-te Odio. -yo también te amo. [Hiro Hamada Y Tú]

•28•

[Aria Pov]

-¡es hoy! ¡es hoy!- grité en la cara de Mark.

Hace ya unos días que había participado en la batalla de robots y a partir de ese día trabajé sin parar en mi máquina del tiempo. Quería terminarla lo más rápido posible ¡y ayer a la noche terminé! Bueno... no terminé terminé, pero hoy a la tarde le daré los últimos retoques y para la noche traeremos a Tadashi de vuelta. Salté mientras tenía a Mark de los hombros.

-tranquila, estaré allí- dice sosteniendo mis manos.

-Ay Mark, no puedo creerlo que finalmente pase. Estoy tan emocionada- digo abanicando mis cara con mis manos.

-si, mereces un gran descanso por tanto trabajo. Lo que hiciste es tan asombroso.

-dímelo cuando traiga al hermano de Hiro aquí... pero gracias. Me esforzé mucho- digo.

-¿a que hora voy hacia tu casa?- me pregunta.

-te mandaré un mensaje, al igual que Jane. No puedo esperar- digo.

-intenta calcular todo muy bien. Ve que no haya ninguna falla o cualquier mínimo error- dice

-tranquilo, estoy segura de que no- digo.- oye Mark, ¿tu que dices? A penas traigo a Tadashi de nuevo lo llevo al café de Cass para mostrarles a los chicos, o se queda en mi casa por una noche y al siguiente dia lo llevo como una sorpresa?

Mark piensa

-mmm, si recuperaste a mi hermano fallecido yo diría que no esperes. No importa si son las 3 de la mañana, to querría verlo igual- dice levantando sus hombros

Chasqueo mis dedos.

-tienes razón. Haré eso. Cuando ya esté en mi casa mandaré un mensaje de emergencia a los chicos para reunirnos en el Café de Cass y cuando lleguen ¡WASAM! Les muestro a Tadashi. Ay, no puedo creer que haré todo esto- digo con una mano en mi pecho- siento que por fin arreglaré todos los errores que cometió mi tío.

-no fueron tus errores Aria, déja de repetirlo y sentirte culpable.

-lo siento- digo.

Escucho que suena la campana para volver a clases.

-debo irme. ¡prestale atención a tu celular!- digo antes de darle un beso a su megilla y luego salir corriendo a mi clase. Estaba demaciado emocionada para caminar. Pero debía calmarme frente a los chicos.

-hey Aria ¿todo bien? ¿Porqué viniste corriendo?- pregunta Wasabi.

-oh nada. Es que mi reloj está atrazado y creí que llegaría tarde- mentí.

-¿y porqué soríes tanto?- me pregunta frunciendo el seño.

-¿acaso las personas no pueden sonreír?- digo, Wasabi me miró raro.

-esta bien, vi como una profesora se cayó en un corredor- mentí de nuevo

-oh, ahora entiendo- dice.- eres malvada.

-no es mi culpa- digo entrando al salón.

[...]

Tenía un casco de chapa, de esos visores que te cubre toda la cara y estaba dándole el último retoque oficial a la máquina del tiempo con un sellador que sacaba chispas. Mi madre hace un rato vino a retarme por el ruido que estaba haciendo. Pero debe entenderme. Esto es importante. Se puso los auriculares y estaba viendo algo en el celular tirada en el sofá.

Apagué el sellador y levanté el visor para ver todo con mis propios ojos. Había terminado. Por fin había terminado mi mayor proyecto.