capítulo 09

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Pasó uno de sus dedos por sus labios deslizando el bálsamo de un lado a otro. Barrió el labial entre ellos y sonrió al espejo, observando detalladamente que no hubiera ninguna imperfección, arreglando su cabello y vestimenta.

Jungkook le había dicho que irían a un restaurante, no le había dicho si debería vestir formal o casual, pero pensó que sería correcto sólo ir con una camiseta simple y un suéter, junto a unos pantalones negros. Jimin se volvió a mirar al espejo y frunció su ceño, no se terminaba de convencer, no quería llegar y ver a Jungkook en traje o a mujeres cenando por igual con vestidos costosos. Quedaría en ridículo.

—Wow —exclamó Taehyung mirándolo de espaldas. Jimin se volteó y le sonrió—. Hoy no vas a trabajar a la cafetería y por cómo vas vestido, parece que vas a salir con alguien, ¿o me equivoco?

Jimin asintió buscando su celular y guardándolo en su bolsillo. —Tengo una cita con alguien, y no te interesa.

—¡Oh vamos! Jimin hyung, ¿es linda? Nunca he conocido a alguna novia tuya por lo que no sé tus gustos, pero sé que tienes buenos. Además, eres lo suficientemente apuesto para merecer a una hermosa chica —Jimin negó y dio un par de golpecitos a su cabeza.

—Es un hombre —Taehyung abrió la boca a sombrado, encogiendo sus hombros—. Te lo he dicho, no me gustan las chicas.

—Lo siento, se me había olvidado —dijo riendo, luego posó su brazo sobre el hombro de Jimin y lo miró sin borrar su inmensa sonrisa—. ¿Cuéntame de él? ¿Es mayor, menor, con dinero o sin dinero? ¿Es guapo o feo?

Jimin soltó una carcajada y lo empujó. —Eso no es de tu incumbencia. Y déjame que me tengo que ir.

—Bien, pero deberías traerlo a casa, mamá se emocionaría al verte por fin tomando en cuenta tu vida amorosa. Casi pensé que eras un robot sin sentimientos. Anda, diviértete —el mayor tomó a su hermano y depositó un beso sobre su frente, haciéndolo quejarse y darle un empujón.

Jimin escuchó el timbre y no pudo evitar sonreír como un bobo.

Jungkook sabía que era peligroso que él mismo fuera buscarlo, así que había mandado a uno de sus choferes a buscarlo, entonces lo llevarían al restaurante donde ambos se encontrarían.

—El señor Jeon lo está esperando —Jimin agradeció y lo siguió hacia el auto, subiéndose y observando la vista mientras se dirigían al centro de la ciudad donde los mejores restaurantes se encontraban.

Pasaron por varios de ellos, muchos eran de alta gama, demasiada, tan costosos que gastarías con lo que sobrevivías en un año, claro, dependiendo si escogías los platillos más caros del lugar. Pero como siempre los que asistían eran personas que podían permitírselo, no importaba en lo más mínimo.

El auto se estacionó en un pequeño estacionamiento al lado de —por igual— un pequeño restaurante. Lo conocía, era tan costosos como los demás, sólo que aquel restaurante era reconocido por su temática de dos, siendo un restaurante sólo para un par de personas que querían pasar un rato cálido y cómodo a solas, viendo los alrededores y disfrutando de un buen vino.

Jimin casi se hacía pequeño cuando pudo ver a Jungkook por una de las entradas del restaurante hablando por teléfono. Como era de esperarse, usaba un traje elegante, su porte era el foco de atención, su mandíbula y su seriedad mientras hablaba.

Jimin mordió su labio inferior y agradeció al chofer, caminando hacia el mayor. Jungkook pudo sentir la presencia del menor y sonrió a penas lo miró, sus pequeños hoyuelos se marcaron y rápidamente cortó a la persona con la que hablaba, diciendo que luego terminarían la charla. Entonces apenas colgó, Jungkook posó su mano en la nuca de Jimin, acercando su rostro para besarlo en forma de saludo.

bonsoir monsieur 丼 kookmin.Where stories live. Discover now