Gracias por leer mi historia, espero te guste <3
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La joven vagaba por la calle, la noche había llegado a aquel solitario lugar. Silencio, era lo único que oía, su respiración agitada, consecuencia de caminar con rapidez para llegar. Así hogar. Captó unos pasos a su espalda, mas no le presto demasiada atención, eran suaves y tranquilos; no parecía alguien ofensivo.
Estremeció al sentir el contacto de algo frío en su nuca: el cañón de una pistola.
- Dame todo lo que tienes.- indicó lo que parecía ser un hombre, su voz era bastante áspera, aunque podía notar como el cañón temblaba sobre su cuello: él temblaba.
Cautelosamente abrió su mochilla, sacando aquel nuevo teléfono que su padre había insistido en comprar y unas pocas monedas.
- Dije que todo.
- No llevo más, yo...
El estruendo de la bala retumbó en el silencio, mientras sentía como aquel líquido carmín caía desde su rodilla hasta el suelo y a la vez, aquel hombre; huía.
...
Abrió los ojos, con lentitud, le pesaban demasiado. Podía reconocer claramente que esa no era su casa.
Un chico a su lado la miraba fijamente, sentado en una silla, mentiría si dijera que no era atractivo.
Sin articular ninguna palabra, se levantó y encendió su teléfono.
- ¿Quién er...?
El joven posó uno de sus dedos sobre los labios de la joven, indicando silencio. Pudo ver como las mejillas de la joven adoptaron un color rojizo, alejándose de ella inmediatamente.
- Buenas tardes señor [...] Bien, ¿y usted? [...] No no ha habido ningún problema, solo llamaba para informarle de que su hija ha despertado, al parecer la anestesia ha durado menos de lo esperado. [...] Si, la extracción de la bala ha sido exitosa señor. [...] De acuerdo, aquí le esperamos.
- ¿Cómo te encuentras?- habló el chico hacia ella, su tono de voz era firme, mientras inspeccionaba a la joven en busca de alguna expresión que demostrara dolor.
- Bien, gracias.
El hombre asintió lentamente, mientras volvía a sentarse.
Tras varios minutos, la puerta se abrió abruptamente.
- ¿Te encuentras bien?- el padre de la joven entró a la sala soltando un jadeo, acercándose a su hija.
- Si, no te preocupes.
- Hija, te presento a Hugo, últimamente he estado recibiendo algunas amenazas y desde el encuentro de anoche creo que es necesario que alguien cuide de ti.
La joven paseó su mirada sobre el chico, su expresión era relajada, sus manos sobre los bolsillos y su ceño algo fruncido.
- Meli - extendió su mano.
- Hugo. - Respondió al saludo el joven.
- Tengo que irme, cuidame la niña.- se dirigió a Hugo.
- Si, señor.
Su presencia desapareció en la sala, dejando a los jóvenes solos.
- Tenemos que quedarnos hasta que le den el alta.
La chica sopló demostrando su inconformidad y pensó en alguna distracción, ya que no tenía un nuevo teléfono.
- Veo veo...
- Tengo que ser estrictamente formal con usted, Melisa. Además ya tiene suficiente edad como para hacer esas tonterías.
Un guardaespaldas muy aburrido.
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Estúpido Pero Mío
Romance(Acabada) Melisa, una joven de 17 años, se verá obligada por su padre a tener un guardaespaldas después de un atraco. ¿Que pasa si una llama se enciende entre ellos?
