Todas las mañanas era lo mismo, Momo siempre era abrazada por la soledad al despertar, siempre era dejada por el a pesar de estar casados, todo era monotono que cansaba y ella se canso.
Después de dejar a Momo a su casa decidió distraer su mente, alejar los problemas, hundirse en el sosiego de la noche y sus luces en alta, manejo hasta el bar más cercano, no, no le importo que lo reconozcan, a él le dio igual si hablaban pestes, total no vivía de ellos.
__ me da la más fuerte __ se sentó en la barra y pidió un chupito de alcohol.
Quería quitarse ese sentimiento, algo que el no sabía o talvez si pero lo negaba, el alcohol recorrió su cuerpo, sintiéndose más libre.
Recordo algunas pequeñas cosas de su vida, sus días en la U.A donde todo comenzó, su primer encuentro con ella, tantos momentos vividos, tan reales y tan efímeros.
No pudo evitar sentir nostalgia, dio un suspiro cansado, no quería llegar, no quería dañarla, no queria herir lo poco que quedaba, no quería renunciar aún.
__ me da un chupito __ una fémina se situó a su lado, los cabellos negros de esta le recordaron a cierta heroína de la creación.
"Y una mierda, solo mata tus sentimientos "
Se dijo así mismo mientras se retiraba del local dejando a medias su chupito, el viento frío soplo sobre el antes de que este se meta en su coche y tenga una pequeña sienta justo ahí antes de ponerse a manejar.
Abrio sus ojos solo para encontrarse en una habitación vacía, vestia un smokin negro, ante la sorpresa decidió salir de ahi; Descendió escaleras abajo, las paredes blancas no eran propios de él, de hecho no era tan fanático de los colores neutrales.
__ Katsuki __ una voz conocida lo llamó __ tu corbata está mal puesta __su sorpresa no tardó en reflejarse en su rostro, era Momo.
Ella se acerco a él tan naturalmente, como si fuera de lo más normal, como si fuera de todos los días.
