All Too Well (Juliantina)

¿Sabes quien soy?

AL DÍA SIGUIENTE

-¿¡te gusto?!-

-¿como me va a gustar alguien que solo vi una vez?-

-se le llama amor platónico- estábamos con Luis limpiando la barra para empezar nuestra noche de trabajo

-¿cuando entenderás que tú y yo no somos iguales?- en realidad ya estaba demasiado acostumbrada a sus comentarios

-si no te hubiera gustado, no me estarías platicando de ella- le divertía molestarme

-solo te lo platiqué, porque entro de la nada y de la misma forma se fue-

-si claro y yo soy hetero- puse los ojos en blanco y seguí acomodando unas botellas -¿por qué no te gusta admitir que si te movió algo?-

-porqué no movió nada- dije rápidamente

-amiga mía- se arrodillo para quedar a mi altura, tomo mis manos y me miro a los ojos con una pequeña sonrisa -se que me quieres engañar a mi, pero en realidad el decir esas cosas solo te estas engañando a ti- suspire -la vida es muy corta como para negarte disfrutar desde una aventura que solo sea de una noche, hasta lo que pueda ser el amor de tu vida-

-para ti es fácil decirlo- me levante -consigues a quien quieras-

-tu no lo haces, porque no quieres- hizo una pausa -eres una mujer hermosa, puedes tener a quien quieras a tus pies, no entiendo tu miedo- se dio la vuelta y continuó limpiando parte de la barra.

Tenía razón pero si se lo decía, su ego se inflaría tanto que no cabríamos los dos en este lugar. La verdad tengo miedo a enamorarme y terminar lastimada, ademas por mucho que me digan que soy linda, yo no me siento así, soy una persona normal, que sin problemas pasa desapercibida entre la multitud, dudo mucho que alguien como aquella joven se pueda fijar en mi.

-¿en que tanto piensas?- Luis me saco de mis pensamientos -ahí parada no se va a terminar de limpiar la máquina- bromeo

-lo siento-

-¡sigues pensando en ella!- grito

-¡no!- también grite yo

-entonces ¿por qué te pones roja?- sonrió nuevamente

-claro que no- me voltee de espaldas a él, hasta yo podía sentir el calor en mis mejillas

-¡menos platica y más trabajo!- gritó nuestro jefe, el es un señor joven, divorciado y demasiado amable, en pocas ocasiones lo he visto enojado y la mayor parte del tiempo trabaja a la par de nosotros, odia que le digan señor o jefe, así que todo el tiempo le hablo por su nombre, Pablo.

-es que así no se puede trabajar- le dijo Luis exagerando sus expresiones -¿sabías que ayer Juliana tuvo la oportunidad de ligarse a la joven que estuvo antes de abrir?- Pablo me miró sobre el borde de sus lentes u levantó la ceja

-claro que no- puse los ojos en blanco -solo fui amable y ella ni siquiera me miró-

-era muy atractiva-

-¡¿tu la viste?!- pregunto Luis con sorpresa

-un par de segundos- confirmó -pero fue suficiente para darme cuenta que era muy atractiva- hizo una pausa y nos miró a los dos -pase toda la noche intentando acordarme de donde la conocía-

-¡¿la conoces?!- gritamos al mismo tiempo

-no precisamente- el estaba muy tranquilo -pero lo curioso aquí es cómo Juliana no la reconoció- abrió ampliamente los ojos en señal de sorpresa -es Valentina Carvajal, una prometedora modelo, hija de León Carvajal- al ver que no decía nada continuo hablando -el es uno de los empresarios mexicanos más importante-