𝖀𝖓 𝖙𝖗𝖎𝖘𝖙𝖊 𝖋𝖎𝖓𝖆𝖑(𝖇𝖚𝖌𝖍𝖊𝖆𝖉)

4

Aquella mujer que se encontraba llorando en su cama no se dio cuenta de que su esposo siempre la estuvo observando. Viéndola sufrir, llorar, y lamentarse.

-Lo amo –dijo aquella mujer de ojos color verdosos que ahora estaban rojos de tanto llorar. La mujer repitió varias veces esas mismas palabras, hasta que el sueño la venció.

Su marido no mostro arrepentimiento alguno no había ninguna emoción en su rostro solo había duda. Aquel hombre decidió meterse a bañar, el agua lo relajaba pero no dejaba de pensar en las pequeñas palabras de su esposa –lo amo –aquellas palabras no las había escuchado desde que la empezó a maltratar, pero no hubo sentimiento, era como la roca tan duro y tan frio con aquella mujer dulce, tímida, hermosa, y un poco torpe.

El hombre término de remojar su cuerpo con el agua tibia decidió salir del baño colocando una toalla alrededor de su cintura. Cuando salió al cuarto noto que su mujer estaba de espaldas ah él, dejando ver su hermosa cabellera ondulada.

-Basta- dijo la mujer casi inaudiblemente

-¿Betty? –se acerco a su mujer. Cuando noto que estaba dormida, busco su ropa de dormir. Solo se puso un bóxer color gris y un pantalón de dormir color azul.

-Para –se escucho una vez más Betty. Jughead se acostó con delicadeza a su lado. Noto que aun estaba vestida así que decidió cambiarla para que estuviera cómoda saco un camisón color negro para Betty, ella nunca lo había usado por que decía que era muy atrevido.

Jughead con delicadeza movió a su esposa de lugar dejándola acostada boca arriba, le empezó a quitar su blusa con delicadeza, ella se movió varias veces pero no se despertó, la dejo en su sostén no sabía si quitárselo o dejárselo. Al final decidió quitárselo, pero cuando lo iba ah hacer sus manos por accidente tocaron a su mujer, haciendo que ella despertara al instante

-¿Qué me estás haciendo? –dijo la mujer tomando las mantas y tapándose sus pechos

-Te iba a quitar esa ropa –aquella mujer abrió los ojos tan grandes que por un momento su esposo pensó que se le saldrían

-No pienses mal Betty, solo te iba cambiar de ropa para que estuvieras cómoda –le susurro jughead.

-Sabes que no es verdad si me ibas a poner cómoda ¿por qué me quitas toda la ropa jughead? –dijo la mujer sonrojada pero gracias a la oscuridad no se noto eso.

-Lo que pienses me importa poco –dijo sin pensar su marido pero en su cabeza se escucho lo que su esposa había dicho hacia solo pocos segundos –lo amo

-Iré ah –su mujer lo pensó un momento –ah cambiarme –dijo al fin tomando el camisón.

-¿te ayudo? –dijo jughead en forma gentil, y con su voz de terciopelo.

-no gracias jughead –dijo Betty sonrojada, se levanto de la cama, su torso quedo expuesto ante la mirada de jughead, hacía mucho tiempo que jughead no la mirase así tan expuesta. Betty lo miro pero en su mirada no había más que adoración, y ternura.

Betty se coloco el camisón lo más rápido que pudo pero sus manos torpes como siempre no la dejaron ponérselo, jughead tomo el camisón, y se lo empezó ah poner, cuando tuvo el camisón puesto se despojo de sus pantalones.

-Perfecta –susurro jughead.

Betty se sonrojo al instante así que decidió darle la espalda a su marido, se acostó, cuando sintió que su esposo, se acostaba a su lado se tenso, pero jughead no hizo nada más que taparla con aquellas sabanas blancas, y abrazarla de la cintura. Betty se giro, y quedo ah pocos centímetros de sus labios, su corazón latió como no había latido hace mucho tan fuerte que sintió que se le salía del pecho. Jughead no resistió más y la beso, pero este beso era diferente, había amor, ternura, compasión, sinceridad. El aire les falto, pero eso no impidió que se alejaran, aquella mujer de melena café se recostó en el pecho de su marido, escucho como su corazón latía.