𝐇𝐈𝐃𝐄 & 𝐒𝐄𝐄𝐊 | 𝐡𝐲𝐮𝐧𝐢𝐧 ✓

셋

El mayor rió segundos luego de oír lo que Jeongin decía, más este lo miró frustrado ante la situación, sintiéndose más estúpido todavía por haberle contado eso a alguien que no conocía.

"Me tengo que ir." Dijo serio, intentando escaparse de Hyunjin, pero siendo agarrado por este de nuevo.

"Oye, oye." el mayor acercó su rostro al de él. "No terminé de hablar contigo—"

"Pero yo si. Fue estúpido contarte todo esto. Por favor, déjame ir." Jeongin insistió, queriendo poder huir de aquel lugar al cual sabía que no pertenecía.

"Creí que querías acostarte con alguien." El peli negro arqueó una ceja, mirando con atención como el otro suspiraba abatido.

"Se que hoy no pasará. Así que prefiero volver a mi casa." Jeongin respondió, posando su vista en el otro, quién al parecer intentaba decirle algo con ella. "Qué?"

"Eres demasiado inocente, lo sabías?" rió por lo bajo al darse cuenta que el menor todavía no comprendía.

"Puedes dejar de burlarte de mi—"

"Dormiré contigo." Hyunjin comentó, ahora más serio, provocando que Jeongin arquease ambas cejas, sorprendido. "Y no, no estoy bromeando."

"Pero... Por qué lo harías? Creí que te gustaban las chicas nada más."

"Oye... Tú me lo propusiste, verdad?" El peli negro preguntó tomando el mentón de Jeongin con una de sus manos.

"Sí, pero—"

"Entonces yo acepté. Sencillo." Hyunjin sonrió riéndose antes de poder tomar del brazo de Jeongin y comenzar a caminar hacia la salida de la casa.

"Espera—Hyunjin!" El peli rojo bufó mientras el otro tiraba de su cuerpo, moviéndose entre todas las personas que habían allí.

Segundos luego, ambos finalmente habían salido de la casa, pero Jeongin seguía sin comprender que era lo que el mayor quería hacer.

"Vamos a mi casa, si quieres."

Hyunjin sugirió repentinamente, generando que el menor se quedase callado más asintiera ante la propuesta.

Jeongin estaba algo preocupado por lo que pudiese pasar, pero sabía que si no lo hacía en ese entonces, se arrepentiría el resto del mes por haber desaprovechado la oportunidad.

O el resto del año.

De una forma u otra, al cabo de unos minutos, ambos chicos se encontraron entrando por la puerta de la casa del mayor, quién procedió a cerrar esta y mirar hacia todos lados, corroborando que no hubiese nadie en ese momento.

"Si, estamos solos." terminó de decir, sonriéndole a Jeongin, quién parecía estar a punto de desmayarse. "Estás bien?"

"Si... Por supuesto." este respondió, fingiendo con torpeza sus palabras.

Hyunjin negó con la cabeza, y procedió a acercarse a él, notando como el peli rojo se incomodaba ante eso.

"Será un poco difícil estar cerca tuyo si te pones así." comentó de verdad, provocando que Jeongin tomase conciencia de lo que estaba pasando.

Realmente quería hacer eso, realmente quería que Hyunjin, el dios griego del colegio, fuese el primero. Pero había tanto que no sabía, tantas cosas que preguntar, que no podía evitar pensar exageradamente lo que estaba ocurriendo.

"Sólo quiero pedirte un favor." El menor dijo de repente, haciendo que el dueño de la casa lo escuchase con total atención. "No te burles de nada sobre mi." agregó serio, más Hyunjin asintió, despreocupado.

"No te preocupes. No eres la primer persona que me dice eso." se encogió de hombros. "Así que no hay problema." terminó sonriendo.

Minutos después, el peli rojo se halló en el cuarto de Hyunjin, que era bastante más simple de lo que se había imaginado. Este tenía paredes grises y una cama doble del lado derecho, pegada a la pared, y a su lado había una mesita de noche seguida de un escritorio que parecía ordenado pero lleno de cosas.

Mientras Jeongin miraba los detalles sin importancia, Hyunjin rió para si mismo, y procedió a quitarse la remera que llevaba puesta, esperando a que el otro finalmente posase sus ojos en él.

Al hacerlo, Jeongin comprendió que realmente iba en serio la situación, por lo que dejó que Hyunjin lo acercara a él y a continuación le quitase su remera el también.

Segundos luego, el peli negro tomó con suavidad del rostro del menor, y procedió a posar sus labios sobre los de él, creando un suave más profundo beso, al mismo tiempo que sus dedos rozaban las tersas y blancas mejillas del otro.

Era raro, pero Jeongin no esperaba que el otro tardase tanto. En su mente, se imaginaba que tener sexo con Hyunjin sería rápido y sin emociones. Sin embargo en ese entonces, el otro parecía estar haciendo lo contrario.

Quizás es porque no tengo experiencia.

Jeongin pensó para si mismo por un momento, siendo de todas maneras, distraído al notar que el mayor ahora lo tomaba de la cintura, y sus manos sostenían esta con fuerza.

Hyunjin caminó junto con él hacía su cama, y luego procedió a tirarlo sobre ella, quedando encima de Jeongin.

Este suspiró nervioso, generando que el mayor sonriese divertido más continuase moviéndose.

Entonces Hyunjin tomó del rostro de Jeongin una vez más, y comenzó a trazar cortos besos a lo largo de su mandíbula, provocando que este suspirase relajado y cerrase los ojos momentáneamente.

Minutos luego, el mayor hizo lo mismo, esta vez recorriendo su abdomen, llegando a lo último a la cintura del menor, haciendo que este sintiese un cosquilleo al notar que sus labios estaban cerca de su pelvis.

"Hyunjin, creo que debería irm—" intentó decir, pero entonces el mayor acercó su rostro al de él y volvió a besar sus labios, interrumpiéndolo.

En ese entonces, Jeongin no sabía que hacer o decir; Hyunjin había desabotonado su pantalón y el de él, haciendo que ambos quedaran en ropa interior, pudiendo sentir la suavidad de la piel del menor.

Según Jeongin, el dueño de la casa tenía un gran físico, pero al parecer, a este también le había gustado la forma corpórea de Jeongin.

"Todavía no terminamos." Hyunjin comentó antes de poder comenzar a recorrer el cuerpo del menor una vez más.