capítulo 20

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—Tienes que irte, Wendy, hablaremos mañana cuando tengamos que acordar los términos de la custodia de Seokjin.

Le dijo saliendo de la habitación y cerrando con cuidado la puerta detrás suyo. Solo esperaba que Jimin no saliera o todo estaría acabado.

—Sabes que no hablo de eso, Jungkook. Quiero que me des una segunda oportunidad, ¡por favor, dime qué hice mal! —la mujer empezó a llorar y se colgó de brazo de Jungkook a punto de arrodillarse ante él.

Jungkook la tomó fuerte y evitó que se humillara de aquella manera. Nadie debía arrodillarse así a ante nadie, ni en las peores situaciones, tenía que ser fuerte y no lo estaba demostrando con las suplicas que gritaba por los aires, pidiendo que no la dejara.

—Vamos a superar esto juntos, ¿bien? Y-Yo... Yo voy a olvidarlo y tú podrás terminar con esa mujer, solo es una aventura y listo, nada importante porque a quien amas de verdad es a mí, ¿cierto?

Jungkook negó y gruñó al ver como Wendy usaba ese tono tan manipulador que siempre usaba cuando él le negaba algo.

Seguía siendo la misma mujer manipuladora de siempre, ni siquiera creía que lo amara, solo quería tenerlo por capricho, por la necesidad de un hombre a su lado, pero no más. Jungkook estaba cansado, quería ser feliz y por fin hacer su vida como le hubiera gustado, con alguien que ama, alguien que lo haría añorar llegar a casa solo para ver a esa hermosa persona que él esperaba en casa, con una cena, con una cálida sonrisa, haciéndole olvidar todos sus problemas y males humores.

Jungkook no quería a una mujer que le chantajeara, que lo manejara y lo tratara como si fuese el esposo perfecto. No lo era.

—Yo no te amo, Wendy, ya te lo dije. Lo amo a él desde hace meses y quiero estar con él para siempre. Valórate un poco y valora a tu hijo. No lo hagas sufrir más con una familia la cual no es perfecta, la cual nunca fue perfecta y los sabes.

Wendy no había soltado el brazo de Jungkook en ningún momento, o eso era hasta que escuchó el imposible "él".

—¿Él? —preguntó Wendy, confundida—. ¿Estas con un hombre? —Jungkook maldijo en su mente, se suponía que no era tiempo de decirlo, sabía cómo era Wendy, su familia en general.

Había sido criada en una típica y "moral" familia coreana la cual era homofóbica en todos los sentidos, a penas y habían podido aceptar que Baekhyun era gay y que se casaría con Chanyeol mandando a la mierda a todos los que no lo aceptaran.

Nunca había entendido la diferencia de entre salir con un hombre o una mujer, solo eran dos personas que tenían sentimientos en común y listo, no era como si realmente fuera incorrecto amar a alguien. Pero parecía que Wendy estaba en desacuerdo cuando su rostro cambió y sus manos se formaron en un par de puños.

—¿Me estas cambiando por un hombre? No lo puedo creer —Jungkook casi reía de la rabia que empezaba a contener—. Espera, ahora lo entiendo todo. ¡Solo querías experimentar! ¿no es así? Bien, ya lo hiciste, ahora por favor entremos y hablemos más cómodamente, podemos pedir una botella de vino y entonces te haré entender que conmigo es con quien debes estar.

—¿Bromeas verdad? —Wendy negó y sonrió.

—¡Para nada! Vamos, Jungkook, dime, ¿qué dirán cuando los vean juntos por la calle? ¡Van a murmurar, todos en la empresa te van a rechazar porque estás con un hombre y tendrás mala reputación! —se dignó a acercarse y tomar la mejilla del más alto—. En cambio, si continuas conmigo seguirás siendo el mismo hombre recto y honorable, con una hermosa esposa y un hijo perfecto.

Estaba loca.

—Estas demente, Wendy, ¿cómo puedes decir todo eso?

—¡Piénsalo! Además, ¿qué diría Seokjin de ti? Su padre con otro hombre. Por Dios, eso es un poco extraño, no es moral.

Había tocado fondo.

—¿Sabes lo que es moral? ¿Te atreves de hablar de moralidad cuando estás aquí, rogándome por una segunda oportunidad y humillándote ante mí? Primero usa tu maldito sentido común y razona lo que te he dicho. No te amo, Wendy, deja esta mierda pasar y largo de aquí —la mujer negó y de nuevo dejó salir sus lágrimas, tirándose al suelo y tomando sus manos.

Jungkook no la levantó esta vez. Entendía. A veces algunas personas merecían arrodillarse, a veces necesitaban un perdón, pero también necesitaban ayuda porque cuando estaban tan podridas como ella, no solo merecían el perdón, sino que también una ayuda, ayuda que Wendy no parecía dispuesta a tomar, una verdad que no aceptaba y negaba.

—Vamos adentro, voy a demostrarte lo mejor que una mujer puede ser, y te darás cuenta que cualquier hombre no será suficiente para tenerte, cariño —besó la mano de Jungkook y le sonrió con sus mejillas húmedas y ojos rojos. Jungkook casi sintió asco, no podía creer que había estado casado por años con esa mujer.

Despreciable.

—No lo creo, señora Wendy. La verdad es que ya pedimos sushi y vendrán en cualquier momento a entregarlo. Es una lastima que no podamos compartir con usted ya que solo hemos pedido para dos y no creo que quede satisfecha con solo un rollito —habló esta vez Jimin, saliendo de la habitación.

Jungkook se quedó estático al voltear y ver a Jimin completamente vestido con una sonrisa dibujada en su rostro. ¿Qué le ocurría?

Wendy rápidamente se levantó del suelo y acomodó su vestido, limpiando sus mejillas con sus palmas.

—Jimin, adentro —ordenó Jungkook, pero este no le hizo caso y salió por completo sin dejar de mirar a la mujer confundida enfrente suyo.

—Si Jungkook te ha dicho que no te ama, entonces no lo hace. No tienes que humillarte y ofrecértele para darte cuenta y aceptar que Jungkook no quiere estar contigo, que no va a estar contigo nunca más —estaba harto, cansado de escuchar tantas tonterías saliendo de la boca de Wendy, urgida y necesitada de un hombre el cual ya amaba a alguien más.

—Basta, Jimin, métete a la habitación ahora.

—¿Es él con quien tú estás? —Jungkook negó rápido apunto de decir que no era así y que estaba en una equivocación, pero Jimin se había adelantado con el enojo por los cielos y las ganas de ahuyentarla gritando por salir.

—Sí, estamos juntos. Y lo siento por ti, en serio, pero Jungkook te lo ha dicho, él no te ama y tiene a alguien más; me tiene a mí, no tiene que repetirlo cincuenta veces para que lo entiendas. En verdad lo lamento, Wendy, pero si no lo comprendes saliendo de los labios de Jungkook, entonces lo harás de los míos.

Wendy abrió su boca a punto de decir algo, sin embargo, la volvió a cerrar acomodando su bolso en su hombro y dando una última mirada a Jungkook para finalmente irse de allí.

Todo estaba en silencio, y Jungkook aún seguía sin poder creerlo. Jimin entró a la habitación y se sentó en la cama, soltando un gruñido y apretando con fuerza las sábanas entre sus dedos.

—No debiste decirle —Jimin lo miró y soltó una carcajada sarcástica—. Sabes que irá a decirle a todos ahora, Jimin, Taehyung se enterará.

—¿¡Crees que no lo sé!? Pero, dios, estaba diciendo tanta basura que temía que fuera atragantarse con su misma mierda —Jungkook rió y pasó sus manos por su cabello.

—Mierda —Jimin lo miró y soltó un suspiro, se levantó y depositó un beso en los labios de Jungkook.

—Insinuó que yo era inferior a ella, no pude evitarlo, y su repentino ofrecimiento a acostarse contigo fue la gota que derramó el vaso, no soy muy paciente que digamos. Tenía que salir a decirle todo o explotaría.

Ambos se abrazaron y pensaron juntos. No les importaban los comentarios de los demás, solo la reacción de Seokjin y Taehyung al enterarse que ambos estaban saliendo. Era casi cómico, su hermano mayor y el padre de su mejor amigo saliendo. Todos pensarían que Jimin había arruinado el matrimonio de Jungkook y Wendy, sería el típico amante rompe familias, odiado y catalogado como el típico "zorra".

Pero no le importaba, no mientras pudiera estar con Jungkook, a quien amaba con todo su corazón y con quien estaba dispuesto a romper todas las barreras solo para ser felices juntos.

bonsoir monsieur 丼 kookmin.حيث تعيش القصص. اكتشف الآن