Capítulo 28: La jirafa odia los árboles altos, las obsesiones y su cobardía.

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Owen.

La cobardía era peculiar en mi caso. Algunas cosas podían parecer de cobardes pero yo no las tomaba así; solo no quería hacer algo que no me gustaba, no era huir. Aunque es cierto que todos somos un poco cobardes.

No sabemos decir en voz alta "me gustas", "lo siento" y "te perdono".

—Ya no sé ni qué hacer. —Murmuré al teléfono, rogando porque Kurt no pudiera escucharme.

—Owen, quiero que salgas del baño de Kurt, te sientes en esa puta sala, vean un poco de la película y lo beses apasionadamente toda la tarde. No seas cobarde. Ahora, ¡vamos, párate de la taza donde estás sentado y sal, carajo! ¡SAL! —Tain me alentó a gritos, lo que me hizo asustar y cubrir la bocina a pesar de que era improbable que Kurt escuchara eso.

—Estás loca. Solo te llamaba para decirte que me daba cosa ahora estar sentado en el mismo lugar, ¿vale? —Mascullé con molestia, rogándole que bajara la voz.

Escuché más voces detrás de la línea. Le dije que me respondiera hasta que escuché la voz de Sasu al teléfono. Me dijo que quería saludar, que estaba con Tain aún en la universidad y que se había enterado de que yo comencé a salir con el chico de cabello verde que había visto en el parque de diversiones hace una semana.

—¿Estás nervioso de estar con él, eh? —Me provocó, consiguiendo de nuevo mi petición de detenerse antes de que el corazón me explotara.

Me levanté para dar vueltas en el pequeño baño. Miré con esa mirada del viejo de los memes que parece hastiado, frente a mí estaba su cortina de baño con el dibujo de pequeñas ranas. Detrás de mí el espejo tenía stickers de un pato y su cepillo de dientes era una vaca. De un momento a otro, estaba saliendo con un lunático por los animales al que quería demasiado.

Tenemos una semana saliendo y él se porta como si fuéramos pareja desde hace meses. Tengo miedo de arruinar eso.

—Si él te toma la mano o parece haber entrado en confianza contigo es porque de verdad ya pasaron mucho tiempo juntos —la voz de la razón fue Sasu, quien al mismo tiempo le decía a Tain que el consejo también era para ella. Era una tenía en relaciones al parecer—. Así como yo puedo hablarte como si nos conociéramos desde siempre. Sentir cariño por alguien te hace sentir cercano. Ahora sal, Owen. No dejes solo a tu novio viendo la película de Disney que tú querías ver.

—Entendido, Coronel Tik Tok. —Colgué la llamada sin antes escuchar su risa y su recordatorio de lo gracioso que yo podía llegar a ser.

Mojé mi rostro al igual que mi cabello en el lavabo. Me señalé frente al espejo y me recordé que tenía un excelente cabello, y un no tan feo rostro.

—Vas a salir, te sentarás con tu novio, dejarás que te tome de la mano y comerán palomitas y helado como si fueran los únicos humanos en este mundo. —Me repetí, dándome un par de golpes en el pecho.

Me sacudí antes de abrir la puerta del baño para pisar su sala. Miré con orgullo al frente, aunque ese orgullo fue en picada antes de que gritara por la cucaracha en la pared que había entrado pues Kurt dejó su ventana abierta pues "el atardecer se verá lindo hoy".

—NO ME JODAS, ES GIGANTE. —Corrí asustado sin poder contener mi gritos, dando vueltas en círculos sin saber a dónde dirigirme.

—¡No la ma-mates! —Oí los gritos de Kurt aproximarse.

—¡NI SIQUIERA LA VOY A TOCAR! —Exclamé.

El chico aguacate llegó a mi rescate, tirando la sabana en la que estaba envuelto al suelo. Se movió por el pasillo con cuidado y me dijo que me agachara pues la cucaracha volaba. Me oculté detrás de su espalda, aferrándome a él sin parar de gritar pues el insecto ya extendía sus alas.

El apartamento que se convirtió en zoológico. {FINALIZADO}Where stories live. Discover now