Baekhyun y Chanyeol se conocieron cuando sus padres se casaron. Desde ese momento, ambos se adentraron a una relación tóxica donde se lastiman mutuamente, rompiendo y reuniéndose de nuevo, discutiendo y durmiendo juntos, pero las cosas comienzan a c...
El sonido del disparador podía escucharse en todo el estudio. Baekhyun estaba sentado en un sofá individual cercano al ventanal, mirando a través de los vidrios.
-Hoy es el último día de la sesión- dijo Yukhei- ¿Cómo te sientes?
En cuanto lo oyó, movió su vista hacia el castaño.
-Bien, tú sabes... ¿qué hay de ti?
-Estoy bien.
-Lo supuse. ¿Cómo están saliendo las fotos? ¿Van bien?
-Sí. Eres hermoso como siempre... tus ojos se ven demasiado bien.
El pelinegro bajó su mirada, tragando saliva al mismo tiempo que sus mejillas enrojecían un poco.
-Ya que es el último día... puedes hacer lo que sea que quieras. Puedes tomar las fotos con tu estilo usual- el otro lo miró casi incrédulo, con una pizca de emoción- Me has estado dejando hacerlo a mi manera hasta ahora.
Yukhei no perdió tiempo y caminó hacia él.
-Quítate la ropa- pidió- lentamente...
El color carmesí en el rostro de Baekhyun lo asaltó por completo, pero de todas maneras, hizo lo pedido. Se quitó su suéter, deslizándolo por sobre su cabeza, dejando ver su blanquecina piel y delgada complextura debajo de este. La piel pegada a las costillas, sus pezones rosados y su columna vertebral a la vista. Al castaño le parecía maravilloso, sin dejar de presionar el disparador a cada segundo. De un momento a otro, estaba en la cama, ahora completamente desnudo. El pudor no existía. Yukhei estaba sobre él, con sus piernas a los costados de su pecho sin quitar la cámara de enfrente.
-¿Podrías intentar hacer diferentes expresiones?
-Mmh... ¿como cuáles?
-Mira a la cámara como si estuvieses admirando a alguien quien amas- pidió- Una mirada agonizante podría ser incluso mejor.
Baekhyun frunció un poco el ceño, no seguro.
-No creo que pueda. ¿Podrías ser más específico?
-Es simple. Imagínalo- dijo, sin dejar de tomar fotografías- Estás en una habitación vacía, teniendo sexo con alguien que amas... pero, ¿qué pasa si no puedes volver a ver a esa persona otra vez?
El pelinegro se estremeció. Su pecho quemaba y a la vez, dolía. Empuñó sus ojos sin darse cuenta. Miles de recuerdos como flashes. En todos estaba Chanyeol. Cuando se percató de que estaba pensando en él, abrió sus ojos, sintiendo las mejillas calientes. Yukhei no despegaba un segundo la cámara frente a él.
-Oh, eso es... es perfecto, Baekhyun- felicitó- Eres hermoso.
El chico tragó saliva, sumergido en ese mundo imaginario donde fingía ser un simple modelo. Haciendo muecas, expresiones y todo tipo de reacción ante la lente de la cámara para satisfacer los deseos del fotógrafo.
-¿En quién estás pensando?- se atrevió a preguntar Yukhei, pero Baekhyun solo lo miró con sus mismos ojos tristes y melancólicos- ¿...En alguien que creías que se quedaría a tu lado? ¿Alguien que has dejado ir? ¿O ambas?
Como cuchillos, esas preguntas se instalaron en su estómago casi impidiéndole respirar. Era una molestia. Desvió su mirada. Sentía ganas de llorar. El pelirrojo no salía de su mente y los sucesos de esa noche lo perseguían como fantasmas en busca de un alma pura para pudrirla. No contestó. No debía. No podía.
[...]
Hubo unas cuántas tomas más después de eso. Ninguno mencionó el incidente del restaurante y el desencadenante de esa noche. Era como un acuerdo silencio. Por unos pocos días, se sintió como si volvieran a ser del modo que eran cuando se conocieron. Baekhyun siendo modelo o entrevistador, se dedicaría a la tarea en cuestión. Es lo que había prometido. Estaba parado al lado del ventanal. Las cortinas blancas, casi transparentes, cubrían gran parte de su cuerpo. Aunque de todas maneras, su piel tersa se vislumbraba a través de ellas. El castaño a unos metros de él, de pie con su cámara tomando tantas fotografías como fuera posible.
-Tus ojos han cambiado de cómo lucían en la primera sesión- notó Yukhei- Pareces una persona distinta.
-¿Cómo?
-Antes parecían melancólicos, hermosos... y solitarios.
-¿Y?
-Y ahora parecen desolados... aunque no fríos. De todas maneras, hace que te desee más- dijo, sonriendo mientras observaba la toma reciente- Una vez que esta foto se publique, todos se enamorarán de ti- aseguró.
[...]
Chanyeol se colocó su cubreboca y su gorra, acomodando su abrigo cuando bajó del vehículo. Subió junto a su mánager hacia el piso de su departamento y entraron. Minseok desparramó algunos papeles sobre la mesa para que el chico luego los hojeara y se acercó a él.
-Duerme un poco- le pidió- y llámame si quieres ir a algún sitio. No conduzcas por tu cuenta. Me voy.
-Está bien- contestó, quitándose la chaqueta y demás accesorios, tirándolos a un lado cuando escuchó la puerta cerrarse tras su mánager.
El celular en su mano vibró indicando una nueva notificación. La abrió sin ánimos mientras caminaba hacia la habitación y se desplomó en la cama, observando la pantalla. Era una foto que Kyuri había posteado junto él y el elenco del nuevo drama. Miles de comentarios comenzaron a desplazarse a los pocos segundos de haber sido publicada. Observó su rostro en la fotografía. Su sonrisa. Odiaba su sonrisa. Siempre era fingida, y era molesto tener que sonreír frente a las cámaras solo porque era una celebridad. Las celebridades también tienen días de mierda y deben ser capaces de demostrarlo. Odiaba fingir. Bufó entonces, bloqueando el móvil y dejándolo a un lado mientras parpadeaba débilmente. Sus ojos en el techo blanco. El recuerdo de él y Baekhyun. Su primer beso. De repente, las palabras del pelinegro.
"He imaginado tantas veces terminar con esto y vivir como hermanos normales..."
Su mente se movió rápidamente al más reciente recuerdo. Baekhyun con sus ojos llenos de lágrimas, él siendo brusco. Comportándose como un imbécil. Siendo cruel con él. Y sus palabras.
"Ve y hazlo, si eso es lo que quieres, pero si lo haces, ni siquiera pienses en volver a verme."
Se sentía de la mierda. Suspiró, colocando su brazo sobre sus ojos, cansado.
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Creyó que sabía todo sobre Baekhyun.
¿Cuándo fue que se estropeó todo de tal manera?
Su celular repentinamente comenzó a vibrar sobre el colchón, llamando su atención. Quitó sus extremidades del rostro y observó el aparato por el rabillo del ojo. La pantalla indicaba una llamada entrante de un número desconocido. Frunció el ceño y lo tomó. El número no se le hacía familiar y no tenía idea de quién podría ser. Entonces contestó, llevándose el móvil al oído de inmediato.
