo de mi cuerpo.

—¡¿Estabas viendo lo que qué creo que estabas viendo?! —El enojo me derramó rojo en el rostro.

Me sostuve con fuerza del mango para no tropezarme.

—N-No —negó de inmediato—. Ok, s-sí, perdón. Es i-inevitable. Me g-gusta averiguar cómo es u-un tamaño normal. Y de v-verdad es muy normal.

—Si sigues hablando no te llevo conmigo, rana del inframundo.

—P-Perdón.

~•~•~•~

El sonido de las zapatillas contra el piso de la cancha resonaba desde lejos hasta nuestros oídos sin siquiera haber entrado. Kurt llevaba mi computadora mientras yo comía una paleta de hielo que se derretía por el sol.

—¿No quieres? Es de limón. —Comenté sin detener mis pasos.

—Ah. —Abrió la boca, deteniéndose un momento.

—Solo debes decir: "Sí, Owen. Dame un poco". —Resoplé, agachándome para que le diera una mordida a la paleta—. ¿Qué demonios significa "ah" en tu cabeza?

Se encogió de hombros y siguió su camino cual niño caprichoso. En serio había caído de mi gracia hace tiempo, pero me era inevitable no tenerlo cerca pues me hacía reír demasiado con sus actitudes de primaria.

No tuve que acelerar mucho pues por mis piernas yo caminaba más rápido. Ya a su lado bajé la velocidad y troné mi cuello por no apartar la vista de nuestras sombras. Era uno de los malos hábito que tenía, ver la sombra de los demás porque me gustaban esas formas como referencias a la hora de plasmar algo.

El apartamento que se convirtió en zoológico. {FINALIZADO}Where stories live. Discover now