Marzo con M de Marinette

Día 25: Orden de Guardianes

Siempre que recibían visitas en su casa, Marinette se encargaba de recibirlos, pues sus padres pasaban la mayor parte del día en la Panadería. Pero esa vez, ambos por primera vez en años, habían cerrado su tienda para recibir a la persona que venía de China.

Marinette no comprendía porque su madre estaba tan alterada, mientras su padre parecía susurrarle palabras de aliento y de esperanza.

¿Qué era lo que se había perdido?

Miró a Tikki que se asomó por la trampilla, ella también estaba intranquila, no lo aguantó más así que decidió consultar.

—¿Qué pasa con la visita? —preguntó, pero no recibió respuesta, eso la molestó— ¿Por qué el invitado de tu abuela es tan importante como para cerrar la panadería? —la segunda pregunta fue directa hacia su madre, por lo que ésta se separó un poco de su marido, le tomó la mano a su hija y se sentó con ella.

—Ya te he mencionado que mi familia vive en una especie de burbuja perdida en el tiempo, algo así como tu abuelo Rolland —Marinette afirmó, sabía que sus padres habían sido bastante revolucionarios para las creencias de ambas familias y por eso estaban aislados de todo. Lo de su abuelo paterno fue bastante simple, por lo que imaginaba que lo de su madre sería igual, ¿no?

—¿Y qué fue lo que pasó? —sonrió, ante las miles de posibilidades con comidas que podía encontrarse—. ¿Ellos estaban en contra de la harina de trigo?

—Ojalá fuera tan simple —Sabine tomó las manos de su hija—. Mis padres son herederos de artes chinas bastante tradicionales, mi lado materno con la gastronomía. Como has visto, mi tío es un Maestro Chef. —la de ojos celestes asintió—. Por el lado paterno, la familia de mi padre se dedicaba a dos polos bastantes diferentes, había monjes que ondeaban en la meditación y guerreros expertos en artes marciales.

Marinette la observó pudiendo comprenderla un poco mejor. Si bien, su madre era bajita y se movía bastante bien para defenderse, prefería mantenerse en una postura calmada y recurrir a la meditación. Sin contar que era una buena chef. Sabine era una buena mezcla de todas esas tradiciones.

—Así como vivían dentro de sus tradiciones chinas, mi abuela paterna era muy creyente de la fortuna y de las predicciones —Marinette sintió como sus manos eran apretadas por las de su madre—. Una de sus predicciones fuiste tú. En mi fortuna indicaba que me iría a una tierra lejana, cortando los lazos que me ataban a todos mis familiares. En esa tierra tendría una niña de brillantes ojos color cielo que sería muy importante para el mundo —aunque sonrió, Marinette notó que los ojos de su madre se empezaron a poner acuosos—. No creí mucho esas cosas, pero le empecé a tomar el peso cuando decidí a los dieciocho años venir a vivir a Francia. Quería estudiar aquí, aunque mis padres no lo encontraban adecuado, mi abuela me recordó que lo me leyó cuando cumplí diez años y decidí hacerlo —aspiró profundo—. Finalmente vine a este país con una beca, conocí a tu padre y nos hicimos muy buenos amigos hasta que finalmente decidió confesarme su amor —miró a Tom, que las observaba a las dos con detenimiento—. Cuando naciste y vi tus preciosos ojos color cielo, comprendí que lo que me había dicho mi abuela, finalmente era una realidad.

Sabine la tomó del rostro y limpió las mejillas de su pequeña.

—No sé bien a que se refiere con que serás importante para el mundo, pero tu padre y yo siempre hemos querido cuidarte y darte todo nuestro amor para que sepas que siempre, siempre nos tendrás a nosotros, aún si el peso de salvar al mundo cae sobre tus manos.

Marinette miró a su madre y se lanzó a sus brazos para abrazarla con fuerza. ¡Si supieran que ya cargaba con esa responsabilidad! ¿Cómo lo tomarían?

El timbre de la casa, las hizo separar, la hora de la verdad había llegado.

Cuando Tom abrió la puerta, Marinette observó al sujeto calvo de largas ropas rojas y naranjas que estaba parado frente a su padre. Se puso prácticamente de pie de un solo salto.

Lo que había sido enviado por su abuela, el conocido que ella pidió albergar en casa no era otro que un representante de la orden de los Guardianes.

Un Guardian del templo reestablecido había llegado a París. 

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Cuando inicié este mes, habíamos estado hablando de como todos parecen tener una relación con los Miraculous en su familia, menos Marinette...

Y como la familia de Sabine es un misterio para todos aún, decidí usarlo. Después de todo, Marinette no tiene ascendencia China por nada, ¿no?

Así que entrelacé todo...

Marinette era alguien esperado como se vio en capitulos como Vidas Pasadas y Alterego...

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Palabras: 750

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Próxima Consigna: Comodidad (Las consecuencias de Meme)

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Aquatic~

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25 de Marzo 2020