XXVI. Estúpido engreído.

3.9K 363 48
                                    


Y empezamos maratón para haceros más amenos estos días complicados❤

Es como un mini capítulo para empezar. 

Cuidados mucho.

Las cuarentenas acabaran en algún momento. Mucha ánimo.



Después de eso intenté convencerla de que estaba realmente bien sin ningún éxito. Nos acompañó hasta mi piso asegurándose de que Jack venía conmigo. Hasta que no nos vio entrar no fue que se marchó cerrando la puerta tras ella y dejándonos solos en una extraña situación.

- Estoy realmente bien, puedes marcharte. - dije enseguida. Lo último que quería era complicar aún mas las cosas.

Bastante tenía con todo lo que había ocurrido esa noche, encontrar aquello en mi piso... Temblé, un verdadero escalofrío recorrió por completo mi espalda haciendo que el pequeño miedo que había conseguido mantener a raya saliera de nuevo a flote.

"Solo fue una broma de unos críos."

Y de nuevo me aferré desesperadamente a esa idea.

Jack se movió. Con movimientos lentos fue hacia la isla de la cocina donde se sentó. Desvié la vista hacia la ventana y sentí sus ojos sobre mí, observándome durante unos segundos que parecieron interminables. No me atreví a mirarle. Por una parte porque con solo con verlo recordaría lo que había ocurrida hace apenas unas pocas horas en aquel aparcamiento; por otra estaba segura de que si nuestras miradas se encontraban el podría saberlo, saber que en realidad no estaba bien, que me encontraba completamente aterrorizada.

Me rodeé con las brazos en un intento de evitar ponerme a temblar. Caminé hacia la ventana fijándome en las luces de fuera, todo parecía en total calma mientras una brisa soplaba meciendo las copas de los árboles. Me quedé allí un rato en la misma postura un buen rato hasta que Jack finalmente habló.

- Deberías tratar de descansar.

Me di la vuelta por fin, encarandolo.

- Lo haré cuando te marches. - objeté haciendo que él alzara las cejas. - Estoy bien, puedes marcharte.

- Ya has oído a Eleanor, no debo dejarte sola.

Rodé los ojos sin poder evitarlo.

- Oh vamos, ¿y desde cuando haces caso lo que te dice alguien?

Se encogió de hombros y se separó de la isla de la cocina para dar un paso en mi dirección.

- Si se entera de que te he dejado sola... - niega con la cabeza. - No quieras saberlo.

Me quedé observándolo durante unos momentos sin entenderlo del todo. ¿Qué le importaba en realidad? Abrí la boca para negarme una vez más, pero la cerré enseguida. En realidad, no quería quedarme sola, no después de lo que había ocurrido. Aún podía sentir mi pulso acelerado debido al miedo, sin embargo, preferiría que me atropellara un camión antes que admitir aquello. Así que simplemente me callé.

Por fin me moví y suspiré mientras me dirigía a mi habitación. Primero me daría una ducha de agua caliente, era lo que más necesitaba en ese momento. Fue cuando llegué hasta la puerta del dormitorio que noté su presencia detrás de mí y me giré casi chocando contra su pecho. Elevé la vista y di un paso atrás.

- ¿Dónde se supone que vas? - inquirí señalándolo con el dedo.

- Se supone que no te puedo dejar sola para nada.

- Me voy a cambiar. - dije con impaciencia mientras abría la puerta y entraba.

Pensé que no me seguiría, pero al darme la vuelta lo encontré dentro rodeando la habitación con los ojos.

- Tienes que salir.

- ¿Es realmente necesario? - preguntó como si de verdad no supiera la respuesta.

. Sí. Te he dicho que me voy a cambiar, no pienso dejar que me veas desnuda.

Pareció meditarlo unos segundos y entonces su ojos dejaron mi rostro para ir recorriendo el resto de mi cuerpo con total lentitud. Me obligué a mantenerme tranquila.

- ¿Sabes? Eso es lo último que tienes que decir si quieres que me vaya. Solo has conseguido que me entren más ganas de quedarme.

- ¡Largo de aquí idiota! - acabé gritando con perdiendo la paciencia.

Él muy idiota sonrió. Encantador, si no fuera por las ganas que me habían entrado de tirarle la zapatilla a la cabeza con mucha fuerza. Al final se marchó, no sin antes mirarme de una forma tan intensa que pensé que mis rodillas acabarían cediendo.

"Estúpido engreído."

.

.

.

La tormenta continuara. 


Si, ya se, ha sido super corto que casi no lo habeis visto ajajaj. Sorry, pero como voy a hacer maratón si empiezo a hacer largos los capítulos nunca acabo. Espero que igualmente os haya gustado. En verdad es como un mini capitulo para empezar el maratón, espero que no os importe. Pd. Espero igualmente vuestro comentarios, ya sabeis que me encanta leeros  ❤

Ah si, que ESTAMOS DE MARATÓN. La verdad es que no pensaba hacer mas maraton porque me lleva tiempo y me agobia un poco porque tengo que subir capítulos diarios y a veces sentía que no quedaban tan bien como podrían. Pero bueno, sabiendo que mucha gente esta haciendo cuarentena en su casa o no tienen mucho que hacer, quería aunque sea aportar algo aunque no fuera mucho.

Espero que de verdad todos esteis bien. Lavaros bien las manos y cuidados mucho. Necesito a mis lectores sanos y fuertes para seguir con la historia de Jack y Kay <3

Os adoro <3

Devastadora tormenta. ©Where stories live. Discover now