Capítulo 20

839 22 8
                                    

Cepeda
Tres horas más tarde por fin de aquel despacho. Ha sido una de las peores reuniones que he podido tener, pues nadie entendía nada y a mí ya me estaban poniendo nervioso.

Por fin estoy montado en el coche, con la música puesta y de camino a mi casa. La verdad es que estoy deseando de llegar para relajarme y estar con mi sobrina, aunque por otra parte también estoy un poco nervioso porque sé que Aitana va a estar allí y no sé si estará dispuesta a tener esa conversación conmigo. Entre la música y mis pensamientos apenas me doy cuenta del paso del tiempo y ya estoy aparcando el coche de Aitana en la puerta de mi casa.

Me bajo del coche y me llevo un rato en la puerta volviéndome loco mientras busco las llaves, hasta que me acuerdo que no las tengo, así que llamo al timbre y espero a que me abran. Poco tiempo después de que llamara al timbre me abre Aitana y he de decir que me hizo mucha gracia esa situación pues es como si volviese 2 años atrás.


Cepeda: Hola, siento llegar tarde pero es que he tenido mil cosas y pff estoy reventado
Aitana: No pasa nada, es tu casa. Cojo el bolso un momento y me voy vale?
Cepeda: Tranquila, tienes prisa por irte?
Aitana: Mmm no pero...-la interrumpo-
Cepeda: Pero nada, quédate y así hablamos anda, que nos hace falta- le hago una caricia en la mejilla- Enserio, quédate, no me molestas, al revés, me ha hecho gracia volver y que tú me estés esperando como antes
Aitana: Cepeda, no tiene gracia-me dice seria-
Cepeda: Lo siento, perdón-le doy  un beso en la mejilla en la que le había hecho la caricia- Bueno, y mi niña dónde está? La pequeña, a ti ya te he visto-digo para picarla un poco

Después de decirle eso, me voy para dentro de la casa sonriendo mientras escucho como suspira y viene detrás de mí. Cuando llego al salón llamo a mi sobrina para que baje. Cuando de repente sale de la cocina “asustándome”, provocando la risa de todos.


Daniela: BUUUUH!
Cepeda: Pero bueno!-digo cogiéndola- Que querías asustarme granujilla
Daniela: Jajajaja sí! Ha sido idea de Aitana y mía-dice riéndose- Qué vamos a cenar hoy tito?
Cepeda: Pues no sé, tú que quieres cenar?
Daniela: No lo sé... Aitana se va a quedar a cenar?
Cepeda: Sí-digo adelantándome a ella-
Aitana: A ver, yo no he dicho todavía que si
Daniela: Aitana porfa, quédate a cenar con nosotros-dice mi sobrina abrazándose a ella y poniéndole ojitos-
Aitana: Bueno vale, me quedo
Daniela: Bien! Entonces quiero dos cosas, o tortilla de cebolla que nunca antes la hiciste o McDonald's
Cepeda: Definitivamente McDonald’s
Aitana: Pero por qué? Que trabajo te cuesta echarle un ingrediente más a la tortilla?
Cepeda: Aitana, eso no es un ingrediente más, es un estropicio-digo todo lo serio que puedo-
Aitana: Isi ni is in ingridiinti, is in istripicii-dice rodando los ojos-
Cepeda: Tonta eres-digo riéndome- Venga, id apuntando que vais a querer mientras me cambio


Dicho esto, salgo de la cocina y subo las escaleras hacia mi habitación para quitarme ese maldito traje y ponerme cómodo.Lo primero que hago nada más llegar a mi habitación es quitarme los zapatos y a continuación me quito la chaqueta, la corbata y la camisa y lo dejo tirado en la cama. Me quito el cinturón y los pantalones y lo tiro también en la cama, quedándome solo en calzoncillos. Iba a poner el móvil a cargar antes de cambiarme cuando de repente la puerta se abre y tras ella aparece Aitana, a la que casi se le descuelga la mandíbula al verme.



Aitana: Pero Luis que haces así!-dice mirándome-
Cepeda: Cambiarme, has visto que tipo tengo? Ahora estoy más buenorro-digo pasándome la mano por mis abdominales-
Aitana: Déjate de tonterías y haz el favor de vestirte ya y bajar, que tu sobrina me ha mandado a que te meta prisa
Cepeda: Ya voy, ya voy... Aitana toma-le tiro un paquete de pañuelos- Para la baba, que se te está cayendo-le digo guiñándole un ojo
Aitana: Mira, me voy, porque es que eres tonto vamos


Aitana se va y yo me quedo en mi habitación riéndome un rato. Al final me pongo una camiseta básica de color negra y unas calzonas de color gris. Me quito los calcetines y bajo hasta el salón, que es dónde estaban. Al llegar me las encuentro viendo algo en el móvil de Aitana.


Cuarenta y cinco minutos más tarde, ya estábamos los tres sentados en la mesa de la cocina comiendo cada uno sus respectivas hamburguesas y patatas.


La verdad es que todo iba demasiado bien, estábamos comiendo entre risas a la vez que me contaban lo que habían estado haciendo hoy


Pero iba todo demasiado bien...













1/4

A DISFRUTARLO❗❤️










Le dije que sería para siempreWhere stories live. Discover now