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Se había vuelto habitual encontrarse con fans reteniéndolo en el camino, si alguien le hubiese alertado sobre ésto antes, ni se hubiese molestado en escalar tan rápido, le sacaba de quicio tanto entuciasmo por su llegada, pasó como pudo entre la g...

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Se había vuelto habitual encontrarse con fans reteniéndolo en el camino, si alguien le hubiese alertado sobre ésto antes, ni se hubiese molestado en escalar tan rápido, le sacaba de quicio tanto entuciasmo por su llegada, pasó como pudo entre la gente, usualmente no sobrepasaban las cinco o seis personas, pero ésta vez incluso se topó con periodistas.

—¡Ground Zero, Ground Zero! Hey, aquí Raven del centro local de noticias. ¿Es verdad que mantiene una relación en secreto con Uravity?— Una reportera por poco y no se avalanza sobre él con su micrófono en mano.

—¿Qué...?— Esa pregunta provocó una escalofriante mueca de molestia en el rostro del rubio.

—¡No lo negó! ¿Cuántos meses de relación tienen?— La mujer empezó a restregar el micrófono en el rostro de Katsuki.

—No tenemos ningún tipo de relación.— Aclaró él, en sus adentros quería maldecir en su cara a esa paparazzi, pero no, su puesto no le permitía tal lujo. —Ahora, quítese del camino, debo llegar a la agencia. Los criminales no se atrapan sólos.— Eso sonó incluso amenazante, las personas a su alrededor mantuvieron silencio y le dieron el paso.

—Él es... ¡Tan genial!— Escuchó aquel grito proveniente de una de sus jóvenes fans, le resaltó una vena en la frente y presionó los dientes, estaba por estallar de ira.

Y aún así siguió su camino hasta la agencia, serio y firme.

Al ingresar, hizo el rutinario chequeo en la recepción y fue hacia el ascensor, tratando de calmarse. Al llegar al tercer piso el ascensor se detuvo, y como si el destino se estuviese burlando de él, se topó con Ochako, quien debía ascender al piso superior también.

—Oh, tú de nuevo.— Exclamó ella a modo de saludo, ingresando al ascensor y presionando el botón de su piso correspondiente.

—¿Tú de nuevo?— Él pareció meditar eso. —¿Qué demonios significa eso?— Espetó. —¿¡Y dónde estuviste ayer?!— Él necesitaba respuestas, se merecía una explicación por lo menos.

—Ese no es asunto tuyo, Bakugou. Y por cierto, ya no es necesario que me visites, mira.— Levantó la manga de su blusa, mostrando su herida completamente curada, con una fina pero visible cicatriz.

—¿Cómo...?— No contuvo la duda, era casi imposible que se haya apresurado tanto el proceso de curación, definitivamente un kosei debió haber intervenido.

—Recovery Girl.— Contestó de inmediato la castaña.

—¿Esa costal de huesos sigue viva?— De verdad estaba sorprendido, y como no...

—Sí, y no la llames así, fue muy amable al recibirme y ayudarme a pesar de su condición.— El sonido de la puerta abriéndose la interrumpió, ella rápidamente salió del ascensor sin previo aviso.

Fastidiado, Katsuki levantó una ceja, bufando, en definitiva no comprendía la actitud de las mujeres, un día son tiernas y amables como en los doramas que veía su madre, y al otro te tratan como si fueras un criminal.

—Mujeres.— Chasqueó la lengua, recostándose contra la pared del ascensor y cruzándose de brazos.

— Chasqueó la lengua, recostándose contra la pared del ascensor y cruzándose de brazos

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Al asegurarse de estar sola en aquel pasillo, Uraraka sacó su teléfono de su bolso y llamó casi desesperada a Mina.

—Mina, Mina, Mina, Mina.— Se notaba el nerviosismo en la voz de la castaña.

—¡Calma! ¿Qué sucedió?— Exclamó la rosada, confundida de tan repentina actitud.

—Actué exactamente como me dijiste, pero casi entro en pánico.— Ochako casi parecía estar hiperventilándose mientras decía eso.

—¿¡Tan pronto?!— Se escuchó un estruendoroso chillido del otro lado del teléfono, tan molesto que Ochako tuvo que separar el oído del altavoz. —¡Geniaaaal! Sigue así, y si intenta ya sabes qué, sólo debes...— La rosada siguió con dando instrucciones mientras su amiga intentaba calmarse respirando profundamente.

Colgó el teléfono y lo guardó para seguir caminando hacia su destino, no había forma de retractarse ante su plan y no pensaba darle la razón a Bakugou.

De ninguna manera, nunca jamás, ni por más que la tuviera. Era momento de hacerle entender a Katsuki que él no era el centro del universo, aún si eso significaba lastimar el orgullo de aquel.

Y como negarlo, la castaña le había encontrado cierta gracia en éste asunto.

Y como negarlo, la castaña le había encontrado cierta gracia en éste asunto

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El héroe N°3. ⌦ᴋᴀᴄᴄʜᴀᴋᴏWhere stories live. Discover now