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-¡Aria!- llamó mi mejor amiga mientras me sacudía de los hombros.

Yo contesté con un quejido y me tapé la cara con la sábana.

-Aria, arriba, vamos. Nos quedamos dormidas!- dice.

-Tranquilízate Jane y déjame dormir. Es sábado ¿ok? No hay que madrugar hoy- digo aún abajo de las sábanas.

-Ay, que ternura que te confundas los días. ¡Hoy es viernes y si mi falto a mi escuela mi madre me mata!

Salí de las sábanas y me senté en la cama.

-¿que qué? ¿Que hoy es qué?- digo

-¡Hoy es viernes! ¡y estoy llegando tarde a mi escuela y tu a tu universidad! ¡nos quedamos dormidas!.

Miré la hora, estaba llegando exesivamente tarde a mi primera clase. Demonios no podía perdérmela.

-¡corre Jane!- exclamé.

No me cambié tanto, me quedé el pantalón que tenía y me puse un buzo extremadamente grande arriba de la remera de mi pijama. Me puse las zapatillas más cercanas y ni siquiera me até los cordones, simplemente los metí adentro de la zapatilla porque la seguridad primero amiguitos. Ni siquiera me peiné y agarré mi mochila y la colgué en un hombro. No tenía tiempo de cepillar mis dientes así que simplemente metí pasta dental a mi boca y la mastiqué un rato, luego la escupí y me comí un chicle. Lo sé, es asqueroso pero situaciones deseperadas requieren medidas desesperadas.

Las clases de Jane comenzaban después que mis clases así que ella llegaría bien si corría, pero en cuanto a mí no lo sé.

Nos despedimos en la puerta de mi casa y salí corriendo lo más rápido que podía. Tendría mucha hambre porque no desayuné pero supongo que luego comería un gran almuerzo. Corrí y corrí

En un momento tropezé con mis cordones pero no me caí, seguí corriendo igual. Me choqué con personas y algunas me gritaban que tenga cuidado. Estaba sudando y un gran dolor en mi vaso se hizo presente. Pero no me importó.

Ya veía la universidad, no había madie a los alrededores. Te pido por dios que la puerta esté abierta.

Corrí sudando y con la respiración muy agitada pero cuando llegué a la puerta y tiré de ella estaba cerrada.

-no... no, no, no, no puede ser posible- golpee la puerta a ver si alguien me escuchaba pero nada.

La puerta tenía un reflejo y me pude ver en ella. Demonios estaba muy despeinada.

Supongo que me tendré que quedar a esperar a que comienze la segunda clase para entrar.

DEMONIOS.

-te Odio.  -yo también te amo. [Hiro Hamada Y Tú]Where stories live. Discover now