Capítulo 17

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Aitana
Noto cómo se cuela la luz por la ventana de mi habitación y me despierto. Me incorporo en la cama dejando  la espalda apoyada en el cabecero y cojo el móvil para revisar los mensajes, etc.

Termino de responderle a mi madre, a mi amiga Marta y a Ana, con la que he quedado más tarde. Justo cuando iba a bloquear el móvil, me llega un mensaje de un número que no tengo agregado  pero que conozco a la perfección. Me quedo varios segundos observando su foto de perfil hasta que reacciono y abro su mensaje.  Al abrirlo, me encuentro con tres fotos y la siguiente frase: “Cómo para olvidarme...😉”. ¿Cómo para olvidarme de qué?

Decido no darle más vueltas e ir a la cocina a desayunar. Cuando acabé de desayunar, me puse en el salón a hacer un poco de Pilates. Tras hora y media de ejercicio, me metí en la ducha y comencé a arreglarme, pues había quedado para ir a comer con Ana. Decido ponerme una falda vaquera negra con una blusa blanca y mis converse blancas. Me ondulo un poco el pelo y me maquillo. Me pongo un poco de colorete, me hago el eyeliner, me pongo rímel y me pinto los labios de un rosa claro con un poco de brillo. Termino de echarme perfume, cojo el bolso y salgo de mi casa con el coche, ya que el restaurante en el que he quedado con Ana está un poco lejos de mi casa.

Por fin llego al restaurante y al entrar, busco a Ana con la mirada. La veo en una mesa del fondo hablando por el móvil y me acerco hasta ella con cuidado, intentando que no vea, pero resulta que a la persona que le hablaba era a mí.


Ana: Anda, pero si estás aquí!
Aitana: Sí jajaja, acabo de llegar.
Ana: Pues siéntate y pedimos, que tengo un hambre que me muero.
Aitana: Tu como siempre Anita-digo riendo-

El camarero se acerca a nuestra mesa y nos toma nota de lo que hemos pedido.  Al rato viene ya con las bebidas y con unos pequeños entrantes. Mientras Ana y yo vamos hablando de cosas cotidianas como el trabajo, la casa, etc. Una vez que ya nos traen la comida, empieza la verdadera conversación.


Ana: Bueno y tú que tal con Cepi? Has podido hablas con él después de lo de la disco o no?
Aitana: No me lo recuerdes. Sí, por desagracia hemos hablado
Ana:  Y eso? Acabó mal la cosa?
Aitana: Claro que acabó mal. Fuimos a desayunar juntos y me pidió perdón por si me había hecho pensar cosas que no eran, que él estaba muy bien con Laura, que estaba muy seguro de todo y que perdón.
Ana: Joder... Y tú que le dijiste?
Aitana: Me fui de allí, que le voy a decir. Tú sabes cómo me sentó que me dijera eso?
Ana: Te entiendo, pobre. Pero tía tú no te rayes-la interrumpe Aitana-
Aitana: Cómo no me voy a rayar Ana. Ese día llegué a pensar que igual podía volver  a tener alguna remota posibilidad con él. No sabes cómo me miraba y me tocaba esa noche Ana, parecía que estábamos solos. Me recordó tanto a antes...
Ana:  Pues por eso mismo, porque veo cómo te mira y porque sé que sigue sintiendo por ti
Aitana: Pero que dices Ana? Por dios, si solo hay que ver como esta con Laura, que ayer se llevó media hora sonriéndole al ordenador porque descubrió que era uno foto de ellos
Ana: Aitana, Cepi está ilusionado con Laura porque ella le ha ayudado mucho, pero es que de ti se enamoró. La primera vez que se ha enamorado en su vida ha sido de ti. De verdad te crees que se va a olvidar de ti de la noche a la mañana? Claro que no cariño
Aitana: Pero es que yo le he hecho tantísimo daño y con ella lo veo tan feliz que yo que sé Ana... Quizás es que no merezco estar con él, y tampoco pido eso. Solo quiero que sea feliz, porque se lo merece de corazón.
Ana: Aitana, no es lo mismo ser feliz  a que te hagan feliz. Cepeda es feliz por naturaleza, ya lo sabes, y es normal que con Laura esté feliz pues es su novia, tienen sentimientos, han pasado tiempo juntos, etc. Pero es que solo hay dos personas que yo he visto que le hagan feliz cuando está hundido. Y sois tú y  su sobrina. Así que si de verdad lo quieres lucha por él porque aquí nada está perdido. Y como tú y yo también nos merecemos ser felices, nos vamos a ir ahora mismo a una terraza a tomarnos un buen copazo.

Dicho esto, Ana llama al camarero para pedirle la cuenta. Le dejamos el dinero con algo de propina en la mesa y nos vamos de allí. Nos montamos en mi coche y nos vamos a una terraza. Cuando llegamos nos sentamos en una mesa de fuera, ambas cada una con nuestra bebida, y Ana saca un cigarrillo. Estábamos hablando cuando de repente vemos en la acera de enfrente un hombre enchaquetado pegando voces con una niña detrás.


Ana: Uy, ese no es Cepeda?
Aitana: Parece que sí, no sé
Ana: Voy a darle una voz. CEPEDA!-dice Ana gritando- VEN!

De pronto, la niña que venía detrás cruza corriendo para abrazarse a Ana y Cepeda no tarda en venir el doble de enfadado de lo que parecía.


Cepeda: Daniela, la última vez que vuelves a cruzar así! Te enteras o no?!
Daniela: Déjame ya-dice la niña enfadada-
Cepeda: Que te deje me vas a decir? Que te podría haber atropellado un coche!
Daniela: Pero que he mirado y no venía nadie!
Cepeda: Pues te esperas y punto
Ana:  Se puede saber qué te pasa?-dice sentando a la niña en sus piernas y mirando a Cepeda-
Cepeda:  Que estoy hasta los cojones de todo-mira su móvil y resopla- Daniela, vámonos
Daniela: Y no me puedo quedar con la tita Ana y con Aitana?
Ana: Sí, mejor déjala con nosotras porque tú estás un poco mal humorado
Cepeda: Anita, dame un par de cigarros o tres para el camino, que me he dejado el tabaco en casa.
Ana: Para que quieres tanto? A dónde vas?
Cepeda: A la oficina, me acaban de llamar que está allí no sé quién y que tengo que ir rápido y ya voy tarde.
Ana: Y por qué no coges el coche? Con lo lejos que está
Cepeda: Pues porque no tengo gasolina
Ana: Ay madre mía, me desesperas en
Cepeda: Toma, las llaves de mi casa para que os vayáis allí cuando terminéis-dice dándole las llaves a Ana- Y te cojo dos de estos-le coge dos cigarros y le da un beso- Adiós enana, y perdón por gritarte-su sobrina se abraza y él le da veinte mil besos-
Aitana: Oye Cepeda, que yo tengo ahí el coche. Que sí vas muy mal pues te lo dejo
Cepeda: Enserio?!
Aitana: Sí claro, tampoco es que me haga mucha falta, mientras estés aquí a la hora de irnos para que pueda volverme a casa
Cepeda: Pues es que yo no sé a qué hora voy a terminar-se queda mirándome un rato- Vete a mi casa y así cuando acabe pues tiro para allá y ya te lo llevas
Aitana: Bu..bueno vale-digo un poco cortada-
Cepeda: Dios gracias, me has salvado el culo-me coge la cara  me da un beso apretando todo lo que pueda- Luego os veo!

Vemos a Cepeda montarse en mi coche que estaba justo en frente y antes de irse nos saluda por la ventanilla. Estamos un rato más allí y sobre las 19h decidimos que ya es buen momento de ir poco a poco a casa de Cepeda.


Cuando llegamos allí, Daniela nos ha enseñado el trabajo que ha tenido que hacer para el cole y algunas cosas nuevas que ha aprendido en gimnasia rítmica.


Al rato, Ana se va dejándome sola en la casa donde estuve viviendo durante 6 meses, la casa que tantos recuerdos me trae y con aquella niña que tantos momentos pasé.

Espero no liarla mucho y que su tío no tarde en llegar, aunque realmente no sé si quiero que venga...

Daniela: Aitana, me puedo poner ya el pijama?
Aitana: Sí claro, póntelo y asa estas más cómoda. Quieres que te ayude?
Daniela: No hace falta, ya se sola pero quiero que vengas conmigo y te enseño las fotos tan chulas que he colgado por mi habitación
Aitana: Vamos entonces a verlas-digo dándole la mano a la niña y subiendo las escaleras-















Bueno,pues aquí tenéis un capítulo más. Espero que os guste☺️

Cómo lleváis la cuarentena? Espero que bien,yo estoy aprovechando para hacer muchas cosas,entre ellas escribir jejeje


Gracias por todo.Os quiero❤️

#quedateencasa





Le dije que sería para siempreWhere stories live. Discover now