All Too Well (Juliantina)

3 am

DIAS DESPUÉS

Al ser una persona solitaria no es común estar recibiendo mensajes o llamadas y mucho menos a las 3 de la madrugada...

Mi celular comenzó a sonar, entre sueños lo escuchaba, en algún momento lo confundí con mi alarma, asta que entre en conciencia y entendí que ese tono era de llamada, me levante de golpe y tome el celular, era un número desconocido, por algunos segundo dude en contestar y justo cuando me había decidido dejó de sonar, sostuve por un momento el celular, intentaba procesar lo que había pasado, lo dejé en el buró que se encontraba al lado de mi cama, me acomode nuevamente y en el momento en que me empezaba a dormir volvió a sonar, esta vez con un poco de fastidio tome el teléfono, era el mismo  número, sin dudarlo tanto conteste, se escuchaba mucho ruido del otro lado, poco antes de colgar una voz se hizo presente.

-¿Juliana?- de nuevo volví a dudar en responder, pero en esta ocasión se escuchaba extraña

-¿Valentina?- pregunte dudosa

-por un momento pese que me habías dado tu número mal-

-¿estas tomada?- volví a preguntar

-¿que te hace pensar eso?- la palabras se le arrastraban -¡hoy estoy mejor que nunca!- exclamo tan fuerte que aleje un poco el teléfono de mi oído -es una noche hermosa- en realidad no sabía que decirle -no entiendo porque duermes-

-porque son- revisé en la pantalla la hora -las 3:45- dije algo adormilada

-¡aún es temprano!- volvió a exclamar -baja y ábreme- al escuchar eso me levante de golpe, mi corazón se empezó a acelerar y por un momento no podía articular palabra, me dirigí hacia la ventana y recorrí la cortina con algo de miedo, por un momento pensé que era mentira y al asomarme no estaría, mi sorpresa fue que ahí estaba, mirando hacia arriba intentando adivinar cual era mi departamento, al verme ahí, su semblante fue de felicidad.

-ahorita bajo- comente y colgué, tome una sudadera y al verme al espejo me acomode el cabello, no sabía si estaba soñando o realmente bajaría y ella estaría ahí. Tome mis llaves y baje con algo de miedo, al llegar a la puerta estaba ella sonriendo, agitando una mano en señal de estar saludando. Abrí la puerta y sin verlo venir ella ya me estaba abrazando, su perfume era opacado por el aroma a alcohol, vodka o tequila, tal vez las dos cosas, al alejarse me tomo de las mejillas y sonrió nuevamente   

-te vez hermosa- me quede paralizada con su comentario, la mire de arriba a bajo y lo primero que observe es que no traía alguna chamarra, ahí comprendí porque sus manos estaban tan frías

-estás helada- comente mientras le quitaba sus manos de mi rostro

-no se donde quedó mi saco- dijo desinteresada

-te... puedo prestar... algo- dije nerviosa, ella volvió a sonreír y con eso entendí que si lo aceptaba, cerré la puerta, me cruce de brazos -vamos- comencé a caminar delante de ella, llegamos al departamento y no dudo en dejarse caer en uno de los sillones, la contemple por un momento y me di cuenta que no se iría rápidamente, suspire y entre a mi cuarto, del closet saqué una cobija. Se la entregue, realmente estaba muy ebria, fui por un vaso de agua y regrese a la sala con el

-esto no es vodka- hizo un gesto de desagrado

-ya no debes tomar más- comente sentándome al borde de la mesa del centro

-¿quien lo dice?- seguía haciendo esos gestos raros pero no dejaba de beber el agua

-yo- ante eso me miro por unos segundos y sonrió ligeramente -¿y por qué me llamaste?-

-quería verte- fue directa -y la verdad no tenía un buen pretexto para hacerlo- me causaba un poco de gracia porque sabía que lo estaba diciendo por estar bajo la influencia del alcohol