capitulo 31

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Había dejado de hablar con emiliano, ya hace varios minutos supuse que se había ocupado con otras cosas, no había peinado mi cabello en todo el día me puse a ver películas en mi habitación, terminando la película escuché a mi madre llamarme salí de mi habitación baje las escaleras, encontrándome toda mi familia sentada en la sala con emiliano, abrí mis ojos hasta más no poder, toque mi cabello y recordé como lo traía subí rápidamente a mi habitación, y comencé a peinar mi cabello.

— Y tu porque no te has peinado— dice Thomas entrando a mi habitación.

— Porqué no tenía ganas de peinarme — peino mi cabello — no sabía que estarían con emiliano.

— Estás admitiendo que te gusta — juntos sus manos dando pequeños aplausos.

— Yo no he admitido nada Thomas — le miré.

— Pero tampoco lo estás negando— sonríe

— Thomas... ¿Ah qué viniste?

— Emiliano quiere hablar con nosotros y quiere que estés presente.

— No gracias, yo no bajo — menciono mirándome en el espejo, colocándome un cintillo.

— No quiere, pero te estás arreglando... Que lógica hermanita — tomo mi mano llevándome a la sala — aquí estamos.

— Hola ry — me regala una sonrisa, no dije nada movi mis manos y me senté junto a Thomas. —, bueno les quería pedir permiso para que dejarán venir a rylie, a un viaje a la playa que están organizando nuestros amigos, podría venir Thomas y su novia para que se sientan más seguros.

— ¿Y cuándo sería ese viaje ? — preguntó mi padre.

— Dentro de una semana señor Miller.

— Bueno — menciona mi madre tomando la mano de mi papá — Tienes nuestro permiso emiliano, nos has demostrado que eres un buen muchacho.

— Muchas gracias señora Miller, con su permiso tengo que irme — se levanta despidiéndose de mis padres y Thomas — adiós ry— besa mi mejilla.

— Estás muy cerca de mi hermana amigo — dice thomas y ambos ríen.

— Adiós emiliano — le sonrió y sale de la casa, note que mi padre miraba a Thomas y a mí.— ¿Que pasa?

— Thomas tienes que cuidar a tu hermana, y a Chelsay.

— Lo se papá, estaré al tanto de esta pequeña — dice apretando mis mejillas.

— Ay Thomas suelta — me quejó.

— Y tu jovencita — le interrumpo.

— Ya se papá — me senté a su lado — ningún traje de baño demasiado revelador — iba a volver a hablar, pero una vez más le interrumpo — y no ir a ningún lugar sin Thomas — dije sonriendo.

— Al menos dame un beso, por interrumpirme ¿No? — mamá suelta una pequeña risa  y le doy un beso en la mejilla — cuánto has crecido hija.

— Te tendré vigilada jovencita — señala sus ojos y luego a mi — tengo mis ojos en ti.

— Si, si está bien iré a mencionarle a Chelsay.

Había llegado el día dónde iríamos a la playa Evelyn, al verme corrió a abrazarme igualmente que Alice, en el camino los chicos venían escuchando música mientras le escribía a mi papá que ya estábamos en camino a la playa. Los chicos venían cantando a todos pulmón y muy emocionados yo los grababa y me reía de lo que hacían. Al llegar a la playa había una casa grande frente a la playa, nos adentramos a la casa y se veía muy linda los chicos nos dieron un recorrido por la casa y nos mostraban cuáles serían nuestras habitaciones, a mi me tocaría compartir habitación con Alice, al terminar de instalar nos fuimos a la playa a divertirnos, Thomas me cargo como un sacos de papas y me tiró al mar me le había lanzado encima tirando lo al mar también. Alice dijo que jugaramos luchitas me monte en los hombros de matthew y Alice en los de emiliano, comencé a prepararme y hacia movimiento para empujarlos y a decir verdad habíamos ganado al caer la noche  todos estábamos algo cansado.

— Bueno les tenemos una sorpresa — dicen los mellizos.

—  Ya creo saber de qué se trata — dice emiliano tomando algo de refrescó.

— No lo arruines — menciona Clark y el niega — la sorpresa es lucha de zumos — dicen sacando los trajes detras de ellos.

— ¿En serio chicos?

— Si querida ry — dice Nick a lo que emir le mira — lo haremos afuera y después de eso cenamos

—¿El que pierda cocinara? — dice Gabriel

— Hoy no se aplica eso Gabriel

— Yo voy avisando que pido dos rondas — los mellizos me miraron asombrados.

— Sabemos que uno será con emiliano— asentí — ¿Con quién será el otro?

— Pues con mi hermano  — se asombra poniendo si mano encima de sus labios — lo siento pero ví la oportunidad y la tomé.

— Que mala eres — dijo Thomas — acepto tu reto.

Salimos de la casa y hicimos un círculo en la arena, los mellizos fueron los primeros al hacer los movimientos se veían chistosos, así fueron pasando los demás, al llegar mi turno con Chelsay y Thomas se cubría la boca para evitar reír, todos nos estamos divirtiendo, había llegado mi turno con emiliano corría para evitarlo y hasta hacia bailes raros dónde todos nos reíamos y hasta podría decir que me veía súper rara, emiliano me tomo del pie haciendo me caer me di la vuelta para pararme y este se acostó en mi espalda como si fuese una almohada.

— Que cabelleroso eres emiliano, gracias por ver si estoy bien.

—Se que estás bien ry, en estos juego no existe la caballerosidad, rindete.

— ¡Jamás! — comienzo a moverme para levantarme — ¡Levántate que pesas mucho!

—El cielo está estrellado, está muy lindo deberías verlo — ignoró lo que decía mientras seguía intentando levantarme — al igual que deberías rendirte

— ¡Deberías rendirte rylie, no podrás ganarle — grita Evelyn para luego reírse.

— ¡Que no! — intento levantarme y lo logro pero emiliano jala mi pie tumbando me otra vez y nos reíamos — bien tu ganas — dicho eso se levantó y me ayudó a levantarme y le pegue suave en el pecho — eres un tramposo.

— No porque se valía, asi que no hice trampa

Ahora el turno de Thomas y mío este podría decir que duro un poco más que el de emiliano y el mío, hubiera ganado Thomas si no hubiera hecho un lado en falso, los chicos estaban en la cocina y me fijé que emiliano estaba solo afuera apoyado en las barandas le dije a Thomas que estaría con emiliano y fui con el.

—¿Que haces aquí solo tramposo? — le sonrió apoyándome en las barandas.

— No hice trampa, hice todo válido en el juego y solo disfrutaba del sonido del cielo.

— Si claro como no  —me interrumpe.

— Aunque no era mentira lo que te dije, sobre el cielo estaba muy lindo — mire el cielo y habían algunas estrellas.

— Aun quedan algunas estrellas

— Lo se, pero deberías haberla visto antes — me mira.

— El sonido de las olas también son bonitas y relajantes — los chicos nos llaman a comer — vamos comer tramposo — reí un poco entrando a la casa.

𝓓𝓲𝓸𝓼 𝓔𝓼𝓬𝓸𝓰𝓲𝓸́ 𝓝𝓾𝓮𝓼𝓽𝓻𝓸 𝓐𝓶𝓸𝓻 (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora