୧ *·˚ ʲᵘˢᵗ ᵃⁿᵒᵗʰᵉʳ ˡⁱᶠᵉ┆↰ 𝘠𝘦𝘰𝘯𝘎𝘺𝘶

6:⇢ ˗ˏˋ𝘱𝘢𝘴𝘵 𝘭𝘰𝘷𝘦ˎˊ˗ ꒰ 🍒 ꒱ 𝘱𝘵. 2

Analizaba cada palabra como si fuera un nuevo idioma, su mundo estaba cayendo poco a poco por debajo de el, con manos temblorosas se adentró al chat que tanto temía, lo primero que pudo visualizar fue un número desconocido con el mensaje ya leído en el, al entrar en este sus ojos se cristalizaron, corazones sobresalían al igual que amorosas frases, un lado del pelirojo que Beomgyu nunca había logrado florecer con el, estaba allí, impactó en su corazón como un rayo, lo partió en mil pedazos, al igual que un vidrio cuando cae y se estrella contra el duro piso, cada centímetro de el dolía, y se sintió el ser humano más inutil al darse cuenta de quien era el verdadero dueño del corazón de aquél pelirojo.

-Te amo, Channie- Si era posible que su corazón se detuviera, en esos momentos el sería una especie de estatua de algún material irrompible, estaba estático, Chanyeol...su mejor amigo, su única fuente de confianza ¿estaba engañandolo? Pues claro que si...
Al instante, la puerta fue abierta nuevamente por el pelirojo, pero Beomgyu no quería mirarlo, estaba de espaldas a el, sentado en la cama y con lágrimas abandonando sus ojos.

-Como te decía, no vuelvas a acercarte a ese tal..- Su voz acalló en cuanto se percató de lo que estaba pasando, Beomgyu volteó su rostro lentamente hacia el, plantando su pesada mirada sobre el pelirojo, que ahora estaba con los labios entreabiertos dispuesto a gritar mil maldiciones, siendo interrumpido por el contrario -Dime que es solo una broma, dime que es solo una broma en la que tú eres un imécil, en la que tú solo quieres lastimar personas sin alguna consideración, eres realmente la peor mierda que he conocido, Byun Baek-Hyun, puedes irte a donde te plasca, tú y tu noviecito del cual esperas que me aleje, ¿Sabes qué? Puedes quedartelo todo lo que te plasca- Gritaba Beomgyu entre cada vez más lágrimas, rogando por que el más alto se fuera para poder quedar solamente él y sus pensamientos.

-Beomgyu, yo..te juro no es lo que- Se calló inmediatamente al sentir una mano impactar ruidosa y dolorosamente contra su blanca mejilla, dejándole una rosada marca.

-Vete de mi casa, Baekhyun..- Dijo con sus labios en una línea con fuerza, reprimiendo las lagrimas amenazando con salir nuevamente.

-¿Podríamos hablar? Por favor..- Exigía sin alguna expresión facial rastreable, intentando agarrar el hombro del contrario.

-¡No me toques!- Sacudió su brazo de modo que el pelirojo no pudiera agarrarle, y reteocedió al menos un metro, dandole la espalda y cabizbajo dijo lo ultimo que le diría -Solo vete..y por favor no vuelvas..- Dicho esto, el contrario recogió su telefono y dirigió su paso hacia la puerta, dándole una última mirada sin importancia al rubio -Adiós..-

En cuanto la puerta se cerró el corazón de Beomgyu no resistió mucho más, solo quería acostarse y llorar hasta lograr conciliar el sueño, lo cual hizo con dificultad.

A la mañana siguiente, al despertar, solo pudo visualizar en blanco techo de su habitación, las lágrimas ya no estaban amenazantes por salir, su corazón permanecia frío ante cualquier sensación, olvidarse de aquél pelirojo que aún era dueño de su roto corazón sería una de las tareas más difíciles, pero no imposible, si debía ir al lugar más remoto de la tierra lo haría, en cuanto pensó esto, se dirigió a su globo terraquio y cerró los ojos, haciendolo girar varias veces, mientras este giraba, agarro un pequeño alfiler que reposaba sobre su escritorio, con ojos cerrados, giró este una vez más, y con algo de presión y al azar, pinchó el alfiler en el globo, tenía miedo de abrir los ojos, pero la curiosidad era más grande, poco a poco fue apartando su mano de sus ojos, para luego abrirlos lentamente..

📌El Caribe, Aruba.

Sus ojos se desorbitaron y se centró en vestirse para dirigirse escaleras abajo..
Luego de contarle con lujo de detalles absolutamente todo a su madre, ella lo reconfortó en sus brazos como si fuera un pequeño niño que había lastimado su rodilla.
Luego de que su madre terminara de emanarle cariño, contó su disparatado plan de mudarse a otro país, solo, o por lo menos eso escuchaba su madre..
Pero, aunque costó converncerla, entendió la situación por la que su hijo estaba pasando, entendió que dentro de poco cumpliría la mayoría de edad y podría hacerse valer por sí solo..
Así que entre ambos lograron ahorrar el dinero suficiente para el pasaje de avión, lo suficiente para que Beomgyu pudiera alquilar un departamento en algún lugar de allí, empacó cada una de sus pertenecias con un significativo cuidado, procurando de guardar elementos que no le recordaran a nadie que no fuera su querida madre, con prendas de ropa y algunas fotos estaría bien...

Los días pasaban, y ambos esperaban ansiosamente el día en el que el rubio partiría, por lo que empezaron a compartir cada día más sus sentimientos y pasar mucho más tiempo jutos, puesto que no sabían cuando volvería.
Chanyeol había llenado de mensajes el chat de Beomgyu, pero este no quería entrar, por lo que eliminó su numero, al igual que el de Baekhyun, decidió que era la mejor decisión y que el tiempo curaría aquello que tanto lo torturaba.

Finalmente, el día tan esperado llegó, diferentes emociones invadían al rubio, cada uno de sus sentidos estaban en su máximo esplendor, su pequeña sonrisa brillaba en el aeropuerto, ya había pasado por la cinta de equipaje, solo debía abordar aquél avión para ir donde el destino le pedía.

-¿Estas seguro de lo que quieres, hijo?- Dijo la mujer a su lado.

-Sí, mamá- Este la miró, vió aquel semblante de tristeza de la mujer, por lo que soltó todos sus bolsos y con fuerza abrazó a la mayor -Te amo...no te preocupes por mí, estaré bien, siempre estarás en mi corazón, y cuando te des cuenta estaré aquí de vuelta- Las lágrimas nuevamente amenazaban con salir, esta vez por parte de ambos.

-Yo también te amo, mi niño, sé que estarás bien, te deseo lo mejor, y que encuentres lo que buscas..- Con cariño plantó un dulce beso sobre su mejilla.

-Vuelo 114 acaba de aterrizar, se les pide a los pasajeros que aborden en orden..- Decían los altavoces, por lo que madre e hijo se miraron fijamente.

-Ya es hora..- Dijo la mujer con una gran sonrisa en su rostro.

-Te llamare cada noche, lo prometo- Una vez más la abrazó con mucha fuerza.

-Yo te contestaré pequeño..Ve-

Con delicadeza lo soltó y este dirigió su paso hacia la puerta que le dirigiría al avión, centímetros antes de entrar movió de lado a lado su mano hacia su madre con una gran sonrisa en su rostro recibiendo lo mismo por parte de la contraria, entrando al fin por aquella puerta.

-Aquí vamos..- Dijo esperando que, fuere lo que fuere lo que le esperara, fuera una buena decisión, y con la esperanza de que pudiera encontrar la paz en aquél lugar.

Cuando tomó asiento en su respectivo lugar en el avión, se puso ambos auriculares, abrocho su cinturón, y puso una de sus canciones favoritas, y de las pocas que no le recordaban épocas pasadas..

>Fligthless Bird, American mouth.

Al escuchar la bella y tranquilizante melodía invadir su mente, simplemente cerró los ojos...