All Too Well (Juliantina)

Fui amable

-¿donde estoy?- fue lo primero que pregunte al abrir los ojos

-pensé en llevarte a tu casa, pero no encontré nada que tuviera tu dirección- Valentina se encontraba de brazos cruzados, recargada en el marco de la puerta -creí conveniente de que durmieras aquí- comencé mirar a mi alrededor, era un cuarto con tonos muy claros, demasiado limpio y todo se encontraba en perfecto orden, voltee a ver hacia mi cuerpo -tranquila- dijo con una sonrisa divertida -no me propasé-

-no estaba pensando en eso- dije rápidamente, ella hizo un gesto que me erizó la piel, y se acercó al pie de la cama

-yo solo te vi muy mal y quise ayudar-

-gracias- dije apenada -la verdad no recuerdo mucho-

-eso es normal- hizo una pequeña pausa -te drogaron- salte ligeramente -la chica con la que te querías ir- al decir eso algunos flashbacks llegaron a mi cabeza

-¿como lo...-

-¿como lo supe?- me interrumpió -esa clase de gente a eso se dedica, conquistan a gente como... tú, las hacen tomar de más y siempre terminan yéndose a las casas de sus víctimas, para después robarles lo más que puedan- parpadeaba en repetidas ocasiones intentando procesar todo, lo que me decía, él como llegue ahí y tenerla parada frente a mi, agite un poco la cabeza y volví a mirarla

-¿por qué me ayudaste?- aun sonaba apenada

-¿por qué te sorprende tanto?- sonrió -no se que hayas visto o que te han contado, pero tu me ayudaste en una ocasión, así que, era lo menos que podía hacer-

-gracias- volví a repetir

-ahora yo tengo una pregunta para ti- tomo una silla que se encontraba cerca y la colocó a un lado de la cama, la luz que se asomaba por la ventana le favorecía demasiado, sus ojos brillaban más de lo normal y su sonrisa era perfecta -¿es verdad lo que me dijiste anoche?- abrí los ojos de mas en señal de asombro

-no lo recuerdo- mentí, en realidad lo recordaba todo

-no te preocupes- se inclino un poco más hacia mi -te lo recuerdo- sonrío ligeramente -"eres guapa, tienes mucho dinero, famosa, no necesitas de estas fiestas donde solo se viene a tomar alcohol barato"- la miraba a la cara, pero en realidad lo único que quería era salir corriendo

-su...su...supongo que...si- ante eso sonrió ampliamente

-eso sospeche- se levantó de golpe, arreglo un poco su cabello -muchas gracias por los halagos- dejó la silla en su lugar y camino hacia la puerta -te dejo, para que te cambies- cerró la puerta tras decir eso.

Me levante con algo de mareo, mi ropa estaba al pie de la cama, la tome entre mis manos y una pregunta llego a mi cabeza

"¿Como me cambié de ropa?"

El simple hecho de pensar que Valentina me haya cambiado me provoco calor en las mejillas, cerré los ojos intentando recordar qué pasó después de que me desmaye pero era inútil, al parecer había reaccionado hasta hoy. Me cambie de ropa con algo de dificultad, realmente no me sentía bien, tenía el estómago revuelto y la cabeza me dolía, con ayuda del espejo recogí mi cabello y revisé una última vez mi ropa, definitivamente era un desastre, pero no me quedaba mesas que salir de ahí. Abrí la puerta y ahí estaba ella, viendo su celular.

-¿lista?- solo asentí con la cabeza

-pedí que te prepararán el desayuno y algunas pastillas- volteo a verme mientras me guiaba a la planta baja -se que las vas a ocupar-

-no tienes porque hacerlo, yo ahorita tomo un taxi y ya-

-es que no estas viendo tu cara- sonrió ligeramente -no te puedes ir así y no me quedaría tranquila- ante eso último quise sonreír, pero tenía razón no me sentía bien

-tu debes tener muchas cosas que hacer-

-ya me encargué de eso- me interrumpió de golpe -tengo la mañana libre-

-lo siento- baje la mirada

-¿por qué?-

-por los problemas que debí causarte- ante eso ella soltó una ligera risa

-no causaste nada- llegamos al comedor, este tenía una vista hermosa del jardín, dejando ver las dimensiones de la casa, me señaló un lugar y ella se sentó frente a mi -debo admitir que eres una persona muy tranquila cuando tomaste de más- estaba segura que me había puesto roja -también admito que me preocupe por el hecho de que te drogaron, no pareces ser una persona que consuma drogas- ahora entendía tantos malestares

-no se que me pasó-

-no sales mucho de fiesta ¿cierto?- de alguna manera me daba pena que ella se diera cuenta de esas cosas

-¿por qué lo dices?- me encogí de hombros

-es evidente- una señora de unos 60 años salió de la cocina con un par de platos

-gracias- dije con ese tono apenado que se estaba haciendo característico en mi 

-y bien- volvió a hablar -¿qué hacías anoche en ese lugar?- comenzó a comer

-un amigo me insistió en que lo acompañara- intentaba mantener la vista enfocada en mi desayuno

-anoche te veías como desesperada- le dio un sorbo a su jugo -como si estuvieras intentando olvidar algo- cada que ella hablaba me ponía más nerviosa, pero en algún momento de lo que ella decía entendí un detalle

-¿me estabas viendo?- no pensé mucho en lo que dije, ella me miro por un momento, como si la hubiera descubierto, tomo un poco de aire y siguió desayunando

-era evidente que te iba a ver- su calma de alguna manera me asustaba -te estabas comiendo a media pista con aquella joven- más que comentario parecía reproche, tome un poco de jugo, no tenía nada que decir ante eso, ni yo podía entender mi comportamiento.

-¿y tu?- rompí el silencio -¿que hacías ahí?-

-aveces me divierte ir a ese tipo de fiestas- dijo con normalidad

-¿a ese tipo de fiestas?-

-donde solo se va a tomar alcohol barato- ante eso me volví a encoger de hombros, ella volvió a reírse, parecía divertirle tenerme así de nerviosa he incomoda -solo bromeo- dijo ante mi reacción -estoy acostumbrada a que me inviten a todas las fiestas que imagines, anoche tenía dos opciones, quedarme en casa por tercer día consecutivo o ir a ese lugar- hizo una pausa -puedes ver que la segunda opción estaba mejor- de nuevo el lugar se volvió a quedar en silencio, solo se escuchaban los tenedores chocar ligeramente con los platos.

-¿por qué?- volví a preguntar sacándola de sus pensamientos

-por qué ¿que?- me miro intrigada

-¿por qué me sacaste de ahí?- hice una pausa -no tenias que hacerlo, solo nos hemos visto en el bar un par de veces- parecía que ante eso ahora la que se incomodaba era ella

-ya te dije, te lo debía- dio un sorbo grande a su jugo para terminarlo -si lo quieres ver de esta manera, solo fui amable- se levantó de la mesa, realmente parecía ya no querer hablar -olvide que tengo una cita en un rato, termina de desayunar tranquilamente y no te preocupes el chofer te llevará a casa- después de decir eso dio media vuelta y se fue rápidamente sin dejarme despedirme.

Ya no sabía si esa incomodidad era provocada por todos mis malestares o de verdad ella me intimidaba demasiado con su simple presencia.

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Hola!!

Hoy no tengo mucho que decirles jejeje

Los quiero 😘😘😘