୧ *·˚ ʲᵘˢᵗ ᵃⁿᵒᵗʰᵉʳ ˡⁱᶠᵉ┆↰ 𝘠𝘦𝘰𝘯𝘎𝘺𝘶

9:✩*ೃ.𝘮𝘢𝘨𝘪𝘤 𝘣𝘦𝘯𝘤𝘩*˚💮✦

Al salir del lugar, a paso lento se dirigieron hacia el repleto centro, las calles estaban llenas aquel día, hablaban de trivialidades mientras que de a pequeños momentos, ambos intercambiaban cortas miradas, mayormente eran por parte de Beomgyu, realmente había quedado impresionado con lo bien que había hecho su trabajo aquella vez, y de lo guapo que lucía su alto acompañante, su camiseta color negro hacía un perfecto contraste con el azul metálico de su cabello bajo el radiante sol, el rubio juraría que estaba a punto de desmayarse, aunque no sabía si era por la inconmensurable belleza del hombre a su lado, o tal vez por la sensación térmica ese día, aunque estaba convencido que la primera suposición era la correcta.
Su cuerpo dolía, su estómago se retorcía cada vez que recordaba el hecho de que, algún día, no tan lejano, Yeonjun se iría, quizá para no volver a verlo, tal vez solo era un amor de verano, pero simplemente no podría ser una de las cosas más fáciles de superar, puesto que la marca de un amor único e irrepetible no puede, no debe borrarse de tí...y Beomgyu no se equivocaba, lo que el sentía por aquel peliazul era nada más y nada menos que amor, su personalidad y forma de ser le había atrapado, como nadie nunca lo había hecho además de Baekhyun, pero por más que estuviera seguro de eso, algún día terminaría...su corazón se estrujó por unos momentos.

-¿Todo bien?- Habló preocupado el peliazul.

-Todo bien..- Mintió.

-Pues tu cara no me dice lo mismo, que digamos- Ambos soltaron una risilla, aunque no logró fulminar por completo la tensión en el ambiente, a lo que el peliazul detuvo el paso del más bajo, deteniéndose frente a él, para luego agacharse hasta su altura. -Te prometo algo..si estas feliz el resto del día, al anochecer comprare helado e iremos a la playa, ¿Qué te parece?-

El rubio no tuvo mejor remedio que aceptar, haga lo que haga, el peliazul se iría, y Beomgyu no quería quedarse con las manos vacías, disfrutaría cada minuto junto a el más alto como si de el último se tratase.

-De acuerdo..- Dijo cabizbajo el rubio, algo avergonzado al tener al más alto tan cerca, aunque luego esbozó una bella y cálida sonrisa que logra hacer gritar internamente al peliazul.

-Te ves bonito sonriendo, no dejes de hacerlo- Añadió este pellizcando la mejilla del rubio.

-Aún no es de noche, ¿Qué quieres hacer?-

Dicho esto, el mayor tomó la mano del rubio, entrelazando sus dedos, tomando por sorpresa al rubio, que instantáneamente lo miró en busca de alguna respuesta.

-Disfrutar..- Dijo finalmente, dedicándole una bella sonrisa al más bajo, para luego seguir su largo camino hasta un parque en el que pequeños niños correteaban.

A Beomgyu le gustó el detalle del mayor al llevarlo a un ambiente tan cómodo, aunque no encontraba el motivo por el cual el peliazul, entre tantos bellos lugares en aquel lugar, había querido ir allí, aunque hablando con sinceridad, el rubio nunca había pisado aquél lugar en los años que había estado allí.

-Oye, cierra los ojos..- Dijo derrepente el peliazul, confundiendo al más bajo.

-¿Vas a secuestrarme?- Soltó con gracia en su voz.

-Por supuesto que lo haría, si no tuviera principios ní dignidad, y mucho afecto hacia tí- Añadió sarcásticamente -Aunque en serio necesito que cierres los ojos y me sigas-

El rubio dudó un momento, aunque como siempre, la curiosidad le ganó y lentamente cerró los ojos y extendió su mano hacia el contratrio, que casi instantáneamente la sostuvo, guiándolo a través del parque.
Al detenerse, Yeonjun se posicionó detrás de Beomgyu, cubriendo con sus manos sus ojos aún cerrados.

-¿Confías en mí?-

-Confío en tí, Yeonjun- Dijo directamente desde su corazón el rubio.

Dicho esto, el peliazul retiró sus manos del rostro del contrario; El rubio lentamente abrió sus ojos, acostumbrandose a la luz, pudo ver lo que parecía ser una cortina de verdes hojas, que Yeonjun delicadamente hizo a un lado, revelando una de las más hermosas vistas a los ojos de Beomgyu...lo que sus ojos lograban admirar, era un bello pastizal verde con flores de distintos tipos y coloridas mariposas revoloteaban a su alrededor, un pequeño lago, que junto a el tenía una banca de madera, todo esto, estaba levemente iluminado por algunos rayos de luz que se filtraban a través de las hojas.