열 여덟

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capítulo cortito unu ;; los proximos serán más largos c:

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Al día siguiente, Jeongin despertó feliz por la cita que había tenido la noche anterior, y feliz por haber dormido al lado de Hyunjin una vez más.

Este se encontraba abrazándolo, aún dormido, por lo que el menor se salió de su agarre con lentitud, a fin de poder ir al baño. 

Al regresar, sin embargo, Hyunjin ya tenía sus ojos abiertos, y se encontraba estirando sus brazos, luciendo como un gato.

"Buenos días." Jeongin quiso sentarse en la cama, pero Hyunjin lo tomó de la cintura con ambas manos, volviéndolo a abrazar segundos después. "Hyunjin!" 

"No te vayas sin decirme ~" el mayor respondió con un tono de queja infantil, volviendo a cerrar sus ojos, acomodando a Jeongin a su lado. "Dormiste bien?"

"Bueno... No me había acordado de que roncabas tanto, así que más o menos." el menor comentó, haciendo que el otro riera alegremente.

"Yo no ronco. Tú lo haces." el peli negro opinó, empezando a dar pequeños besos en su cuello, haciendo que Jeongin se estremeciera. "Eres demasiado sensible." sonrió sobre su piel, continuando con lo que hacía.

"Puedes dejar de poner tus manos en mi por dos segundos?" se quejó, pero eso solo hizo que el mayor lo contradiciera aún más. "Dios." Jeongin suspiró, esta vez dándose media vuelta para poder quedar frente a frente con él.

Podía parecer exagerado, pero el menor se sentía demasiado feliz en ese instante. Según él, las cosas habían comenzado a darse como quería, y saber que Hyunjin y él estaban enamorados lo hacía sentir muy contento y esperanzado.

Claro esta, había veces que odiaba pensar demasiado su relación con Hyunjin, ya que, pese al amor que se tenían, debía continuar siendo secreta. 

Jeongin sabía que, aún en secundaria y, saliendo con Hwang, quién tenía un gran futuro planeado, sus momentos juntos podrían llegar a limitarse demasiado.

"Pasa algo?" el morocho preguntó, pegándole suavemente en la frente con su dedo índice, trayendo a Jeongin a la realidad. "Estas ido." hizo puchero, volviéndolo a abrazar, obteniendo una queja otra vez por parte de él. 

"Estoy bien. Gracias por preocuparte..." 

"Si? No te creo nada." Hyunjin soltó una risa, tomando el rostro del menor con ambas manos. "Wow, mira nada más."

"Qué?" Jeongin arqueó una ceja, sin moverse.

"No puede ser..." El dueño de la casa acercó su cara a la de él, frunciendo el ceño.

"Qué pasa Hyunjin? Tengo algo?" Jeongin habló un tanto preocupado debido al cambio de humor en el otro. "Dime."

"Es que..." reposó sus labios en el lóbulo del menor... "Eres muy bonito..." comentó sonriendo, descendiendo luego sus manos por su cadera, haciendo que la piel del peli rojo se erizara. "Y tu culo también lo es~."

Jeongin sonrió con sarcasmo, más a los pocos segundos, empujó a Hyunjin con fuerza mientras reía, haciendo que cayera fuera de la cama bruscamente.

Sólo que para cuando Hwang volvía a levantarse, alguien irrumpió en el lugar, terminando el momento que estaban teniendo, o que estaban por tener.

Al mirar hacia la puerta, Jeongin abrió los ojos y su boca, e instantáneamente se cubrió el cuerpo con la frazada, deseando poder desaparecer de allí.

la puta madre.

Frente a ambos, se encontraba parada la mamá de Hyunjin, mirándolos, en especial a Hyunjin, de mala manera, con tal intensidad que daba miedo.

"Hola mamá! Te presento a Jeong-" El peli negro quiso hablar, pero fue interrumpido.

"Hazme el favor de vestirte y acompañarme." le demandó a su hijo con un tono serio, posando después los ojos en Jeongin. "Tu vete de mi casa, ahora."


𝐇𝐈𝐃𝐄 & 𝐒𝐄𝐄𝐊 | 𝐡𝐲𝐮𝐧𝐢𝐧 ✓Where stories live. Discover now