Fenris | ❝Dicen que el mundo se ha vuelto ostil con los mutantes. Yo digo que siempre ha sido así❞
Titans × Dick Grayson
The Gifted × Fenris
[Prohibido la copia o adapcion]
Portada by: @luvkvng
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「❛ 𝑐𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑡𝑟𝑒𝑠 ❜」'
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Quiso odiarse por permitirse dormir de esa forma. Sin embargo, no pudo. Fueron meses y meses de mal dormir, de eternas pesadillas y de lugares de mala muerte que jamás la dejaron cerrar sus ojos en paz.
Meave era una experta en estar atenta a todo aún que no quisiera. Nunca pudo darse el lujo de dormir de verdad, ni siquiera con Andy. Cuando él desapareció, todo fue peor.
Por lo mismo, cuando su cuerpo cayó contra el colchón más suave en el que estuvo jamás, sus ojos se cerraron de forma automática olvidándose de sus problemas por unas horas. Para cuando se despertó, tardó un par de segundos en recordar dónde estaba, y muchos minutos más en levantarse.
Por un par de minutos, Meave se olvidó de Andy.
—Buenos días —Dick saludó, ingresando a la cocina— ¿Qué haces despierta tan temprano?
—Hice el desayuno —respondió, moviéndose ágilmente de un lado a otro—. ¿Quieres que te sirva? ¿O prefieres esperar a los demás? Ellos aún no han llegado...
—No tenías que hacer el desayuno, Meave.
—Lo sé. Pero me gusta cocinar, y honestamente me tranquiliza. Lamento si te molesto que utilizara la cocina sin tu autorización. Puedo limpiar todo en seguida. Tendría que haberte preguntado antes de usar la comida. Lo siento, fui impulsiva. Pero creí que cocinarles el desayuno sería buena idea y...
—Meave —detuvo, tomando su mano—. Todo está perfecto, tranquila. Además, todo se ve muy bien y yo tengo mucha hambre.
—Pero...
—No tienes porque disculparte, puedes ocupar la cocina cuando quieras. Este es tu hogar ahora, no tienes que pedir permiso de nada. Y si te sientes incómoda por algo, no dudes en decírmelo.
Miró sus manos unidas, subiendo la mirada a él.
—¿Estás seguro?
—¿De qué?
—¿Puedo decirte todo lo que me incomoda?
—Claro que sí, ¿por qué no podrías?
—Tu mano —murmuró.
—¿Qué dices?
—Sigues tomando mi mano —señaló.
—Oh —se apartó—. Lo siento, no era mi intención.
—¿Entonces? —carraspeó—. ¿Quieres que te sirva ya?
