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Los días estaban pasando demasiado rápido, había pasado una excelente Navidad. Tuvo suerte y NamJoon le dio los días libres, sólo le hizo realizar unas llamadas y organizar unos papeles para no tener molestias. Al ser su asistente no lo necesitaría ya que siendo él el jefe se tomaría todos esos días sin ir al trabajo, TaeHyung agradecía eso, porque sabía que su ex-cuñado pudo haberse enojado por ello.

Jin le tiene mucho rencor igual que Jungkook y es por eso que no le gusta que su alfa tenga consideraciones con él, porque según Jin, no se lo merece. 

Igual agradecía que NamJoon le haya hecho ese afecto.

Su cachorro estaría de vuelta muy pronto, ya que su cumpleaños era en dos días, eso quiere decir que su bebé estaría en casa mañana.

Gritaba de emoción, por fin vería a su pequeño, sólo habían sido unos días, pero él sentía que eran eternidades sin su bebé, lo extrañaba como loco. 

Le había llamado dedicándole un "feliz Navidad" a él y a Minnie, diciéndole que estaba bien y que lo extrañaba muchísimo,  junto con un montón de besos. Eso había sido suficiente para calmarlo y alegrarle. 

Suspiró, le dolía pensar en la realidad y le atemorizaba todo, por eso quería tenerle ya en brazos. 

Sacudió su cabeza negando, no tenía que pensar en ello.

El timbre de casa sonó exaltándolo. Miró el reloj de pared y se dio cuenta que ya era hora de que su visita llegara, sus nervios se elevaron. Le dedicó una mirada a su bebé que yacía aún dormido en el corral que tenía en la sala de casa.

Respiró profundo y se acercó a la puerta, para luego abrirla y encontrar a su padre del otro lado, el hombre le sonrió y él le devolvió la sonrisa. No era falsa, en verdad le agradaba ver a su padre y por eso se permitió el abrazo que se dieron.

El hombre entró y TaeHyung cerró la puerta luego de eso. Al llegar a la sala, el hombre se quedó paralizado en medio de esta al ver un punto fijo. Su bebé había despertado y le miraba fijamente. Con nerviosismo el hombre se acercó y quedó frente al pequeño, este estiró sus bracitos y le sonrió. El hombre sollozó y una traicionera lágrima se le escapa.

—E-Es hermoso. —pronuncia por primera vez. Mira a TaeHyung y éste entiende de inmediato, así que asiente. El hombre toma en brazos al pequeño—. Tiene tus ojos. —dice, mientras sorbe por la nariz. El pequeño estira su bracito y agarra su nariz jugando con ella. El hombre vuelve a sollozar y sonríe. 

TaeHyung aprecia todo con lágrimas en sus ojos por esa escena, era la primera vez que su padre conocía a su otro nieto, era una conmovedora escena.

Se sientan y el hombre mantiene al pequeño en brazos, mientras que TaeHyung los mira con añoranza. El pequeñín juega con los botones de la camisa del hombre y éste juguetea con su barriguita haciéndole reír. 

—¿Te quedarás a almorzar? —inquiere el omega llamando su atención. 

—Si no te molesta.

—Para nada.

Luego de tener ese grato encuentro TaeHyung preparó el almuerzo, comieron como si no pasara nada, como si no hubiera esa pequeña tensión en ambos. Con risas y anécdotas comieron con un Minnie en brazos. Eso era lo malo de un bebé, que a veces te tocaba comer con ellos encima, pero TaeHyung ya estaba acostumbrado. Terminaron y el padre se empeñó en lavar los trastes. Vaya... se dice el omega, aquel hombre importante de negocios lavando trastes. Jamás se lo imaginó ya que su padre nunca tocó siquiera el lavado en casa, para eso tenía quién lo hiciera.

Se sentaron en el sillón para hablar. TaeHyung había dejado a su bebé en el corral con una mamila y ahora estaba dormido, vaya que envidia la capacidad de dormir del pequeño.

La verdad no contada |KookV| [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora