2:↻;🎨↷𝘭𝘰𝘴𝘵 𝘤𝘪𝘵𝘺→˚₊·🐚 ੭*

202 35 3
                                    

Luego de aquel extraño acontecimiento, Yeonjun fijó toda su atención en el camino, primero, para no volver a chocar con algún desconocido, y segundo, no recordaba como volver a casa.
Caminaba por las estrechas calles cuando pasó por aquella peluquería, al lado la puerta de entrada , se hallaba un poste de barbero, se quedó observandolo hipnotizado por los colores de aquel lugar, claramente no era una peluquería cualquiera, aunque no sabía con exactitud que lograba captar su atención, decidió entrar al lugar, no sabía que buscaba, ni si se recortaría el pelo, no se lo confiaba a cualquiera, y no lo dejaría en manos de personas desconocidas.

-¿Que se te ofrece?- Dijo con amabilidad una mujer, de unos cincuenta años.

Dentro del lugar habían variadas banderas, desde los tamaños, los colores hasta los significados y valores, todas y cada una de ellas colgadas en el techo y paredes.

-Lo siento, no vengo a hacer nada, solo, vengo de vacaciones y no sabía qué había aquí dentro- Dijo no tan convencido por su respuesta. La mujer le miró extrañamente para luego volver a sonreir.

-No te preocupes, los turistas la mayoría del tiempo pasean largas horas por las calles, estamos acostumbrados a encontrarnos con jovenes como tú, puedes quedarte y observar si gustas-

-Gracias por la amabilidad, señora, pero debo ir con mi padre, probablemente está más perdido que yo- Mintió, quería quedarse, pero no causar molestias con su presencia.

-De acuerdo, recuerda, puedes volver cuando gustes- Dijo con una sonrisa de oreja a oreja. -Hasta luego, joven-

-Hasta luego, seño...- Fue interrumpido cuando la puerta de entrada se chocó suavemente contra su cara, cuando entreabrió los ojos, no podía ser..

-¿Yeonjun?- Dijo aquél joven con suaves rizos de oro que se había cruzado hace apenas unas calles, ninguno de los dos se movía, hasta que Beomgyu reaccionó -¡por dios, lo siento! No fue mi intención, sabes qu..- Sus chillidos fueron silenciados por el dedo de Yeonjun posandose sobre sus finos y suaves labios.

-No es nada, estoy bien, ¿lo ves?- Dijo mientras se señalaba con ambos dedos índices el rostro.

-Oye, no quiero desilusionarte, pero tienes un pequeño moretón en tu frente- Agrego apuntando hacia el contrario, el cual lentamente se dió vuelta hacia un pequeño espejo con bordes color plateado.

-Maldita sea- Dijo cuando al fin vió su frente adornada con un pequeño hematoma color violeta, se quedó un instante analizandolo, cuando al darse vuelta se dió cuenta que Beomgyu estaba cabizbajo, tal vez avergonzado por la situación -Demasiados frentazos por un día- Dijo tratando de aligerar el ambiente, sintiendose un poco mejor al ver que el rubio le miraba con una pequeña sonrisa, y le devolvió una sonrisa ladeada.

-Lo siento, si quieres puedo darte alguna crema que te ayude- Sugirió el más bajo balanceandose en sus propios pies.

-¿Acaso tienes un hospital en la mochila?- Dijo este, consiguiendo que el contrario forme una linea recta con sus labios.

-No, pero vamos a la parte de atrás, allí tengo un botiquín- Respondió dirigiéndose al fondo del local, dejando a un desconcertado Yeonjun en la puerta, ¿era eso legal en el país? ¿Pasar sin permiso a la parte trasera de un recinto?.
Al ver que no habia sido regañado por nadie, a paso lento se dirigió hacia una puerta de madera refinada, que al abrirla, era un almacén de varios productos de cabello.

-¿Te dejan pasar aquí?- Pregunta incrédulo Yeonjun

-Claro, aquí trabajo- Dijo, rebuscando en el botiquín una crema y algo de algodón.

-¿Eres peluquero?-

-Estilista, en realidad, me dedico a la imagen ajena, suelo hacer peinados, tiño cabello, le doy un tratamiento para mantenerlo, también hago manicuría, maquillaje, y cosas variadas- Dijo, asombrando casi instantáneamente a Yeonjun, ¿Como podía saber tanto sobre ello? Es decir no parecía muy mayor, no pasaba de los 17 o 18 años -Siéntate allí si quieres, primero te limpiaré con algo de alcohol y después te pondré una crema para los hematomas- El contrario le miró incrédulo, aunque igualmente se sentó en la silla en la que la gente se lavaba el cabello -Por cierto, también me especializo en cuidados de la piel, digo, antes que pienses que estoy untándote sustancias extrañas- Dijo, logrando que el contrario soltase una risilla.

-Claro que no...por cierto ¿Qué edad tienes?-

-Tengo diecinueve años, dentro de poco cumpliré veinte- Respondió el más bajo, sorprendiendo a Yeonjun.

-Ah- Acoto este con simpleza.

-¿Tú cuántos?- Dijo el de rubios rizos mientras pasaba con delicadeza y suavidad la crema sobre el moretón.

-Hace poco cumplí 21-

-Qué bien- Sus grandes y redondos ojos avellana se fijaban en la frente del castaño, tenía una perfecta tez, y cuando casualmente su mirada se desviaba a sus labios, se veían rojizos, se preguntaba si eran asi naturalmente, o si el más alto utilizaba maquillaje -Listo, ya está hecho...¿Duele?- Dijo con algo de miedo en su voz.

-Nop, no lo siento si es lo que quieres saber- Dijo dedicándole una amplia sonrisa. -Gracias..-

-No es nada..- Dijo con las mejillas algo sonrosadas -Oye, aún no te pude agradecer correctamente, ¿quisieras ir a conocer mis lugares favoritos de aquí? bueno, si quieres..- Agregó cabizbajo.

-Claro, después de todo no tengo algo más interesante que hacer- Respondió con su característica sonrisa ladeada.

A los pocos minutos se encontraban caminando por calles que Yeonjun no habia visto, o simplemente no le habían atraído.
Los senderos se conectaban entre sí, lo hacía parecer un laberinto cada vez más confuso, no tenía idea como seguir, y mucho menos como volver al inicio, estaba en otra galaxia, escuchando hablar al rubio sobre por qué estaba allí.

-En realidad yo no soy de aquí Yeonjun, soy de Corea, pero siendote sincero, nunca me gusto el clima de allí, es decir, en mi hogar, era algo tenso, por lo que con mi madre ahorramos dinero, y me mude aquí...y por lo que veo tu tampoco eres de aquí-

-Pues no, yo también vengo de Corea, pero no me mude, vengo de vacaciones con mi padre, tenemos una propiedad privada a la orilla del mar- Cuando se dió vuelta las orbeez color avellana del más bajo le observaban atentamente.

-Hermoso...- Se limitó a decir el más bajo, logrando que el castaño arqueara una ceja -Es decir...que hermoso, debe ser muy lindo- Se corrigió rápidamente. -¡Mira!- Dijo señalando con un dedo una gran rueda de la fortuna.

Claramente Yeonjun no tenía idea de la existencia de un parque de diversiones en aquél lugar.

-¿Y qué esperamos?- Agregó el castaño corriendo cual niño hacia la entrada.

Al pasar por el umbral, el aroma a distinas comidas invadió sus sentidos, podía ver varios puestos de comida y objetos artezanales, en el centro de ese ,lo que parecía ser, parque, habían distintas atracciones, la gran rueda de la fortuna, una montaña rusa, máquinas para sacar muñecos de peluche, entre otras cosas.

-Te recomendaría que probemos las comidas, por ahora tengo demasiada hambre- Dijo el rubio observando al embobado joven junto a él.

-Claro- Respondió sin apartar la vista de las grandes atracciones, el nunca había ido a una de esas ferias, nunca había probado comidas que no fueran de los chefs contratados para que cocinaran para el, y nunca había subido a juegos que no fueran de disney land, para Yeonjun, aquel era un lugar completamente nuevo -¿A dónde quieres ir?-

-Hace mucho no almuerzo carne asada- Dijo formando una línea recta en sus labios, logrando que un pequeño hoyuelo se le formase en la comisura de estos, causándole una sensación de ternura al más alto.

-De acuerdo-

୧ *·˚ ʲᵘˢᵗ ᵃⁿᵒᵗʰᵉʳ ˡⁱᶠᵉ┆↰ 𝘠𝘦𝘰𝘯𝘎𝘺𝘶Where stories live. Discover now