El Final del Hilo Rojo [XiCheng] 💙💜

Red ligth

XiChen salió de la clínica rápidamente, estaba atardeciendo y se podía sentir el frío, pero solo tenía una cosa en mente.

Estacionó su auto frente a un gran portón y bajándose llamó esperando a que le atendieran.

Sorprendentemente quien abrió el portón era Jiang Cheng, que al verlo se sorprendió, pero rápidamente endureciendo su expresión.

-¿Qué es lo que haces aquí XiChen?

-Perdóname...fui un idiota. ¿Podemos hablar?

-Salí para caminar. Acompáñame.
-sin esperar respuesta camino silenciosamente sintiendo a los pocos pasos que XiChen le seguía, pero por un par de minutos se mantuvo estando tras de él. Se detuvo y sintió los pasos detrás de él detenerse igualmente. Dando un suspiro se giró-¿Piensas hablarme desde allí?

XiChen que parecía perdido en sus propios pensamientos, reaccionó  y dio un par de pasos hasta estar junto a Jiang Cheng.

Volvieron a retomar el camino. La noche era fría, pero corría un agradable viento. Las luces debiles y los grandes árboles daban un ambiente mágico a aquella avenida solitaria.

XiChen quería sentir el momento exacto en el que hablar, pero justo en ese momento disfrutaba el silencio de ambos. La compañía de Jiang Cheng lo tranquilizaba enormemente.

Caminaron por varios minutos llegando a una pequeña plazuela, con iluminación tenue, con arboles teñidos del color del otoño, con hermosas estatuas y bancos que parecían esculpidos a mano.

Jiang Cheng se sentó frente a una fuente, sin dirigirle la mirada.

XiChen observaba de reojo al joven a su lado, dio un suspiro, quería decir muchas cosas, pero la mitad de sus palabras no podían salir o mas bien no debían ver aun la luz.

-Fui un estúpido, ni siquiera sirve que me disculpe, que te pida perdón, por que ni yo soy capaz de perdonarme. Se que llevamos poco tiempo de conocernos, pero en este corto tiempo he visto tu actuar y se que no haces nada por las razones incorrectas. Sigues a tu corazón y tus valores son claros.

Jiang Cheng miraba fijamente la fuente frente a ellos, pero su mente estaba en las palabras de XiChen, se escuchaba honesto inclusive algo débil, ¿quizás iba a llorar? No quería verlo, por que le seria aun más difícil controlar el deseo que estaba sintiendo en ese momento.

Se puso de pie, seguido de XiChen, se giro para verle a la cara-No te angusties por esto. Las personas por lo general juzgan mis acciones de mala manera. Ya estoy acostumbrado-"Aunque pensé que tu serias diferente" pensó un poco dolido-Esta bien dejemos esto en el pasado

XiChen al escuchar las palabras de Jiang Cheng sintió un dolor muy agudo en su corazón, la confusión lo inundó, deseaba  gritar su rabia y dolor, había herido a quien se estaba convirtiendo en la personas más importante para él.

-Jiang Cheng-le sujetó del brazo al darse cuenta que se iba-Te juro que de ahora en adelante no cuestionaré tus métodos. Me has mostrado tu corazón y eres realmente alguien que vale muchísimo, por eso no quiero que lo que estamos formando se termine por un error mío. Jiang Cheng...

El joven al que habían llegado sus palabras había dibujado una sonrisa en su rostro, dando un bálsamo a su corazón, acallando sus deseos lo abrazó, disfrutaba estar en esta situación, sosteniendo su cuerpo con sus brazos, sintiendo sus aroma, su calor corporal, inclusive el latir de ambos corazones sincronizando

Jiang Cheng aunque sorprendido correspondió al abrazo dando un suspiro, con su corazón palpitando fuertemente.  Se estaba relajando aun más, cuando sintió un estornudo de parte de XiChen. Lo alejó suavemente, dándose cuenta que solo vestía una camisa ajustada, sujetándolo de los hombros le dio una mirada de desaprobación.-¿Acaso eres tonto?-se quitó su chaqueta y se la colocó sobre los hombros a XiChen

-No es necesario...-dijo negándose pero WanYin insistió con una expresión molesta-¿Pero y... tu?

-Yo estoy bien. Esta camiseta es térmica.Volvamos luego entonces.

Emprendieron camino a la mansión Jiang, durante el trayecto XiChen volvió a estornudar en un par de ocasiones más.

Llegaron al portón, se miraron por unos minutos y XiChen volvió a estornudar.

-Bien será mejor que me vaya a casa...-dio un par de pasos y sintió que algo lo detuvo

-Entra a la casa para darte una ducha de agua caliente y comas algo...es una orden-dijo con una expresión dura

XiChen sonrió y ambos entraron. Jiang Cheng le facilitó la ducha y le pasó un pijama. Luego de vestirse le llevó un tazón de sopa caliente hasta la habitación de invitados.

-No era necesario que te hicieras esta molestia.

-Claro que no es molestia...después de todo tu viniste hasta aquí en medio de la noche para arreglar las cosas conmigo. No puedo hacer la vista a un lado cuando estás tomando un resfrío.

Jiang Cheng sin previo aviso colocó el dorso de su mano en la frente de XiChen provocándole un escalofrío.

-Por suerte no tienes fiebre. Será suficiente con la ducha y la sopa.

XiChen tomó la mano que se posaba en su frente tomándola con sus propias manos-Tienes las manos frías...

Jiang Cheng no pudo evitar sonrojarse ante el suave gesto-Yo...siempre he sido así.

-Dicen que quien tiene las manos frías tienen un corazón cálido y bondadoso. 

Jiang Cheng sentía su corazón latir fuertemente, estaba perdiendo el aliento, ante el ambiente que se estaba formando en ambos. Lentamente quitó su manos de entre las manos de XiChen poniéndose de pie-Será mejor que descanses. Que tengas buena noche.

-Tu igual y gracias de nuevo.

XiChen  realmente se sentía débil así que se durmió fácilmente.

A la mañana siguiente una de las empleadas de la mansión lo guio hasta el comedor donde Jiang Cheng ya estaba desayunando. Le recibió con una reverencia.

-Espero hayas dormido bien.

Se sentó a la mesa junto a él-Excelente. Hace mucho no dormía tan bien.

-Tengo que irme directo a la oficina, espero ni te moleste que te deje comiendo solo. Si realmente no te sientes bien, puedes quedarte, no me molesta en nada.

-Gracias otra vez.-se despidieron con una sonrisa

XiChen termino su desayuno y volvió a su apartamento, donde como nunca sintió un vacío. Recostándose sobre el sofá recordaba la noche anterior formándose una sonrisa en su rostro.