018

7.8K 896 105
                                    

Mientras aguardaba alguna respuesta de Uraraka, el rubio fue a los casilleros a buscar su botella de agua, estuvo entrenando puntualmente desde las seis am, pocas veces tuvo sus momentos de descanso, aún así no le bastaba, por eso pensó en usar a ...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Mientras aguardaba alguna respuesta de Uraraka, el rubio fue a los casilleros a buscar su botella de agua, estuvo entrenando puntualmente desde las seis am, pocas veces tuvo sus momentos de descanso, aún así no le bastaba, por eso pensó en usar a la castaña como saco de boxeo, de esa forma podría golpearla sin remordimientos, ya que según él, se lo merecía por tratarlo de esa manera.

"Ok."

Bingo, aceptó. Un momento, ¿Aceptó? ¿Eso fue un mensaje de sí o qué? Lejos de ser un mensaje cortante, fue más bien confuso.

—¡Agh, malditas mujeres!— Lanzó su teléfono a la bolsa en su casillero y recogió su botella, yendo de nuevo a la zona de entrenamientos. No comprendía exactamente porqué le molestaba tanto esa actitud, no es como si fuese la primera vez que alguien lo tratase así.

Pero no era momento de pensar en eso, él debía enfocarse en entrenar.

Al entrar, Uraraka se sorprendió bastante, el lugar era muy grande, habían algunos héroes entrenando en distintas máquinas de ejercicio que fortalecían sus kosei, le emocionaba la tecnología que manejaban allí, no por nada establecimiento pertenec...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Al entrar, Uraraka se sorprendió bastante, el lugar era muy grande, habían algunos héroes entrenando en distintas máquinas de ejercicio que fortalecían sus kosei, le emocionaba la tecnología que manejaban allí, no por nada establecimiento pertenecía a la agencia donde trabajaba. Hizo bien en intentar entrar.

—Geniaaal...— Revisaba de aquí para allá cada máquina como una niña en un museo.

—Oe.— Escuchó un grito, al voltear su diversión se acabó. Bakugo la llamaba desde lejos, cerca de una puerta, luego desapareció de su vista. Fue apresurada a ver, y al cruzar por dicha puerta se topó con una gran zona despejada, caminó por el suelo sintético hasta acercarse al rubio.

—¿Lista para morder el polvo?— Esa fue la mejor forma de dar un saludo que se le ocurrió a Katsuki.

—Pero aquí no parece haber polvo, ni siquiera tierra.— Cuestionó Ochako observando el suelo. No pensó que eso sería motivo de enojo para el adverso, sólo dijo la verdad.

—¡Agh! ¡Morirás!— Masculló Katsuki, agachándose a la altura de la castaña.

—Ya veremos.— Exclamó Uraraka, una retadora sonrisa se marcó en sus labios. Curiosamente, se preguntó si él había notado el pequeño cambio en su cabello, es de saber que los hombres rara vez se fijan en eso, quizás Bakugo no era la excepción. Al notar que estaban demasiado cerca, la fémina puso su mano sobre el rostro del rubio y lo alejó a la fuerza.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


La última ronda dejó exhaustos a ambos, sin decir nada, Uraraka se sentó en uno de los bancos recostando su cabeza contra la pared.

—Aaaaaaaaaahhh.— Eso fue un largo y sonoro quejido de cansancio. De repente, una botella impactó contra su estómago y aterrizó sobre sus piernas, era obvio quien se la lanzó, se limitó a beber el agua.

—¿Tan rápido te cansaste?— Se burló Katsuki y se se apoyó contra la pared a un lado del banco. —Sólo hemos peleado cinco veces y ya estás así, pobrecita.— Rió, orgulloso de sí mismo, desafortunadamente una botella tuvo que impactar contra su rostro para borrarle esa odiosa sonrisa. —¡Hey!

—No fui yo la que aterrizó sobre su trasero tres veces.— Exclamó Ochako de forma sarcástica, de hecho, rió un poco al recordar eso, ¿Y cómo no? Fue demasiado épico. Al ser tocado; obviamente Bakugo levitó, pero ella no lo hizo levitar demasiado alto, sólo lo suficiente como para que no pudiese prepararse para aterrizar.

Nunca esperó a que él aterrizara sentado, oh dios, ¿Habrá alguna cámara de seguridad que haya captado eso? Si es así, ella era capaz de ir a pedir una copia de la grabación para echarse a reír de nuevo.

Bakugo no aguantó la risa de Uraraka y terminó aplastando su botella de plástico de tan fuerte que la apretó, pero... de cierta forma, no le desagradó tanto oírla reír después de tanto, si no se estuviese riendo precisamente de él hubiese sido mejor.

—Uraraka.— La llamo él, sentándose a su lado.

—Así me llamo.— Exclamó con obviedad.

—Eres o te haces...— No, no era momento de insultar, o sino se desviaría del tema. —¿Porqué mierdas has estado actuando tan... tan...— No encontraba la palabra exacta para definir esa actitud. —...Distante?

—¿Distante?— Él asintió. — Yo no he sido distintante en ningún momento, es imaginación tuya.

—No finjas, te estuviste comportando extraño.— Reprochó el rubio ceniza.

—Que no.

—Que sí.

—Que sí.

—¡Que no!

—¿Ves? No he actuado extraño, son alucinaciones tuyas y tu cerebro lo sabe, acabo de comprobarlo.— Afirmó Uraraka, sonriente. Bakugou por su parte se quedó pensando más o menos que fue lo que sucedió hace un instante. ¿Fue alguna clase de juego mental?

—Que lista.— Murmuró, y sí, era lo suficientemente lista como para hacerlo caer en un infantil y absurdo juego de palabras.

—¡Listo! Ya descansé lo suficiente, sigamos luchando. Te haré morder el polvo imaginario ésta vez.— De inmediato ella se levantó y se estiró, renovada. Estaba preparada para ganarle a ese misógino.

Bakugo negó con la cabeza, haciendo una mueca similar a una sonrisa, ¿Acaso ella no se cansaba de perder? Pero que terca.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
El héroe N°3. ⌦ᴋᴀᴄᴄʜᴀᴋᴏWhere stories live. Discover now