9.2K 990 784
                                    

Jeongin no era un gran partidario de las fiestas, más si sus amigos asistían a ellas, este no tenía más remedio que sumarseles.  

A decir verdad, odiaba sentir el olor a cigarillo y a alcohol, ya que este no fumaba ni tomaba, odiaba que lo empujasen en lugares llenos de personas, odiaba sentirse sofocado por el calor de otros individuos. Pero sus amigos no.

Era un viernes por la tarde, casi ya de noche, cuando su grupo y él se estaban alistando para salir en su casa, la cual siempre se prestaba para cualquier tipo de junta.

El clima todavía era templado, por lo que su vestimenta tan solo consistía en pantalones y una camisa a la moda. O en el caso de Jeongin, también una campera.

"Dónde queda lo de Jae Hyun?" Felix le preguntó a Jisung, quién estaba muy ocupado chateando con alguien en el celular, sonriendo como un tonto mientras lo hacía. "Hey, idiota!" el peli rubio le pegó brutamente en la cabeza con una almohada que había en el cuarto del menor.

"La dirección está en el grupo! Déjame en paz, dios mío!"  Jisung respondió malhumorado, sin siquiera sacar la vista de su pantalla, arrojandole la almohada al australiano de nuevo.

"No puedo creer que estés tan obsesionado en querer tener sexo con ella." Jeongin comentó seriamente, mientras se sentaba en su cama, ya sintiéndose abrumado sin siquiera haber puesto un pie fuera de su hogar.

"Al menos quiero coger con alguien." Jisung contraatacó, esta vez haciendo no sólo que Felix le pegase, si no también a Seungmin.

"Está bien, no importa..." el menor respondió suspirando, sabiendo que de todas maneras, lo que decía su amigo era cierto. 

Jeongin jamás había sentido verdadero interés por nadie. Y aunque sus amigos habían intentado ayudarlo, dicha solidaridad había resultado fallida.

Es por eso que Jeongin, al menos, quería avanzar en lo que su grupo ya había hecho. 

Quería, aunque sea, sentirse igual a ellos en una cosa;

Jeongin quería acostarse con alguien.

Fue por eso que, sin pensarlo demasiado, se levantó de donde estaba y procedió a cambiarse la ropa que tenía, no sin después, ser mirado por los demás con cautela, generando que este frunciera el entrecejo.

"Diablos Innie!" Jisung vociferó impresionado, de repente apartando la mirada de su móvil.

"Y ahora qué?" el menor bufó mirándose al espejo, intentando buscar algún error en su ropa.

"Tienes unas piernas increíbles! Apuesto a que cualquier chico querría tenerlas para él." Su amigo agregó, provocando que los otros rieran, más asintieran ante lo dicho.

"No te preocupes demasiado, Jeongin. Eventualmente encontrarás a ese alguien." Seungmin le palmeó la espalda con compasión antes de poder dar la orden de dirigirse hacia dicha fiesta.

Tardaron aproximadamente unos quince minutos en llegar, y al hacerlo, Jeongin de inmediato quedó solo en la entrada, como siempre.

Sus amigos procedieron a encontrarse con las chicas con las que habían hablado por chat, pero el menor tan solo suspiró frustrado ante la situación que siempre se repetía.

No era muy tarde todavía, pero se podía notar que la mayoría de las personas ya habían tomado demasiado, por lo que el peli rojo procedió a hacer lo que siempre se hacían en las películas; ir a algún lugar con pocas personas.

Al cabo de unos minutos encontró un pequeño baño en el piso de arriba y procedió a cerrar la puerta y trabarla del lado de adentro, entonces respiró profundo y se miró al espejo que había allí.

Hasta que notó que en la bañera habían dos personas.

"Mierda!" dijo, un tanto asustado, mientras notaba como una pareja parecía estar teniendo sexo frenéticamente.

Claro está, Jeongin no esperó ni dos segundos para poder huir de la habitación y girar abruptamente hacia la izquierda por el pasillo de esa casa.

Sin embargo, al hacerlo chocó con el rostro de un chico.

"Lo siento, lo siento much—"

Frenó de repente al notar que dicho chico le era conocido, y que este le sonreía de un modo que le hacía sentir las piernas débiles, o al menos que le hacía latir su corazón con más velocidad que la usual.

Era Hyunjin.

El mayor llevaba puesto unos jeans negros ajustados al igual que él, más su tórax estaba cubierto por una remera gris, simplemente. Su piercing en el centro de su labio inferior relucía en la oscuridad, y sus ojos oscuros lo miraban con un cierto aura de curiosidad.

Jeongin se sintió ansioso al tenerlo tan cerca, por lo que intentó huir de dónde estaba, pero no obtuvo éxito alguno.

"Llevas prisa?" El peli negro preguntó divertido mientras tomaba del brazo de Jeongin sin esforzarse en lo absoluto, quién a continuación procedió a mirar su agarre. "Charlemos un rato. Quieres?"

"Realmente debo irm–"

"Qué tal si me dices..." Agregó apresando al menor en una pared con su cuerpo, posando una mano en esta, impidiéndole que escapase, no dándole tiempo alguno para que pudiera pensar en lo que estaba sucediendo. "Qué necesitabas pedirme el otro día?" sonrió. "No me olvidé de eso, eh."

"N-no era nada importante..." Jeongin respondió en voz baja, apartando su mirada puesto que los ojos del mayor lo hacían sentirse realmente incómodo.

"En serio? Pues parecías estar en un gran dilema en ese entonces." Hyunjin acercó más su cuerpo al de él, quedando su rostro a tan solo centímetros del de el peli rojo.

Debería decirle?

Jeongin se preguntó una vez más, notando que en ese entonces, la pregunta quizás tuviese más contexto allí que en el instituto.

"No me digas que era algo trivial..." Hyunjin de repente se mostró triste. "Ah, y yo que me había entusiasmado..." Comenzó a separarse de él lentamente, dándole tiempo a Jeongin de reflexionar acerca de su pedido.

Sin embargo...

"Básicamente..." respiró temblorosamente, arrepintiéndose de sus palabras antes de poder pronunciarlas. "Necesito que alguien se acueste conmigo."

Entonces Hyunjin se quedó mudo ante sus palabras, aunque tan solo por unos segundos.

Luego, sonrió, mostrándose perspicaz.


𝐇𝐈𝐃𝐄 & 𝐒𝐄𝐄𝐊 | 𝐡𝐲𝐮𝐧𝐢𝐧 ✓Where stories live. Discover now