CAPÍTULO 6

1K 34 1
                                    

Cepeda: Todo empezó cuándo te fuistes. Me sentí tan mal conmigo mismo por haberte perdido que me volví loco. No le veía sentido a nada así que me dediqué a mi trabajo, única y exclusivamente a mi trabajo. Se me fue la olla completamente,no hacía otra cosa que no fuera trabajar. Estaba todos los días en cada oficina encargándome de que todo fuera perfecto,yo era el que iba a todos los viajes y yo era el que me encargaba de todo. Salía de mi casa a las 05:00 de la mañana para ser el primero y llegaba el último,a mi casa,tras una larga noche de fiesta. No veía a mi hermana ni a mi sobrina,solo cuándo me iba que le daba un beso mientras dormía y si al llegar mi cuerpo me lo permitía. Trabajaba hasta los fines de semana en casa,encerrado en mi cuarto de estudios y no dejaba que nadie entrara,no me podía permitir el distraerme. Durante ese tiempo mi hermana me estuvo avisando de que tenía que cambiar si quería seguir teniéndolas allí,ya que ellas se habían mudado por mí. Le dije que sí,pero realmente no cambié,lo estropeé todo.
Una de esas noches de fiesta,mi hermana me llamó muy preocupada porque mi sobrina se había puesto muy mala y estaban en el hospital. Nada más escucharlo, colgué el teléfono y me monté en el coche dispuesto a llegar en el menos tiempo posible,pero nisiquiera llegué. Iba tan rápido y estaba llorando tanto que no veía ni la carretera ni por supuesto el coche que venía en aquella curva enfrente mía. Intenté esquivarlo pero no pude. Sólo recuerdo escuchar un ruido extremadamente fuerte y el coche dar vueltas. Gracias a Dios no me pasó nada,solo estuve en coma dos semanas. Cuándo me despierte me encontré a mi hermana llorando abrazada a mí madre. Ese fue el último día que la vi. Se fue de mi casa llevándose a mi sobrina jurandome que no me quería volver a ver nunca y que por supuesto muchísimo menos a su hija. Al principio no me lo creí, pensé que era el calentón del momento,pero no,ignorante de mí el no saber que estaba diciendo aquello completamente en serio.
Desde ese día no veo a mi hermana,y de eso han pasado ya 8 meses.
Al principio no dejaba que mi sobrina se quedase conmigo,la dejaba con Miriam,pero gracias a ella,poco a poco fue convenciéndola y a día de hoy ya si la deja conmigo,aunque Miriam siempre esté. A día de hoy me habla,por WhatsApp solo para saber cómo va su hija pero al menos algo me habla.

Cepeda termina de contar esto con un nudo en la garganta,casi llorando y Aitana,ella está llorando a moco tendido.

No puedo ni pensar en que ha estado a punto de morirse por su culpa y no sabe ni que decirle,por eso decide que lo mejor es abrazarse a él y comenzar a llorar aún más. Tras un largo abrazo por parte de ambos,Aitana se separa,se seca las lágrimas y comienza a hablar


Aitana: Pero tú eres tonto? A quién se le ocurre coger el coche cómo estabas?
Cepeda: No estaba borracho,te lo juro,apenas me había bebido una copa. Pero me sentí tan mal al enterarme de que mi sobrina estaba mala y yo no había podido estar ahí. No me lo voy a perdonar nunca
Aitana: Por qué hicistes eso? Es que no te entiendo Cepeda. Me fui,vale,pero por qué te comportas como un energúmeno? Acaso se merecen tu familia que te comportes así?
Cepeda: Y qué quieres que hiciera Aitana? No sabía qué hacer y pensé que si me centraba en el trabajo podría olvidarte o al menos dejar de pensar tanto y comerme la cabeza a lo más mínimo
Aitana: Pero si a mí me parece perfecto que te centres en el trabajo,siempre te ha importado. Pero lo primero en tu vida era tu familia,sobre todo tu sobrina,y has demostrado que no te han importado nada
Cepeda: No digas cosas que no sabes. Claro que me importan,me importa más que a nada
Aitana: Pues no lo parecía Cepeda
Cepeda: Bueno,ya he cambiado. Me sigo dedicando 100% al trabajo pero solo cuándo estoy allí. Una vez que salgo le doy mi 100% a mi sobrina
Aitana: No me esperaba menos,no quiero ni imaginarme cómo lo pasaría
Cepeda: Ella nunca se enfadó conmigo,al revés,se enfadó con mi hermana por no dejarla conmigo
Aitana: Pues cuídala,a las dos,porque tienes mucha suerte de tenerlas
Cepeda: Lo sé,las quiero mucho

Le dije que sería para siempreWhere stories live. Discover now