Marzo con M de Marinette

Día 29: Flores

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Cuando el baile terminó y los estudiantes se empezaron a retirar, Marinette subió al segundo piso del colegio, se apoyó contra la protección y recorrió con sus ojos celestes, llena de orgullo, como había resultado todo.

Habían sido semanas de no dormir planificando, de tratar de arreglar los problemas causados por personas ociosas, pero finalmente todo había terminado.

Tenía que esperar que la profesora Bustier y Mendeleiev terminaran su reunión, para poder, junto con el presidente del otro curso, iniciar la limpieza más importante, antes de que el departamento de aseo del colegio se encargara del resto.

—Fue una noche fantástica —dijo una voz a su lado, que la sorprendió. Pero más le sorprendió ver como la chaqueta de Adrien le cubría los hombros.

—¿Dejaste a Kagami en su casa? —el rubio afirmó— ¿Por qué volviste? —consultó. Adrien pareció pensarlo un poco y luego se le acercó, como si lo que le contara fuera un secreto.

—Pues siento que necesitaras ayuda —respondió, antes de volver a su posición, también se apoyó en las protecciones, dejando las manos colgadas—. Además, Kagami te retuvo toda la noche, no me dejó acercarme a ninguna de las dos en ningún momento.

Ahora fue el turno de Marinette de reírse y acercarse como si le contara un secreto.

—Pactamos que era una noche sin hombres.

—Ahora entiendo —respondió Adrien y ambos se rieron, volviendo a observar el patio del colegio.

El ambiente entre ambos se veía realmente tranquilo y acogedor, al chico le encantaba esa nueva química que habían conseguido trabajando juntos para que todo eso fuera posible, pero no podía dejar de pensar en lo ciego que estuvo tanto tiempo. No podía negar que a veces extrañaba que tartamudeara en su presencia, nunca había notado lo tierna que se veía hasta que dejó de hacerlo.

—Adrien...

—¿Sí? —dijo, aun perdido en sus pensamientos, pero Marinette le dio un sacudón que lo regreso—. Nos llama la señorita Bustier.

Ambos bajaron y se reunieron con su profesora. Nino y Alya que aún estaban desmontando el sonido, se acercaron a escuchar también.

Tras las indicaciones, consiguieron un par de bolsas para echar las telas del lienzo, los adornos que podrían servir para alguna otra exposición, mientras Adrien y Nino, tomaban el cuadro de madera y lo dejaban en un rincón apoyado, donde nadie se lastimaría.

Mientras los de la otra división guardaban restos de bebidas y bocadillos, Alya se le acercó a Marinette.

—Me encanta como luce tu vestido con esa chaqueta blanca —comentó moviendo las manos frente a ella—. Te ves con un toque de elegancia.

—Oh, no es mía es de... —y mientras se la quitaba, notó que, dentro de ella, había una etiqueta con flores, las cuales reconocería en cualquier lado. Era su logo.

—Parece que sí era tuya —comentó Alya, con cierto sarcasmo.

Marinette observó la chaqueta y empezó a reírse. Ante aquella escena, Adrien volvió preocupado, pensando que algo le había pasado a su prenda, pues era de sus favoritas.

—¿Tú me compraste esto? —Adrien se quedó de pronto tieso en su sitio, confundido si aquella pregunta era buena o mala. Pero no pudo mentir, así que afirmó con la cabeza—. El mundo es chico...

—¿Por qué lo dices? —consultó, pero la diseñadora negó con la cabeza. Tampoco era como que fuera a decirle que aquella chaqueta se la había hecho a él, que era una que quería darle en algunos de los cumpleaños que compartirían juntos en algún momento—. Cuando la vi —comentó, recuperándola—, sentí que era mía. Así que la compre —volvió a mirarla—, siento si te molesta, pero no pienso devolver nada de lo que compré.

—¿Compraste más cosas? —el rubio enmudeció, con las mejillas rojas. Alya que captó la indirecta, empezó a reírse, Marinette la acompañó unos segundos después. ¡Al fin conocía a su famoso cliente anónimo!

—¿Qué?

—Gracias, Adrien —dijo Marinette—, por ser un cliente de mi tienda virtual —y poniéndose de puntitas, le dio un beso en la mejilla. Volviendo a poner en marcha, tenía manteles que doblar.

Adrien quedó en su lugar más confundido que nunca, pero se sentía bien.

—¡Felicidades! —dijo Alya, dejándolo aún más confundido.

—¿Por qué?

—Porque si bien Marinette te prometió ser tu amiga, yo tenía mis dudas, ahora viéndolos... Estoy segura que llegarán a ser grandes amigos.

Adrien observó a la chica de lentes y luego, a Marinette, afirmando con la cabeza, bajó su mirada hacia la chaqueta blanca de sus manos y sonrió.

Cada día se estaba acercando más y más a Marinette y eso le gustaba mucho. Pues, él consideraba que era una de las personas más valiosas en su vida.

Y cada cosa que compró, y que tenía ese logo de flores, lo comprobaba.

¡¡¡Y como algunos adivinaron por ahí!!!

Marinette tenía un comprador anónimo que fue revelado. Si bien, no lo aclaré dentro de la historia porque era un punto que se salía de Marinette. Adrien era un cliente de su pagina virtual, como tienen ese problema antes de irse de vacaciones, donde Adrien pensaba que algo le había hecho a Marinette, él decide hacerse una cuenta "secreta" para comprar, pensando que ella le podría negar la venta xD Sí Adrien es super drama queen, así me lo imaginé en todo ese tiempo. 

¡Y como verán el baile terminó bien para todos!

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Solo quedan dos capítulos...

Un capitulo después de aceptar que Jagged invita a Marinette a acompañarla al baile (Balcón) y la primera interacción de Marinette con Huan (Caja de Miraculous)

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¡Pronto podrán leer el fic en orden!

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Nos estamos leyendo mañana ;)

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Aquatic~

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29 de Marzo 2020