Capítulo 29

916 31 42
                                    

Cepeda
Un año más. Creo que este es de los peores días de cada año. Me levanto de la cama directo a abrir la gran ventana de mi habitación, dejando que el frío aire mañanero golpeara en mi desnudo torso.  Me fumo el primer cigarro del día y una vez que lo termino, entro de nuevo en mi habitación cerrando tras de mí la ventana. Antes de salir de la habitación miro el móvil comprobando la hora, las 08:00 horas de la mañana, estupendo.

Bajo hasta mi cocina y me preparo un desayuno, un café con un par de tostadas, el cuál tardo en acabar, pues me lo tomo tranquilo, mirando a un punto fijo y pensando en qué podré hacer hoy para despejarme.

Me meto en mi despacho a adelantar trabajo para tener la mente ocupada y de vez en cuando voy mirando el móvil por si tengo algún mensaje nuevo, pero nada, no recibo nada. Sigo trabajando y cuándo me doy cuenta es ya la hora de comer, por lo que decido parar e ir a la cocina a ver qué pillo. Justo cuando estoy terminando de bajar la escalera, llaman a la puerta

Cepeda: Pero tú que haces aquí?-digo totalmente sorprendido pues no me esperaba para nada a esta persona-
Laura: Crees que te iba a dejar solo en un día cómo el de hoy?-me dice sonriendo tiernamente-
Cepeda: Te has acordado?
Laura: Claro! Venga sube a vestirte que nos vamos a comer a tu restaurante favorito anda
Cepeda: Y qué me pongo?
Laura: Pues cualquier cosa, pero así desde luego no vayas a ir
Cepeda: No claro, no te podrías resistir a mis encantos-digo pasando la mano por mi torso-
Laura: Venga anda! Tira a vestirte
Cepeda: Tardo nada, 10 minutos-digo mientras subo las escaleras- Tú siéntate y coge lo que quieras!

13 minutos exactamente es lo que tardo en estar listo y en estar montado en el coche de camino al restaurante. La verdad es que en el trayecto no hablamos granas cosa, simplemente nos reímos  cantamos  las canciones que van sonando en la radio. Cuando llegamos al restaurante, el camarero nos lleva hasta una mesa reservada a su nombre, que no podía ser otra que mi mesa favorita.


Cepeda: Mi mesa favorita y todo, gracias
Laura: No tienes que darme las gracias por esto, es lo mínimo que podía hacer no?
Cepeda: Si bueno... Eres la única que se ha acordado del día que es hoy-digo agachando la cabeza-
Laura: Seguro que a lo largo del día te dicen algo, ya verás. Bueno cuéntame, que tal te va en el trabajo sin mí? dice riendo-
Cepeda: Pues la verdad es que va bien, cómo siempre ya sabes. Ahora tu mesa es mía también, y la verdad es que se me hace raro no verte por allí pero bueno. Y a ti como te va por London?
Laura: Pues la verdad es que genial, estoy muy agusto por allí, aunque he de decir que en el fondo echo de menos que el pesado de mi jefe no venga cada 10 minutos a mi mesa a molestarme con cualquier cosa
Cepeda: Molestarte yo? Si solo iba a ver qué tal te iba y a invitarte a desayunar...más quisiera tu nuevo jefe ser como yo!

Y así seguimos hablando durante toda la comida. Cuando terminamos decidimos ir a una terraza que había por ahí cerca para tomarnos una copa y seguir charlando un poco. Cuando llegamos, ella fue fuera a coger mesa mientras yo me quedé en la barra par pedir


Cepeda: Toma, tu ginebra rosa y las gomitas
Laura: Muchas gracias, señor con su mítico ron cola
Cepeda: Señorito, y por supuesto, el ron cola es lo mejor que hay-digo riéndome-
Laura: No voy a rebatirte eso porque sé que es en vano-dice riéndose- Y cómo es eso de señorito? Tú y Aitana no..?
Cepeda: Aitana y yo nada, y para qué? Total, no creo que merezca la pena
Laura: Pero qué ha pasado? Yo pensé que estabais juntos
Cepeda: Yo también pensé que llegaríamos a estarlo, pero se ve que no. A veces uno se equivoca al tomar decisiones
Laura: Pero a ver, que ha pasado? Que tú eres a veces un pelín exagerado
Cepeda: Que no Laura, que no, que esto ya es definitivo, que está claro que no quiere nada conmigo
Laura: Pero me puedes decir que ha pasado?!
Cepeda: Nada, precisamente no ha pasado anda, por eso mismo
Laura: Pero porque no haya pasado nada no quiere decir que no quiera nada contigo, no sé
Cepeda: No es por eso, es que desde que tú te fuiste, empezamos cómo a tontear, quedábamos mucho y todo eso, pero ya está, ella no ha sido capaz de nada, siempre era yo el que tenía que ir detrás de ella y pues la verdad es que me he cansado un poco de esperar y ver que no muestra interés
Laura: Bueno a ver, quizás es que le da cosa decírtelo, pero aunque ella no te diga o no te haga nada, siempre está ahí contigo, así que estás claro que quiere, sino no estaría
Cepeda: Pero si el otro día me fui con una tía de la discoteca y pasó. Le importó una mierda que yo estuviera en mi casa follando con alguien que no fuera ella
Laura: Pero a ver, si no estáis saliendo ni nada, por qué iba a tener que ponerse de alguna manera? Es obvio que le molestaría, pero no puede impedirte que hagas o dejes de hacer cosas
Cepeda: Ya, pero es que después a Ana sí que le cuenta cosas, dice que se levantó llorando por mi culpa, por haberme ido de la discoteca a mi casa
Laura: Pues entonces! Está claro que le gustas, solo que cómo no estáis juntos pues le dará vergüenza decirte las cosas que me molestan, al fin y al cabo no puede reprocharte nada
Cepeda: Tú crees?-digo mirándola-
Laura: Pues claro! Por favor Cepeda, solo hace falta ver como os miráis para saberlo todo
Cepeda: Crees que debería hablar con ella?
Laura: Creo que ya estás tardando. Estás enamorado de Aitana y ella lo está de ti, pero ninguno de los dos os atrevéis a deciros las cosas por miedo a que os pase como la última vez. Así que ya sabes que tienes que hacer guapito
Cepeda: Por qué haces esto?-le digo mirándola a los ojos-
Laura: El qué?-me dice confusa-
Cepeda: Ayudarme con Aitana, no  sé, tu y yo hemos sido novios y que ahora me ayudes con esto me parece raro
Laura: Tú y yo hemos sido novios sí, pero ante todo hemos sido amigos y lo seguimos siendo, así que qué menos que ayudar a mi amigo no? Ya sabes que te quiero mucho y que voy a estar para ti siempre que me necesites
Cepeda: Yo también te quiero mucho, de verdad-le digo sonriendo-
Laura: Pues si tanto me quieres levanta tu culo de ahí y ve a casa de quien hemos estado hablando
Cepeda: Y tú que vas a hacer? No voy a dejarte sola después de todo lo que has hecho
Laura: Tranquilo, iré a ver a mi madre y aprovecharé para estar con ella hasta mañana
Cepeda: Vale, pero si necesitas algo llámame de verdad, quedarte en mi casa, el coche, lo que sea de verdad
Laura: Tranquilo, todo está bien de verdad, pero si necesito algo tranquilo que te llamaré
Cepeda: Vale, bueno pues me voy. Dale un besiño a tu madre de mi parte
Laura: Se lo daré tranquilo, seguro que le hace ilusión. Espero que vaya todo genial!
Cepeda: Gracias, muchas gracias por todo-le digo abrazándola- Te quiero mucho
Laura: Y yo también, ya lo sabes-me da un beso en la mejilla- Adiós Cepeda, ya me contaras!
Cepeda: Adiós guapa!


Después de despedirme de Laura, me monto en el coche y pongo rumbo a casa de Aitana dispuesto a dejarle las cosas claras de una vez. Cuando llego, aparco el coche en el primer hueco que veo. Llamo al timbre y rezo por que esté dentro, a lo que escucho un “voy!” por lo que suspiro y miro al cielo intentando calmar mis nervios.






















Aquí tenéis un nuevo capítulo! Espero que os guste 🤩

Gracias por estar siempre, nos vemos pronto ❤️❤️






Le dije que sería para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora