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Ese hombre tras esos barrotes tenía su cara en su manos pensando en aquella mujer que había visto se le hacía tan conocida pero a la vez una desconocida, tenía que pensar con claridad aquella hermosa mujer no podía ser su Elizabeth, su Betty, no podía ella había muerto. Pero… ¿si está viva? ¿Si se equivocaron? Eran tantas dudas que pasaban por la mente de aquel joven pero no había respuesta.

Se acostó en esa fría y dura cama, y de lo cansado que estaba se quedo dormido. Lo despertaron golpeando fuerte mente sus rejas. Un guardia de unos cuarenta y cinco años, delgado, de pelo negro, ojos grises, piel blanca, y fuerte abrió su reja.

-Sr. Jones tiene libertad condicional –dijo el guardia haciéndose a un lado y dejando ver al abogado de jughead.

-Buenos días Sr. Jones ¿Cómo paso la noche? –dijo en tono burlón jughead le sonrió y le abrazo dándole golpes en su espalda.

-Gracias –dijo jughead separándose de él.

-Para esto me paga –dijo el ambos salieron y sorpresa de jugheaf, al ver una melena ondulada, rubia, un cuerpo delgado.

-Betty –susurro, entonces fue con ella, y su sorpresa al ver que si en definitiva era su Betty, los tres se quedaron con la boca abierta entonces jughead se abalanzo sobre ella abrazándola, aquella mujer empezó a temblar de miedo. La había descubierto, Betty había olvidado disfrazarse ahora todo su plan se había ido por el drenaje, que mas daba tenía que hacer como si nada.

-Betty, mi dulce Betty estas viva, aquí –dijo besándola ella simplemente se quedaba quieta.

-Aléjate tu ya no eres nada para mi tu y yo ya no estamos casados –le dijo la mujer alejándose de él y extendiéndole una carpeta.

El gruño, Betty simplemente se fue de ahí jughead solo la miro y entonces, decidió seguirla para su sorpresa Betty había ido a la casa de alice, cuando Betty llego, una pequeña niña igual a ella, salió abrazándola, jugheaf no lo soporto mas y se bajo y corrió a donde su hija.

-¿Papi? –dijo su hija. Y corrió con el abrazándolo.

-Mi maddy–dijo su pare cargándola.

-¿¡Que haces aquí!–grito Betty.

-Tengo derecho a ver a mi hija –dijo jughead bajando a maddy

-¡Tú no tienes derecho a nada! –le grito Betty, alice llevo a maddy a la casa.

-¡Es mi hija te guste o no! –le grito jughead

-¿tu hija? ¡Tu hija! La despreciaste, lárgate –le dijo aun más fuerte, entonces asi estuvieron gritándose mutuamente, hasta que Betty entro a la casa y jughead se fue a la mansión que antes era de los dos.

Se sentó en el frio suelo pensando muchas cosas, hasta que se le vino una idea a la mente, pelearía por su hija maddy, Betty no podía quedarse con su maddy no podía.

Salió de la casa rápidamente yendo a la tienda más cercana comprándole a su hija una bicicleta. Color rosa.

Fue de nuevo a la casa de Betty, toco el timbre.

-¡¿Qué rayos quieres?–le dijo Bettt gritándole.

-no tienes la custodia de maddy no aun asi que tengo derecho a verla –le dijo muy seguro. Betty molesta llamo a maddy la cual salió corriendo.

𝖀𝖓 𝖙𝖗𝖎𝖘𝖙𝖊 𝖋𝖎𝖓𝖆𝖑(𝖇𝖚𝖌𝖍𝖊𝖆𝖉)Where stories live. Discover now